CRECE EL ESCÁNDALO: AHORA REVELAN VÍNCULO ENTRE FLYBONDI Y DIETRICH
Luego que se mostrara la fuerte relación entre los dueños de la firma low cost y Mario Quintana, ahora se suma otra conexión, esta vez con el ministro de Transporte.
Juan Ignacio Amorín/El sospechoso caso FlyBondi, la firma low cost que pese a no contar con aviones ni patrimonio obtuvo el 70% de las rutas solicitadas, continúa escribiendo nuevos y comprometedores capítulos para funcionarios del actual Gobierno. Tras revelar los vínculos entre Richard Gluzman y el coordinador del Gabinete económico, Mario Quintana, ahora quedó expuesta la conexión entre el propio socio de la empresa y quien le habilitó las rutas, el ministro de Transporte Guillermo Dietrich.
Según adelantó el sitio La Política Online, Dietrich S.A, compañía de la familia del ministro a cargo de la asignación de rutas aéreas colocó hace tan sólo un año unos 100 millones en obligaciones negociables a través del Banco Supervielle donde Richard Gluzman, socio de la firma y curiosamente director de Modernización de ACUMAR, se desempeña vicepresidente, lo que deja seriamente expuesto al ministro, quien había adelantado que no existía ningún tipo de conflicto de interés alrededor del caso.
“Hubo 47 ofertas por 175 millones pero se adjudicaron 100 millones, a la Tasa Variable Badlar de bancos privados más un margen de corte cuyo resultado de licitación fue de 4,79 %, con vencimiento el 7 de abril de 2018”, destaca la publicación del sitio.
En el documento, al que pudo acceder El Destape, se detalla que los colocadores de dichas ON fueron la sociedad de bolsa Raymond James, junto al banco Supervielle de Gluzman, y detrás, como subcolocador, estuvo el Banco Patagonia.
La semana pasada, había salido a la luz que además de los ya conocidos vínculos entre Gluzman y Quintana, se le sumaba otro que dejaba aún más expuesta a la firma: Gastón Parisier, el otro socio de la low cost, comparte el directorio de la compañía Big Box con Lucas Werthein, quien desempeña funciones en el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), el mismo que podría facilitarle el negocio a la empresa a través de una habilitación clave.
La firma ya había quedado en medio de la polémica cuando le fueron adjudicadas 69 de las 99 rutas de cabotaje que había solicitado, siendo la compañía más beneficiada, detrás de la suspendida Avianca, pese a no contar con aeronaves ni con una estructura financiera ni técnica mínima para operar.