En cambio, hubo fuertes aumentos en los servicios privados y públicos, que en mayor proporción afectan a la clase media, que representa la mitad de la población de la Ciudad de
Buenos Aires, como es el caso del suministro de agua (181,1%) gas y electricidad (54,1%), servicios financieros (25,9%) prepagas (16%), educación (15,1%), gastos comunes por la vivienda (15,7%) e Información y comunicación (11,7 %).