El jueves el fútbol argentino y mundial, vivió su momento más triste. Boca fue sancionado por la Conmebol y River pasó a los cuartos de final de la Libertadores, pero aún quedan cuestiones inconclusas que generan muchas dudas.

El 14 de mayo Boca y River se jugaban mano a mano la posibilidad de seguir en la Copa Libertadores. El partido entre los equipo más grande de Argentina, fuera de las comparaciones odiosas, es uno de los derbys más llamativos del mundo fútbol. Pero hubo una mano en la lata en el estadio Alberto J. Armando. Pasadas 72 horas apenas la Confederación hizo su descargo de la sanción que recayó sobre Boca. Descalificación, imposibilidad de recibir público local por cuatro partidos y de vender entradas en encuentros visitantes para competiciones internacionales durante 2016.

Parece poco por la magnitud de lo sucedido. Si bien las rocas comenzaron a moverse aún siguen sobre la mesa muchas dudas de lo que pasó y que deben plantearse. En primer lugar, el plantel que conduce Rodolfo Arruabarrena quedó totalmente expuesto. En medio de toda la confusión que se produjo dentro del campo de juego, ni el entrenador ni el capitán, ni ningún otro jugador emblema tuvo la valentía de solidarizarse con sus colegas para hacer más rápida y sencilla la salida por la manga hacia el vestuario local. El único que hizo su descargo fue el Vasco en conferencia de prensa y durante la asistencia a los jugadores quien se acercó a los afectados por el gas pimienta fue Daniel Osvaldo.

La cuestión política no es menor. En la institución de la Ribera este año habrá elecciones que definirán el futuro del presidente Daniel Angelici. Tiene casi un nulo apoyo de los hinchas, que lo votaron en el 2011 por llegar de la mano de Mauricio Macri. Se dio todos los lujos, gastó fortunas en contratos y lo único que logró fue un título de Copa Argentina. Ahora deberá comenzar una investigación profunda para comprender qué fue lo que sucedió. Si recibió una operación desde adentro del club o provino de otro sector.

El tema relación barras-dirigencia se sigue profundizando. Si bien el incidente se produjo en la bandeja de socios los pasillos de la Bombonera hacen ruido. No parece casualidad lo que pasó. En el entretiempo los jugadores de River fueron agredidos, culpando a la policía, mientras que desde la bandeja de La 12 se encendieron bengalas y apareció un DRONE sobre el campo de juego. Esto hace que comiencen a dispararse miles de interrogantes. ¿Cómo ingresaron la pirotecnia, desde dónde provino el drone, cómo puede ser que no haya habido efectivos policiales dentro de la manga de River y por qué tardaron tanto en aparecer para sacar a los protagonistas de la cancha? Si bien Boca tomó todos los recaudos, la investigación tendrá que ser profunda.

Otra cuestión que no puede pasar desapercibida está ligada al punto de vista legal. Si bien Boca ya absorbió una sanción como institución, deben buscar al agresor que provocó semejante caos. Si bien ya hay nombres circulando de que un hombre vinculado a la barra brava xeneize habría sido el que accionó contra el plantel de River las dudas siguen firmes.

Finalmente la cuestión futbolística no queda al margen. Angelici decidió ir por todo este año, en especial la Copa Libertadores para encontrar un espacio a la reelección. Gastó muchísimos recursos del club para renovarle la cara al plantel. Ahora se quedó sin su gran objetivo y vendrá una depuración importante ya que mantener un plantel largo y caro puede ser un golpe a la economía del club. Además la autoridad del Vasco se vio golpeada al igual que el ánimo de los futbolísticas que tendrán, no solo enfrentarse al resto de los rivales, sino ante ellos mismos para salir de una situación que nunca pensar que podían estar a principio de año.

Sin embargo, la pelota seguirá rodando y a fin de año todo esto habrá quedado en el olvido. Hasta que no haya una decisión de cambio, todo seguirá igual.