ENCUENTRO DE PRESIDENTES
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó a la ciudad de Panamá para participar de la VII Cumbre de las Américas con una agenda enmarcada en la cuestión Malvinas y los fondos buitre, entre otros temas políticos de la región, atravesada por diversas tensiones entre Estados Unidos y los países latinoamericanos. La mandataria difundió fotos de su llegada en las redes sociales.
En un marco de medidas extremas de seguridad, la Presidenta llegó a las 21 –las 23 de Argentina- a Panamá para exponer mañana en las sesiones plenarias de deliberación la posición argentina sobre los diferentes puntos que han elaborado los cancilleres de cada país, pero que no han logrado un consenso.
En particular, en la agenda de la mandataria argentina aparece un tema que se reitera en todas las cumbres y que es el reclamo a Gran Bretaña y el pedido de apoyo a todos los países para que el Reino Unido cumpla con las resoluciones de las Naciones Unidas y acceda a dialogar con Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas.
Al finalizar ayer la reunión de ministros de Relaciones Exteriores, el canciller Héctor Timerman confirmó que Cristina hablará sobre la cuestión Malvinas y en especial sobre el aumento de la militarización en esa zona por parte de Gran Bretaña.
En ese sentido, Timerman también se refirió a la denuncia penal presentada por Argentina contra las empresas que realizan la exploración y explotación hidrocarburífera en las Islas y sostuvo que el gobierno argentino “espera que la justicia condene a quien usurpa y roba lo que es parte de las riquezas naturales de la Argentina”.
EL arribo de la Presidenta
Otro de los puntos sobre el que se espera que durante su discurso la jefa de Estado argentino haga mención es la relación de los fondos buitre con el poder político de los países desarrollados que les permite operar sin una regulación a la especulación financiera.
Con la presencia del primer mandatario estadounidense en el auditorio, la presidenta además podría manifestarse sobre uno de los temas que domina la Cumbre, como es la injerencia política plasmada en las declaraciones de la funcionaria estadounidense Roberta Jacobson quien opinara que la economía argentina “está en muy mal estado”.
Sin un documento final aprobado al igual que sucedió en la pasada cumbre de Cartagena (Colombia) en 2012, el principal foco de atención importante de la VII Cumbre será la reincorporación de Cuba a un encuentro convocado por la Organización de Estados Americanos (OEA) luego de que Estados Unidos y el gobierno cubano retomaran las negociaciones diplomáticas tras más de 50 años.
Timerman remarcó que “el hecho de que Cuba esté hoy sentado en la cumbre es producto de grandes debates”.
“La Argentina está muy orgullosa de haber apoyado siempre la presencia cubana”, agregó el canciller argentino quien afirmó que “el debate político sí trae soluciones, ya que hoy Cuba participa de la Cumbre de las Américas”, en respuesta al espíritu que quiere imponer Estados Unidos, Canadá y Panamá de no debatir aspectos políticos sino solo cuestiones técnicas.
A la falta de acuerdos programáticos con Estados Unidos y Canadá sobre las obligaciones del Estado en la educación, la salud, el trabajo o el medio ambiente, se suma el decreto firmado por Obama que declara a Venezuela “una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos”, lo que tensa aun más la relación entre los bloques de países que parecen divididos por una cuestión más profunda que Cuba o Venezuela, sino por un viejo fantasma de los años 90: el ALCA.
A 10 años de la cumbre de Mar del Plata, donde los presidentes de sudamérica rechazaron el tratado de libre comercio que impulsaba Estados Unidos con el entonces presidente George Bush (h), desde medios norteamericanos de habla hispana ya se consulta a los representantes de la región sobre la posibilidad de configurar un nuevo esquema geopolítico comercial como fue el fracasado ALCA.
A diferencia de las cumbres de Unasur o Celac, el contexto en Panamá es muy favorable a los deseos de Estados Unidos y será misión de los presidentes sudamericanos de fijar posición y evitar que no se convierta en “histórico” un nuevo reposicionamiento de países aliados a la Casa Blanca y desde allí se motorice la posibilidad de un nuevo tratado comercial.
También evidencia una situación armada desde la logística de la Cumbre a favor del gobierno norteamericano el hecho de que los jóvenes venezolanos y cubanos que están a favor de sus gobiernos populares no hayan sido incluidos en los debates de la sociedad civil y la juventud.
En la tercera y última cumbre de las Américas de su mandato, la Presidenta comenzará mañana a las 9 –las 11 de nuestro país- con su participación en la Cumbre que terminará mañana mismo con una foto con todos los presidentes de los países americanos.
Acompaña a Cristina una comitiva integrada por el secretario Legal y Técnica, Carlos Zannini; el secretario de Asuntos relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus; el senador nacional Ruperto Godoy; y el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro.
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