El papa Francisco encabezó las celebraciones por Semana Santa en la basílica de San Pedro, el corazón del catolicismo ubicado en la Ciudad del Vaticano. El Jueves Santo fue el día
elegido por el sumo pontífice para oficiar la Misa Crismal, una ceremonia en la que se renovaron las promesas de los sacerdotes.
A sus 87 años, el papa Francisco se mostró bien de salud cuando dio pie al festejo que enmarca la resurrección de Jesús, según la tradición católica. Realizó la misa sin mostrar dificultades físicas y dio un largo mensaje a los sacerdotes, a quienes alentó a "mirar con amor a quienes están alejados de la fe" y a evitar caer en la "hipocresía clerical".
Francisco, que estuvo muy involucrado en asuntos internacionales en las últimas semanas, cerró su jornada con una visita a un centro penitenciario de mujeres, donde lavó los pies de una docena de reclusas emulando a Jesús y los apóstoles durante la Última Cena.
El Papa Francisco durante la misa del Jueves Santo en la Basílica de San Pedro en el Vaticano
El mensaje de Francisco a los religiosos
"Queridos hermanos, de nosotros, sus Pastores, el Señor no pide juicios despectivos sobre los que no creen, sino amor y lágrimas para los que están lejos", dijo Francisco en la Misa Crismal. Atentamente lo escuchaban 1.800 sacerdotes que renovaban sus promesas de ordenación, cuarenta cardenales y otros cuarenta obispos, además de fieles y otros curiosos que siguieron la ceremonia que se transmitió vía streaming.
"Las situaciones difíciles que vemos y experimentamos, la falta de fe, los sufrimientos que tocamos, en contacto con un corazón quebrantado, no suscitan resolución en la controversia, sino perseverancia en la misericordia", continuó el Papa argentino. También señaló que los miembros de la iglesia necesitan "estar libres de durezas y recriminaciones, de egoísmos y ambiciones, desde la rigidez y la insatisfacción, para encomendarnos e interceder ante Dios, encontrando en él una paz que salva de cualquier temporal".
Francisco dijo a los sacerdote que deben mostrar solidaridad "pues un corazón dócil, librado por el espíritu de las bienaventuranzas, e incline a hacer compunción por lo demás, en vez de enfadarse o escandalizarse por el mal que cometan los hermanos, llora por sus pecados". Además, pidió "no encerrarse en quejas".
Por otro lado, el obispo de Roma también invitó a los sacerdotes a evitar "la hipocresía clerical", sin dar más detalle, y los alentó "a tener cuidado" con "esa hipocresía en la que tanto caemos". Por último, renovó su llamado a usar la misericordia. "Perdonen siempre, sean misericordiosos", pidió.
Este año, Francisco eligió la cárcel femenina de Rebibbia, en Roma, para continuar con la ceremonia del Jueves Santo. Escoltado por sus guardaespaldas, el Papa llegó al establecimiento en auto y luego se dirigió en silla de ruedas hacia donde estaban las reclusas.
Desde una plataforma, Francisco lavó los pies de doce mujeres con un delantal blanco y los besó, en conmemoración al lavado que realizó Jesús de los pies de los apóstoles durante la Última Cena.
La agenda de Francisco en Semana Santa
El Viernes Santo Francisco presidirá el Via Crucis desde el Coliseo Romano, mientras que el Sábado Santo oficiará la Vigilia Pascual. El domingo, desde la Plaza de San Pedro, dará pie a la Misa de la Resurrección ante una multitud congregada, y por último hará la bendición Urbi et Orbi que dará fin a las celebraciones de este año.
