El micro en primer plano. La gente sentada en la mitad de la autopista con barbijos y bolsos. La escena duró seis horas y generó desconcierto por la falta de planificación
del operativo. Eran 59 pasajeros, la mayoría extranjeros, circulando en medio de la cuarentena sin que nadie supiera a dónde iban, ni siquiera ellos.
Una mujer, con 40 grados de fiebre, terminó internada en el Hospital Pirovano y con el resto de sus compañeros de viaje en aislamiento preventivo, bajo la sospecha de que podía tener coronavirus.
Esa mujer había entrado al país desde Perú. Con el cierre de fronteras quedó retenida en Jujuy. Así fue hasta que la subieron a este ómnibus, que partió el miércoles pasado, hacia Buenos Aires. Tenía fiebre y su estado preocupó tanto a las autoridades como al resto de los pasajeros.
En las últimas horas se conoció el resultado de su test y dio negativo en COVID-19, algo que trajo alivio.
El micro que partió de Jujuy y estuvo seis horas parado en la General Paz, en un operativo de la Policía de la Ciudad. Foto Germán García Adrasti.
Iban junto a ella 3 peruanos, 2 bolivianos, 22 colombianos, 21 venezolanos, 12 argentinos -contando los dos choferes- y un brasileño, que permanecen en hoteles de la Ciudad a la espera de que sus embajadas coordinen la repatriación o, en algunos casos, que se resuelva su situación como refugiados.
Los extranjeros tienen que cumplir los 14 días de cuarentena aunque, pasados los siete días y tras un segundo hisopado, pueden terminarla si tienen un domicilio que declarar.
El episodio empezó a generar revuelo el martes pasado cuando le informaron a unas 60 personas que serían trasladados aunque sin darles información sobre sus destinos.
Estaban en hoteles y comedores comunitarios recibiendo asistencia hacía dos semanas, desde que cerraron las fronteras. Organismos de Derechos Humanos denunciaron la situación y pidieron un hábeas corpus que fue rechazado.
El micro detenido en la General Paz. Foto Germán García Adrasti
Todo hasta que, con el micro detenido en la General Paz, estalló la situación.
La investigación del hecho quedó en manos del juez federal Julio Ercolini y del fiscal Gerardo Pollicita, encargados del primer turno judicial de abril en Comodoro Py. Deberán definir la situación, no sólo de los pasajeros, sino también de los responsables del traslado, para determinar si se cumplieron los protocolos correspondientes.
EMJ
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