LA ACUSACIÓN TAMBIÉN IMPLICA A MARCOS PEÑA POR LA VENTA DE UNA ESTRATÉGICA EMPRESA ESTATAL. ACUSAN QUE DETRÁS DE LA VENTA ESTÁ EL PODEROSO MARCELO MINDLIN.
Gino Viglianco/El legislador porteño Leandro Santoro y el Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Neuquén, Carlos Enrique Quintriqueo, denunciaron al presidente, Mauricio Macri, al jefe de Gabinete, Marcos Peña y al ministro de Energía, Juan José Aranguren, por la venta de las acciones que el Estado tenía en el poderoso monopolio que distribuye energía, la Compañía de Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión (Transener). La acusación sostiene que detrás de la comercialización de las acciones de la estatal está Marcelo Mindlin, el poderoso empresario dueño de Edenor que se benefició con el tarifazo de energía eléctrica y que le compró al primo del presidente, Ángelo Calcaterra, la constructora IECSA.
La denuncia, por asociación ilícita, describe la ruta de vinculaciones que lleva a la acusación: el subsecretario de Coordinación Administrativa, Marcelo Pedro Blanco, quien llamó a un asesoramiento privado para la venta de acciones, fue parte del directorio de la empresa Pampa Energía entre 2013 y 2016. Mindlin, quien según la imputación es el principal beneficiado por la venta de acciones, es el dueño de Pampa Energía, es decir que fue jefe de Blanco.
Por el decreto 882/17, del 31 de octubre de 2017, el gobierno había instruido “al Ministerio de Energía a impulsar las medidas necesarias para proceder a la venta, cesión u otro mecanismo de transferencia” de las tres centrales de generación eléctrica Ensenada de Barragán, Brigadier López y Manuel Belgrano II. Además ordenó vender las acciones que el Estado tiene a través de Enarsa en Citelec, la controladora de Transener.
Citelec tiene un 25,5 por ciento en manos de Pampa Energía (grupo Mindlin); 12,75 por ciento de Electroingeniería; 12,75 por ciento de la estatal Enarsa y el restante 49 por ciento en acciones que cotizan en Bolsa. El 30 de septiembre de 2016 se concretó la venta del paquete accionario de Electroingeniería a Enarsa, con lo cual la empresa estatal pasa a tener el 25,5 por ciento de Citelec. Es decir, que pasa a compartir, en partes iguales, el grupo de control con Pampa Energía.
El actual titular de Enarsa es Hugo Balboa, un ex directivo de Shell Argentina designado por Aranguren en ese cargo.
La denuncia además explica que la venta de la empresa es absurda desde lo económico debido a que “ha experimentado ganancias por treinta millones de dólares en el ejercicio del año pasado”. Un informe de Federico Bernal, publicado en OETEC, muestra que la empresa Transener registró una ganancia de 1.437 millones de pesos solo entre enero y septiembre de 2017, que significó una mejora del 360% respecto del mismo período de 2016 en el cual se registró una pérdida de 552 millones.
“La pregunta es simple ¿Por qué se quieren desprender de una empresa que da ganancias?”, preguntó el denunciante Santoro en diálogo con El Destape.
La denuncia cayó en el Juzgado Nº 2 en lo Criminal y Correccional Federal, a cargo del juez Sebastián Ramos, quien ya tenía a su cargo una denuncia de Elisa Carrió contra el ministro de Energía, Julio De Vido por la caso “Petrolao en Transener”. El fiscal sorteado es Guillermo Marijuan.
El motivo de la denuncia al Presidente se explica en uno de los párrafos de la acusación: “El desparpajo distributivo en la titularidad de los negocios de energía hace indiscutible el interés, conocimiento y antecedentes del Presidente Macri, por ello es que la denuncia tiene fundamentos como para sostener que el Ingeniero Presidente ha dispuesto medidas que perjudican a la Nación y beneficia a su grupo de negocios”.
La decisión de venta encontró una fuerte oposición en el radicalismo, manifestada duramente en una carta firmada por el presidente del comité nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, dirigida a Aranguren. A su vez, llevó al diputado radical, Ricardo Alfonsín ponga el grito en el cielo: “Espero que la UCR persuada al Gobierno de que sería un grave error privatizar Transener. Se trata de un monopolio natural en un sector estratégico para la economía de los argentinos. No hagamos algo de lo que, cómo en el caso de la venta YPF en los ’90, nos vanos a arrepentir”.