El ex diputado provincial y nacional, Calino Ulrich, quién nunca explicó que fue de los 13 millones de pesos que siendo presidente de la Legislatura chaqueña recibió para la construcción del hasta hoy fallido edificio legislativo, como así también del matadero municipal de Quitilipi y como frutilla del postre tuvo una denuncia por vender semillas vencidas de algodón, que supuestamente pertenecían a la marca Cargil, tendría una propiedad de grandes dimensiones.

Este edificio sería de Carlino Ulrich, pero está a nombre de un hombre de apellido Ferro, cuñado del dirigente radical que está ubicado en calle 12 entre 27 y 29, sobre la calle principal San Martin, a una cuadra y media del Hotel Gualok.

El ariete preferido del senador Ángel Rozas para arremeter contra Jorge “Coqui” Capitanich, un hombre obediente y leal a su jefe político por lo cual pudo permanecer muchos años como diputado y además presidir la legislatura chaqueña contra la voluntad de sus pares radicales que, por lo bajo, criticaban y no podían comprender el capricho de Rozas de imponerlo y sostenerlo como presidente, para el cual decían “no tenía capacidad”.

Claro que la tenía, pero la pregunta es ¿capacidad para qué? Bueno, “por sus frutos los conocerás” dice el refrán, ¿verdad? Pero la gran duda está en el edificio céntrico.

FUENTE: http://www.novachaco.com/nota.asp?n=2017_8_8&id=31688&id_tiponota=4