En el último discurso de apertura de las sesiones legislativas de su gestión, el gobernador Jorge Milton Capitanich recordó que “la conducción se mide por resultados” y mencionó datos e indicadores de la economía provincial que marcarán una impronta para las siguientes gestiones. Así, confirmó que en la gestión que se inició en 2007 y con la inclusión de las estimaciones para el año 2015 se produjo un crecimiento del 63 por ciento en el Producto Bruto Geográfico provincial.

El PGB, que es el valor monetario de los bienes y servicios que se producen en una economía en un determinado período de tiempo, generalmente de un año, y “en ocho años habrá crecido mucho más que en los 57 años anteriores”, destacó el gobernador. Este crecimiento, explicó, estuvo basado en cuatro pilares: las transferencias sociales directas generadas por las políticas de inclusión social, la reconstrucción del modelo agropecuario con tecnología y expansión de superficie, productividad y rendimiento, la recuperación de la matriz de base industrial y la inversión pública.

La provincia del Chaco inicialmente tuvo una estructura económica basada en una alta dependencia del sector agropecuario y con alta dependencia del sector servicios. Desde la década del ’70 en adelante se observó un deterioro sistemático de la matriz de base industrial, lo que implicó problemas de alta fluctuación en la tasa de crecimiento de su PBG.

El gobierno identificó, con cooperación y asistencia técnica del Consejo Federal de Inversiones (CFI) una base de cálculo que permitió verificar una serie histórica desde 1950 a la fecha, en la que se constata que la economía provincial creció un 50,8 por ciento, y la serie que se inicia en 2007, año de inicio de su gestión de gobierno, con la inclusión de las estimaciones para 2015, en las que habrá crecido en torno al 63 por ciento.

Transferencias sociales directa sobre base inclusión social

La provincia en noviembre de 2003 tenía un 38 por ciento de personas que percibían un ingreso público o privado del Estado, a través del empleo o transferencias directas. A partir de las políticas inclusivas, sobre todo con un aumento de alta velocidad a partir de 2007, el gobierno ha logrado “que el 76 por ciento de las personas tenga por lo menos un ingreso”, remarcó Capitanich, y aclaró que esa información no surge de una encuesta o inferencia estadística, sino “del cruzamiento del CUIL y su conectividad con los hogares, es decir, son estadísticas descriptivas”.

Dentro de las transferencias sociales figuran “la Asignación Universal por Hijo, con cerca de 88.000 titulares, y la expansión de las pensiones no contributivas, que en sus diferentes modalidades, sumadas a las jubilaciones, representan cerca de 220.000 personas incluidas”, indicó.

La política económica y social del gobierno nacional y provincial permitió incrementar la demanda con valor agregado y el consumo. Tomado el registro de empleados privados formales que pertenecen a empresas cuyas unidades de negocios están fuera de la provincia, y los empleos que se rigen por convenios colectivos privados y que también pertenecen al Estado, “existen en la provincia 109.000 empleos privados formales, lo que constituye un avance extraordinario, porque en los años 2006 y 2007 eran menos de 47.000”, señaló.

Las transferencias sociales directas permitieron la expansión del consumo, este incentivó la localización de comercios, y éstos a su vez posibilitaron la potenciación de la generación de nuevos empleos, por lo tanto “las transferencias sociales directas han sido un pilar fundamental en materia de inclusión y de equidad”, destacó Capitanich. El coeficiente de Ghini en la provincia, de 0,34 y 0,37, también mejoró sustancialmente en los últimos años.

Crecimiento de hectáreas sembradas con mayor producción

La provincia del Chaco experimentó en este período un aumento sostenido en la base de producción agropecuaria: “De 808.000 hectáreas entre 1980 a 2005, pasamos a un esquema de entre 1,6 y 1,8 millones de hectáreas, con niveles de producción que van de 3,6 a más de 4 millones de toneladas, con tecnología que se traduce en productividad y rendimiento”, recordó el gobernador.

Después de tres períodos de sequía consecutivos, se produjo una recuperación en la última fase, y se avizoran perspectivas promisorias, adelantó Capitanich. Y observó que “no se hubiesen podido soportar tasas de crecimiento positivos del PBG de no mediar la obra pública y las transferencias sociales directas, que garantizaron un nivel de ingresos que permitió sostener esta política”. La proyección de transferencias sociales directas para 2015 es de 10.000 millones de pesos. Y el presupuesto público total consolidado según las previsiones es de 90.000 millones de pesos.

Además de la reconstrucción de la base agropecuaria, la expansión de la base sembrada, el aumento de rendimiento y tecnología y los niveles de producción, con sus efectos en el transporte y otros mecanismos, el gobernador destacó la reconstrucción de la matriz de base industrial de la provincia. “La participación de la industria, que había caído estrepitosamente a menos del 5 por ciento del PBG, desde 2014 presenta una proyección del 20 por ciento, confirmó.

La más importante inversión pública de la historia

“La inversión pública, tomada a partir de 2007 con todas las fuentes de financiamiento y las proyecciones de ejecución presupuestaria, alcanzará una cifra de 38.500 millones de pesos, por lo que es la más importante de la historia”, reconoció el gobernador.

De 3 pesos de deuda por uno de presupuesto a 0,18 centavos

En lo que respecta a la administración de los recursos del Estado, el gobernador recordó que el análisis de la deuda con respecto al presupuesto -383 por ciento o 313 por ciento en 2012 dependiendo del mes y stock de deuda que se consolide- y señaló que la proyección para 2015 demuestra que de más de 3 pesos de deuda por uno de presupuesto pasamos a 0,18 centavos de deuda en relación al presupuesto.

Cumplimiento del ciento por ciento de los objetivos y metas

En definitiva, sobre la base de los objetivos y metas expuestos en el discurso del año 2007, “casi el 100 por ciento está cumplido”, afirmó Capitanich, expresándose orgulloso por “el cumplimiento de la palabra empeñada a partir de un discurso político ante el pueblo del Chaco”.

En ese discurso se había planteado que la deuda pública heredada era de 4.300 millones de pesos. Hoy se han logrado niveles de compensación con los aportes del Tesoro Nacional en el proceso de consolidación sobre 5.300 millones de pesos y se incluye en esa deuda la originada para la construcción del Segundo Acueducto del Interior, una importante inversión que asciende a los 165 millones de dólares.

Así como la deuda baja al 18 por ciento del presupuesto, la relación de la deuda con respecto al PGB, si se toma la serie 1989 es del 200 por ciento, y en la de 2004 a 2007, dependiendo de las mediciones, se reduce al 117 por ciento. Teniendo en cuenta las proyecciones para este año estaría en torno al 5 y 8 por ciento. En la observación de la media mundial, en niveles similares se considera que un país no tiene deuda pública.

Autonomía financiera y fiscal con sustentabilidad a futuro

La recaudación de propios era inferior al 10 por ciento de los recursos totales y hoy los datos indican un 25 por ciento, lo cual implica mayor recaudación, autonomía fiscal y financiera y mayor sustentabilidad desde el punto de vista fiscal, destacó Capitanich en el balance de su gestión al frente del Poder Ejecutivo provincial y el informe del mejorado punto de partida que deja a las siguientes gestiones de gobierno.

El desarrollo del empleo privado formal implicó “un desafío extraordinario”, recordó el gobernador, porque en 2003 había 38.000 empleos y según los últimos indicadores crecieron hasta alcanzar los 109.000 empleos. “Si se toman la producción agrícola y las obras estratégicas, todas las inversiones fueron indicativas en este sentido”, destacó al concluir este tramo de su discurso ante los legisladores y el pueblo del Chaco.