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20 FEBRERO 2020 REPORTE24//

EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL PIDIÓ UNA QUITA A LOS ACREEDORES. ES UN FUERTE APOYO PARA LA NEGOCIACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA POR PARTE DEL GOBIERNO NACIONAL.

El FMI admitió que la deuda Argentina es insostenible. Luego de una semana de continuas reuniones con los ministros económicos de Alberto Fernández, la misión del Fondo Monetario Internacional se retiró con duras críticas al nivel de endeudamiento actual, pero conforme con los avances de Alberto Fernández.

El Gobierno explicó las políticas económicas actuales, con justificaciones sobre algunas, y proyecciones sobre sus impactos. En los próximos días, el mandamás de Economía, Martín Guzmán, se encontrará con la titular del organismo, Kristalina Georgieva, en la cumbre del G20 en Arabia Saudita.

En un comunicado, el jefe de la delegación, Luis Cubeddu y la directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, ponderaron como "muy productivas" las reuniones "con las autoridades argentinas sobre sus planes y políticas macroeconómicas". "Compartimos el objetivo general de las autoridades de restablecer el crecimiento y reducir la pobreza, y al mismo tiempo fortalecer los equilibrios fiscal y externo", plantearon.

Tras su evaluación positiva del pasivo argentino en julio de 2019, observaron un deterioro significativo por las últimas decisiones de Mauricio Macri. "El personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible", sentenciaron. Específicamente, la misión analizó que el superávit primario que se necesitaría para reducir el endeudamiento a niveles "consistentes con un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible". En consecuencia, el organismo planteó que se requiere de "una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad".

La misión se quedó cinco días adicionales a lo previsto, lo que les dio tiempo para juntarse con Guzmán y el representante argentino ante el organismo, Sergio Chodos, con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el de Trabajo, Claudio Moroni, y el de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. Además, tuvo reuniones con funcionarios del Indec. Es que, como objetivo secundario, la misión relevó los indicadores macro y las proyecciones para completar las "estimaciones económicas mundiales", el balance semestral que el organismo compilará para abril. En el último, de octubre pasado, esperaba una recesión para 2019 del 3% y del 1,3% para este año, con un crecimiento que recién llegaría en 2021. A la par, el organismo prevía que el desempleo se mantenga en las dos cifras, al menos, hasta ese año.

Kozack fue la enviada para la misión, en lugar de su jefe, Alejandro Werner, quien había cumplido un papel importante en el histórico crédito. El venezolano Cubeddu conoció a Alberto Fernández, pero como jefe de Gabinete, cuando trabajó para el Fondo en Argentina entre 2002 y 2004. Este factor tuvo un peso sustancial cuando Georgieva lo nombró a cargo de la misión argentina. El cambio procuró renovar el aire, luego de que ruede la cabeza de su antecesor, Roberto Cardarelli, inmediatamente después de la salida de Christine Lagarde. El italiano había llevado adelante la logística para el préstamo de U$S 50.000 millones, que luego se elevó a U$S 57.000 millones.

Ahora, el ministro de Economía viajará a la cumbre del G20 en Arabia Saudita. Entre el 21 y 22 de febrero dialogará con Georgieva la parte política de la negociación. También tendrá la posibilidad de reunirse con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin. En su gira europea, el Presidente y Guzmán consiguieron los avales de Alemania, España y Francia para renegociar con el FMI, pero aún no buscaron el de Donald Trump, fundamental para terminar torcer la voluntad del organismo multilateral de crédito.

Cerrar el capítulo Fondo en el próximo mes ayudaría en las negociaciones con los acreedores privados, un desafío contrarreloj para el equipo, que se propuso finalizar la reestructuración para el 31 de marzo. El gesto de hoy fue un importante avance en ese camino.

13 FEBRERO 2020 REPORTE24//

EN SU DISCURSO ANTE EL CONGRESO, EL MINISTRO DE ECONOMÍA EXPLICÓ POR QUÉ MACRI GENERÓ UNA PROFUNDA CRISIS.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, expone en el Congreso la estrategia que lleva adelante el Gobierno para renegociar la deuda externa. Al momento de hablar sobre las responsabilidades de la severa crisis y el endeudamiento que ahoga la economía local, lanzó: "Todas las partes tienen responsabilidad: Argentina, los bonistas que decidieron apostar a un modelo que fracasó, y el FMI".

Además, explicó que su intención es "cambiar un modelo que no funcionó", en referencia al de Mauricio Macri, que generó una profunda crisis. "El país padece una carga de deuda insostenible que, de no resolverse, profundizaría el descalabro", admitió.

"Lo primero que buscamos hacer fue cambiar un modelo que no funcionó por otro, en un contexto muy duro", sinceró el mandamás del Palacio de Hacienda en su exposición de la reestructuración de la deuda pública externa en la Cámara de Diputados.

Sobre la multiplicación del pasivo estatal, Guzmán detalló que durante el macrismo "se dio un brutal crecimiento de la deuda pública sin que haya un incremento de la capacidad productiva del país". "El país padece una carga de deuda insostenible que, de no resolverse, profundizaría el descalabro", dijo el ministro. "Los países que sufren estas crisis no salen hasta que la deuda deja de ser una carga que pisa la posibilidad de crecer", explicó.

Guzmán analizó que el "colapso de un sistema económico" golpeó principalmente a los de menores ingresos: "Los que más sufren este tipo de crisis son las personas en un estado de mayor vulnerabilidad". El funcionario económico repasó que en los últimos dos años, 465.000 argentinos han entrado en indigencia.

10 FEBRERO 2020 REPORTE24//

TRAS SU GIRA EUROPEA, ALBERTO FERNÁNDEZ ENFRENTA EL MOMENTO MÁS DELICADO DE LA RENEGOCIACIÓN DE LA DEUDA, LOGRAR UNA QUITA DE INTERESES Y/O CAPITAL SIN HABER ENTRADO EN DEFAULT.

La conclusión de la gira europea vino con una cereza en el tope del postre: el guiño a la postura argentina para la renegociación de la deuda de parte de un tal Donald Trump en el mejor momento de su mandato, según coinciden los índices de popularidad, su absolución en el impeachment y el desastre que están haciendo los demócratas en su primaria. El apoyo de la Unión Europea y los Estados Unidos facilitará enormemente las instancias de mediación para llegar a un acuerdo satisfactorio antes del 31 de marzo, fecha que puso el propio presidente Alberto Fernández como tope para dejar de pagar, ya sea porque se lograron reestructurar vencimientos hacia un futuro lejano (no menos de dos años, cuatro en el escenario más probable que maneja el equipo argentino, más en el mejor de los casos) o porque el país, entre un acuerdo desventajoso y el default, elegirá esta última opción.

Todos los guiños, los saludos, las promesas de ayuda y las fotos de rigor pasarán a la historia si Fernández tiene éxito y servirán para nada en caso de que la negociación no llegue a buen puerto. La diplomacia no es un objetivo en sí mismo sino un medio para un fin, algo que Mauricio Macri y sus cancilleres políglotas, con vasta experiencia internacional e identidad de clase compatible con las mieles de la alta política global no llegaron a comprender en cuatro años. Los gestos hasta ahora resultaron sumamente positivos y sirvieron, también, para echar por tierra la idea de que un gobierno peronista viviría aislado del mundo. El trabajo duro, sin embargo, recién comienza ahora, cuando comience la etapa definitiva del diálogo con los acreedores, mientras la arena en el reloj se vuelve más escurridiza a cada hora que pasa y el aletear silencioso de los buitres girando en círculos vuelve a sentirse sobre el país.

No sólo el tiempo apremia. La Argentina necesita alcanzar, en las próximas siete semanas, un logro inédito en la historia de la economía global: nunca hasta ahora un país pudo reestructurar un compromiso insostenible, recibiendo para tal fin una quita en el capital y/o los intereses adeudados, sin antes haber pasado por la experiencia traumática de dejar de pagar. Hubo reestructuraciones sin quita de países que no cesaron sus pagos, como la famosa “salida uruguaya” de comienzos de siglo, y reestructuraciones con quita de países defaulteados, como le sucedió a la Argentina por esa misma época. Pero jamás se dieron las dos condiciones al mismo tiempo. El desafío es, por lo tanto, doble: convencer a los acreedores que la deuda, así como está, no puede ser honrada; y que ceder ahora les resulta más conveniente que esperar a que todo se derrumbe. Ardua tarea.

Así como en 2014 el país se convirtió en un leading case respecto al accionar de los fondos especulativos, consiguiendo el apoyo de una enorme mayoría en Naciones Unidas para aprobar una nueva reglamentación que limitaba ese tipo de prácticas, la apuesta del equipo que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, es volver a estar a la vanguardia de un cambio de paradigma en cuanto a cómo lidia el sistema económico internacional con las crisis de deuda. “Es necesario reescribir las reglas que rigen en la arquitectura financiera global. Argentina es una oportunidad para sentar una nueva forma de proceder a nivel mundial para que las resoluciones de crisis de deuda soberana sean sostenibles”, escribió esta semana en su cuenta de Twitter. El problema es que resulta virtualmente imposible reescribir esas normas antes de abril, lo que obliga a buscar una salida sui generis. Más argentino que el dulce de leche.

Es posible que el Fondo Monetario Internacional sea un aliado en este camino. Al menos eso expresó su nueva directora gerente, la búlgara Kristalina Georgieva, esta semana en el Vaticano, codo a codo con Guzmán. Allí dijo que en la reestructuración exitosa de una deuda no se pueden dejar de lado “la sostenibilidad y la inclusión”. La salida del FMI de David Lipton, uno de los principales halcones e interlocutor preferencial de Macri, es otra buena señal en ese sentido. Las irregularidades cometidas en la adjudicación de la deuda a la Argentina, durante el gobierno anterior, también son un incentivo para que colabore en la búsqueda de una solución no traumática. Herido por los antecedentes, el organismo difícilmente pueda sobrellevar ileso otro fracaso estruendoso, y la nueva conducción lo sabe. Sin embargo, haría bien Guzmán en no olvidar la fábula del escorpión y la rana, aunque sea por las dudas.

El camino hacia el 31 de marzo esconde, para Fernández, un peligro mayor: el 1 de abril. La notoria dificultad para reactivar la economía doméstica con las medidas redistributivas tomadas hasta ahora, necesarias pero no suficientes, sumada a la evidente parálisis de muchas áreas de gobierno, dizque a la espera de un acuerdo, puede convertirse en una trampa fatal. Incluso si la negociación de la deuda fuera un éxito rotundo, sus efectos benéficos no comenzarán a sentirse en la calle hasta dentro de varios meses, quizás recién en 2021. Como dijo el economista Emmanuel Álvarez Agis, “si todo sale bien, será un año de mierda”. Después de cuatro años de sacrificios, es difícil seguir pidiéndole paciencia a una sociedad al borde de la exasperación, pero peor es generar expectativas que no van a poder ser cumplidas. El crédito de la calle, como el del sistema financiero, no es infinito.

22 ENERO 2020 REPORTE24//

EL DESTAPE PUDO SABER QUE EL MINISTRO DE ECONOMÍA, MARTÍN GUZMÁN, SOLICITÓ A LOS ACREEDORES UNA REBAJA EN EL PAGO DE CAPITALES COMO DE LA TASA DE INTERÉS.

En el marco de las negociaciones para reestructurar la deuda externa que disparó la gestión macrista, el gobierno de Alberto Fernández le propuso a los acreedores no pagar ningún tipo de vencimiento durante los próximos cuatro años. La petición argentina incluiría otra condición adicional: o una rebaja en el pago de capital, o una disminución en la tasa de interés.

Guzmán dejó trascender en los mercados que no va aceptar una contraoferta por parte de los acreedores, por lo cual cual irá al default si no aceptan la ambiciosa solicitud. La estrategia del ministro se basa en lo que él mismo publicó en sus escritos académicos: jamás hay que hacer un mal arreglo que luego empeore la posición del país y agrave la situación fiscal.

Según pudo saber El Destape, el ministro solicitó a los bonistas no pagar deuda por un plazo de cuatro años. Entre las opciones ofrecidas a los tenedores de deuda se incluyeron dos alternativas que acompañarían a la reprogramación de los vencimientos: los acreedores podrían o aceptar un descuento al pago de capitales en un 15%, o una disminución del 50% en la tasa de interés. Una de las dos opciones podría cerrar el acuerdo, que se basa en la posición inquebrantable de no erogar un centavo hasta 2024.

El capital es el dinero que originalmente acordó pagar Argentina y el interés representa el costo por haber tomado el préstamo. Previamente, en conferencia de prensa, Guzmán había precisado que el país "enfrenta una carga de amortizaciones de capital muy alta en 2021, 2022 y 2023 y no se ha generado la capacidad de pago para hacer frente a esa carga". Asimismo, el funcionario evaluó que es "necesario" poder conseguir un "alivio" para así "implementar las políticas publicas que nos permita establecernos en un sendero de desarrollo que sea virtuoso".

Lo que el Gobierno pretende con esta propuesta es reducir el peso de la deuda respecto al PBI del 85% actual al 40% en cuatro años. Según las estimaciones que manejan en el ministerio, se proyecta un crecimiento económico promedio del 4% anual, lo cual permitiría al país enfrentar compromisos con mayores recursos y disponibilidad de reservas.

De momento, el ministro anunció el envío del proyecto de ley de sostenibilidad de la deuda pública con el objetive de "discutir avances de la resolución de crisis de deuda pública que afronta la Argentina". El Gobierno buscará reestructurar pasivos cercanos a los U$S 100.000 millones, de los cuales más de la mitad se mantiene con acreedores privados.

21 ENERO 2020 REPORTE24//

MARTÍN GUZMÁN ANUNCIÓ QUE LOGRARON ESTIRAR LOS PLAZOS PARA EL PAGO DE LETRAS CAPITALIZABLES POR, AL MENOS, SEIS MESES.

En una operación exitosa para los objetivos del Gobierno, el Ministerio de Economía informó una quita de deuda cercana a los $ 2000 millones y estiró los plazos de pago de Letras Capitalizables por al menos seis meses, un instrumento que había defaulteado la gestión de Hernán Lacunza luego de las PASO de agosto de 2019.

La cartera dirigida por Martín Guzmán anunció que, en la licitación de canje efectuada, pudo lograr "una reducción del stock de deuda de $1.978 millones" y "una extensión de plazos" de al menos seis meses. El ministerio realizó un canje de deuda con el fin de "continuar con el regreso de la República al mercado de deuda local" en moneda nacional.

"Se recibieron un total de 263 ofertas por un total de las Lecaps de $99.612 millones", indicó el Ministerio en un comunicado. Además, subrayó que logró "una extensión de plazos en términos de vida promedio calculado a la fecha de liquidación".

Economía ofreció canjear Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (LECAPS), que tienen vencimientos entre febrero y abril próximos, por dos títulos similares que vencerán el 18 de septiembre y el 22 de diciembre próximo.

La oferta fue por dos series de Lebads (Letras ajustadas por tasa Badlar), una con vencimiento dentro de 240 días (el 18 de septiembre de 2020) y la otra con vencimiento dentro de 335 días (el 22 de diciembre de 2020). La primera pagará 400 puntos básicos por encima de la Badlar y la segunda, 550 puntos básicos. Esto quiere decir una tasa de interés efectiva anual del 43,89% y del 43,29%, respectivamente.

La tasa de interés Badlar es la que se utiliza para depósitos mayores a un millón de pesos y es muy importante ya que marca el nivel de tasa de interés para el resto del sistema financiero, incluidas las que se pagan por los depósitos del público como las que se cobran por los créditos. Por otro lado, también se utiliza para como referencia para el pago de bonos nacionales y provinciales en pesos a tasa variable.

18 ENERO 2020 REPORTE24//

LA ENTIDAD CAMBIARÁ LA METODOLOGÍA DE LAS LICITACIONES LUEGO DE HABER APLICADO UNA BAJA EN LA TASA DE INTERÉS.

En su plan para desarmar el esquema que había dejado la administración macrista, el Banco Central (BCRA) ofrecerá al mercado Letras de Liquidez (Leliq) dos veces por semana a 7 y 14 días de plazo con el fin de "mejorar la transmisión en la tasa de política monetaria y favorecer un mejor control de las condiciones de liquidez". Hasta el momento, las subastas se efectuaban diariamente.

La determinación se conoció luego de que el ente rector dispusiera una nueva reducción del límite inferior de la tasa de interés de Leliq de dos puntos, por lo que pasó de 52% a 50%. Ahora, en un comunicado, la autoridad monetaria dirigida por Miguel Pesce señaló que las subastas se realizarán los martes y jueves con un único llamado diario, con lo que finalizará la modalidad actual de dos llamados por día hábil.

"En cada licitación, los agentes podrán cargar hasta un máximo de tres posturas, cada una con un monto mínimo de $10 millones", subrayó. Además, puntualizó que "las posturas, una vez ingresadas, no podrán ser modificadas ni canceladas por las entidades".

En tanto, el BCRA anunció que el coeficiente utilizado para el cálculo de la tasa de pases pasivos a un día se mantendrá sin cambios la próxima semana para luego, a partir del 27 de enero, reducirse. "Esto permitirá tender a un alargamiento de los plazos de maduración de los pasivos remunerados de este Banco Central", consideró el ente.

16 ENERO 2020 REPORTE24//

ES EL NÚMERO MÁS ALTO EN 28 AÑOS. EN COMPARACIÓN CON NOVIEMBRE, LA SUBA DE PRECIOS FUE DEL 3,7%, MOTIVADO POR EL ARRASTRE DE LA DEVALUACIÓN.

En lo que significó la cifra más alta en 28 años, el macrismo rompió su propio récord y la inflación acumulada de 2019 bordeó el 54%. Se trata de la cifra más elevada desde 1991 y aún más alta que la del 2018, cuando Cambiemos parecía establecer un tope máximo con el 47,6%.

De acuerdo al último informe del Indec, el Índice de Precios al Consumidor arrojó una suba del 3,7% en diciembre, número que completó el balance anual. En términos interanuales, el incremento de precios fue del 53,8%, motivado por el arrastre de la megadevaluación.

En 1991, bajo la presidencia de Carlos Menem, la hiperinflación había elevado los precios en un 81%. Luego, en 2002, la devaluación generó una inflación del 40%, cifra que igualó el macrismo en 2016 y superó ampliamente en 2018 y en 2019.

En comparación al mismo mes de 2018, el rubro salud se encareció 72,1%, comunicación un 63,9%, equipamiento y mantenimiento del hogar 63,7%, mientras que alimentos y bebidas creció 56,8%. Por su parte, prendas de vestir y calzado aumentó 51,9% y transporte 49,7%.

A pesar de que las cifras son inusitadas, podrían haber sido empeoradas por la gestión de Mauricio Macri. El documento oficial señaló que el segmento vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles saltó 39,4%. Por ser un año electoral, la gestión de Cambiemos postergó tarifazos en los servicios públicos para evitar un mayor costo político.

29 DICIEMBRE 2019 REPORTE24//

ARGENTINA NECESITA LOS DÓLARES PARA PAGAR LA DEUDA Y FINANCIAR SU CRECIMIENTO. CÓMO ES EL PANORAMA QUE ENFRENTA EL GOBIERNO DE ALBERTO FERNÁNDEZ.

POR ROBERTO FELETTI| En la columna anterior referíamos cómo el programa de Gobierno avanzaba, en el marco de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, a producir un efecto expansivo en la actividad a partir de una elevación relevante de los ingresos de los sectores de la población que padecen consumo postergado y, en simultáneo, se procuraba el cierre de la brecha fiscal por aumento de la recaudación en virtud de una mejora del ciclo económico. Esta búsqueda de equilibrio presupuestario expansivo la consideramos el paso inicial para el necesario ordenamiento macroeconómico de la Argentina.

El segundo frente a abordar es el sector externo, desmadrado durante el Gobierno de Cambiemos por una irresponsable apertura comercial y financiera del balance de pagos, sostenida por el endeudamiento con los mercados internacionales en el bienio 2016-2017 y por el FMI a partir del 2018 hasta la derrota electoral. Esta situación desembocó en un control de cambios mucho más duro que el recibido en 2015 y un horizonte de flujo de divisas que torna insostenible el pago de los vencimientos de deuda pública.

La recesión inducida por el programa de ajuste del Gobierno macrista permitió arribar a un final del 2019 con un superávit de la balanza comercial estimado en u$s 15.000 millones, sin duda importante pero consecuencia de la mencionada caída del nivel de actividad.

El desafío entonces es mantener un alto excedente de comercio exterior compatible con la reactivación del mercado interno y la capacidad de afrontar los vencimientos de deuda.

El escenario internacional y la inserción en el mismo juegan un rol clave en las cuentas comerciales. El mundo está inmerso en el desenlace de la crisis del 2008, que clausuró la etapa de globalización abierta en la posguerra fría a partir de 1989. El débil crecimiento económico que las naciones occidentales padecen desde hace una década pretende ser resuelto con una desarticulación de las relaciones de libre-comercio que signaron el período anterior, desembocando en un proteccionismo creciente, guerras devaluatorias y el abandono de bloques de integración económica.

La consecuencia del contexto descripto es el estancamiento del intercambio global, factor que complica la suba de las exportaciones como sendero general y que a la vez obliga a un cuidadoso seguimiento de las compras en el exterior.

Argentina padece la paulatina disolución del Mercosur como mercado interno ampliado por el cambio de rumbo decidido por Brasil, la histórica inviabilidad de encontrar complementariedad con la economía de EE.UU. y las dificultades geoestratégicas de avanzar en acuerdos más estrechos con China, aristas que complican un sendero claro de expansión de las ventas con el exterior.

Comprendiendo estos límites, la administración del comercio exterior se vuelve más relevante aún que en la tercera presidencia del anterior gobierno peronista. Como se señaló precedentemente, la balanza comercial es determinante de la reactivación interna y de la sustentabilidad del programa financiero. De hecho, la elasticidad importaciones/PBI en un modelo productivo es de 3 a 1, es decir, que para que el PBI crezca 1% las importaciones deberán aumentar un 3%. Por ende, el esfuerzo de regulación comercial es alto.

La evolución del comercio exterior a su vez condiciona la renegociación de la deuda pública, pues el flujo de divisas que allegue es la principal fuente de pago. Sustentabilidad de la balanza comercial y del programa financiero van de la mano, como también enfrentan a los exportadores y bonistas por la disponibilidad de dólares.

El desfiladero es angosto pero la potencialidad de la economía es enorme. Con el tiempo de crecimiento y organización de su intercambio comprendiendo el mundo vigente, la salida es posible.

22 DICIEMBRE 2019 REPORTE24//

EN SU CUENTA DE TWITTER, ALBERTO FERNÁNDEZ DIJO QUE PROPUSO LA INCORPORACIÓN DE UN ARTÍCULO QUE ESTABLEZCA “MECANISMOS DE COMPENSACIÓN DE LOS EFECTOS DE LOS DERECHOS DE EXPORTACIÓN PARA PEQUEÑOS PRODUCTORES Y COOPERATIVAS”.

El martes pasado el Gobernador le había presentado al Presidente de la Nación y al Ministro de Agricultura, un esquema de segmentación y reintegro de retenciones para pequeños productores.

El proyecto de ley de solidaridad social y reactivación productiva -de Emergencia Económica- aprobado por la Cámara de Diputados de la Nación, había incorporado, antes de su tratamiento, algunas modificaciones que en parte fueron propuestas conjuntas del gobernador Jorge Capitanich y empresarios del agro chaqueño.

Se trata de una de las modificaciones instruidas por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, para compensar a pequeños productores y así lograr los acuerdos necesarios que permitan “mejorar la situación de quienes la están pasando mal”, tal como él mismo lo comunicó en su cuenta oficial de Twitter este jueves.

La iniciativa legislativa sumó sugerencias que el Gobernador del Chaco le presentó al Presidente y al ministro de Agricultura, Luis Basterra, en un documento que contempla un esquema de segmentación y reintegro de retenciones.

Esto fue posible a raíz de que el lunes pasado el mandatario chaqueño recibió a representantes de la Federación Agraria, de la Federación Chaqueña de Sociedades Rurales (Fechasoru) y de distintas cooperativas que solicitaron la reunión para elaborar alternativas al esquema de retenciones del proyecto, para que Capitanich puediera mostrárselas a las autoridades nacionales.

“En conjunto analizamos el escenario que implicaba la actualización de topes fijos al esquema de derechos de exportación, y coincidimos en la necesidad de segmentar el esquema de retenciones”, señaló Capitanich.

Ese documento chaqueño, devenido en la última modificación incorporada por el bloque oficialista de diputados, se compone por dos medidas centrales: a) un esquema de reintegro según el tamaño de los productores; y b) distancia del productor a los puertos centrales del país, para que a mayor distancia sea menor la retención, también con el esquema de reintegro.

“El martes cuando firmamos la suspensión del pacto fiscal, le presenté el documento que elaboramos con la Federación Agraria y Fechasoru al presidente Alberto Fernández, quien me solicitó que haga lo propio con el ministro Basterra”, amplió el gobernador.

Este jueves el Presidente informó en Twitter la modificación: “propuse incorporar un artículo que disponga que el Poder Ejecutivo deberá establecer mecanismos de compensación de los efectos de los derechos de exportación específicos para pequeños productores y cooperativas”.

Después de una maratónica sesión en Diputados, finalmente el oficialismo logró la media sanción del proyecto de ley que este viernes se encamina a ser aprobado en el Senado de la Nación.

 

17 DCIEMBRE 2019 REPORTE24//

DÓLAR, TARIFAS, JUBILACIONES, RETENCIONES E IMPUESTOS, TODOS LOS CAMBIOS QUE IMPULSA ALBERTO FERNÁNDEZ PARA ENFRENTAR LA CRISIS ECONÓMICA Y SOCIAL.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció hoy un paquete de medidas en el marco del proyecto de Emergencia Pública que el Poder Ejecutivo envío al Congreso de la Nación.

En su segunda conferencia de prensa, el funcionario detalló los alcances de la medida. Se establece que la emergencia se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2020 y declara la emergencia en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social.

Aquí, las principales claves del paquete del gobierno de Alberto Fernández:

DOLAR PARA ATESORAMIENTO

Se crea el impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS). El mismo establece un recargo del 30% para la compra de dólares no solo para turismo sino también para ahorro. Así, con estos valores, habría un dólar de 63 pesos para operar en comercio exterior y de 82 pesos para operaciones financieras y de turismo. "Necesitamos desalentar el ahorro en una divisa que no producimos", explicó el ministro.

CONGELAMIENTO TARIFAS

El proyecto del gobierno contempla una "reducción de la carga tarifaria real sobre los hogares y las empresas para el año 2020". En ese caso, según explicó en conferencia de prensa el ministro de Economía, Martín Guzmán, significa el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos por seis meses.

AUMENTO JUBILACIONES

El gobierno plantea suspender la fórmula movilidad de los haberes previsionales que había establecido Mauricio Macri y se compromete a fijar trimestralmente un aumento de las jubilaciones, aunque no especifica cual será el índice ni la cláusula de ajuste. Además, según el ministro Guzmán habrá un bono de 5 mil pesos en diciembre y en enero para los jubilados que perciban el haber mínimo.

BIENES PERSONALES

Se establece que aquellas personas que tengan bienes personales en el exterior podrán pagar hasta un 100% más de impuesto.

Las nuevas alícuotas del impuesto irían desde un mínimo del 0,5% para quienes tengan más de 2 millones de pesos (algo más de 31 mil dólares) y hasta 5 millones, que asciende a 0,75% para quienes tengan entre 5 y 8,5 millones, 1% para quienes tengan entre 8,5 y $20 millones y 1,25% para quienes superen los 20 millones de patrimonio, siempre calculados sobre el excedente del mínimo no imponible, de $2 millones. Con esta modificación, las alícuotas para bienes en el exterior podrían ascender a 1%, 1,5%, 2% y 2,5%.

RETENCIONES

Guzmán anunció que se suben los topes a las retenciones a las exportaciones de soja hasta el 33% y en el caso del trigo y el maíz hasta el 15%.