A diferencia de los peregrinos de la Capital, los que vinieron de otros puntos de la provincia y provincias vecinas partieron ayer a las 14. Los organizadores y colaboradores de las distintas diócesis hicieron mucho hincapié en la buena provisión de agua y de frutas para todo el camino, ya que la hidratación fue muy importante en esta larga y cansadora peregrinación.
Analía, una de las integrantes de la Comunidad Salesiana, comentó que “hace dos años que participan de esta iniciativa religiosa”. Y destacó la donación de una importante cantidad de agua mineral que realizó la Provincia de Corrientes para los peregrinos de esta diócesis.
Durante el camino se pudo apreciar la imagen de la Virgen en el pecho de cada joven y el fervor religioso se hizo sentir en medio de la ruta, al compás de los cánticos religiosos que animaban la tradicional caminata.
El padre Carlos, de la Diócesis de Gobernador Virasoro y Colonia Liebig, acompañó a los más de 200 jóvenes que vinieron de esas dos comunidades religiosas para peregrinar rumbo a la basílica de Nuestra Señora de Itatí.
“Con estas diócesis participamos hace siete años de esta peregrinación. Pero yo ya lo hacía cuando estudiaba en Corrientes hace 20 años. Estamos muy contentos de estar acá, porque nos cuesta venir porque son muchos kilómetros de distancia, muchas horas de viaje, pero tenemos un buen equipo de apoyo. Después de la misa de hoy partimos de nuevo para nuestros pagos”, manifestó.