La cuarentena política de María Eugenia Vidal: bajo perfil y unas pocas reuniones por zoom con dirigentes

cuarentena con sus tres hijos en su nuevo departamento de Palermo, conectada por teléfono y pantallas con dirigentes del PRO, intendentes, legisladores y referentes de organizaciones. Con Horacio Rodríguez Larreta habla seguido. También aprovecha el aislamiento obligatorio para terminar de acomodarse en ese PH, al que se mudó hace un mes y medio. En los últimos días salió dos veces, con un permiso especial otorgado por la Ciudad: una para reunirse en persona con el jefe de Gobierno porteño, en la sede de Uspallata; otra para encontrarse con María Migliore, ministra de Desarrollo -cargo que ella misma ocupó-, en el ex Elefante Blanco de Villa Lugano.

Sin cargo, Vidal se sumó al Comité de Crisis de la Ciudad armado para afrontar el avance del coronavirus. “No lo integra, participa. Con Horacio ya venía hablando, pero en este contexto el 99% tiene que ver con temas sanitarios y sociales”, buscaron bajarle el tono a su lado.

A esas dos salidas se agregaron teleconferencias con otros funcionarios. Con Fernán Quirós -titular de la cartera de Salud- habló este martes. También con los intendentes del PRO del conurbano, en especial con Néstor Grindetti -Lanús- y Jorge Macri, de Vicente López. El jueves por la noche mantuvo una larga conversación a través de la aplicación zoom con todos los senadores del bloque provincial de Juntos por el Cambio y hablaron de mantener el apoyo a las decisiones de la Casa Rosada y de la gobernación bonaerense frente a la pandemia. También conversó con otros dirigentes del PRO. La mayor actividad no cambiará su decisión de mantenerse por ahora alejada de los medios: “Es momento de que hablen los que están gobernando”.

Mirá también

Mirá también

Coronavirus: Jaime Durán Barba elogió a Alberto Fernández por “saltar la grieta” y le pidió a Juntos por el Cambio dejar de ser oposición y “pararse como argentinos”

La ex gobernadora bonaerense estaba dedicada al armado de una fundación, las charlas en algunas universidades y a preparar un libro para fin de año. Desatada la pandemia, publicó mensajes en redes sociales para pedir donaciones por la plataforma #Ayudardesdecasa para asociaciones civiles, comedores, centros comunitarios, parroquias y hogares de día. También subió un video en el que expresó respaldo a Alberto Fernández y los dirigentes con responsabilidades de gestión.

“Poner nuestra parte es acompañar y apoyar las decisiones del Presidente, de los gobernadores y de cada intendente”, ratificó así su posición del lado de los conciliadores en la disputa del PRO y Juntos por el Cambio. Aun sin expresarse públicamente, dejó trascender su rechazo al fogoneo de los cacerolazos de la semana pasada en algunos puntos de la Ciudad y también evitó confrontar con Axel Kicillof, incluso cuando el gobernador o alguno de sus ministros cuestionaron su gestión en la provincia, y se limitó a ponderar su rol en la implementación del SAME en el área metropolitana. “Es un momento muy crítico y tenemos que trabajar juntos. La pandemia no distingue el color político”, transmitió Vidal, que se comunicó con Kicillof para “ponerse a disposición” para colaborar durante la emergencia.

Algunos en el espacio opositor interpretaron que Rodríguez Larreta la sumó a trabajar bajo su ala también como un mensaje por el conflicto interno entre “duros” y “moderados” en Juntos por el Cambio. Vidal buscó mostrarse al margen de esa lectura y otras que corrieron, como que podría tratarse de un movimiento para retomar la actividad política en el distrito en el que fue ministra de Desarrollo durante el primer mandato de Mauricio Macri y luego su vicejefa de Gobierno. “Dijeron eso porque Horacio le pidió que lo ayude en la crisis, pero no es así. María Eugenia sigue al mando en la provincia, con la posibilidad de ser candidata ahí el año que viene”, arriesgó un dirigente de su confianza.