Martín Guzmán presentaba este jueves los detalles de la propuesta que su gobierno elaboró para reestructurar los pagos de la deuda en mano de los acreedores privados. Se trata de un
paso fundamental en las gestiones para tratar de evitar otro default.
El primer mandatario decidió mostrarse con gobernadores y con otros actores de la vida política nacional para hacer público el plan que diseñó el ministro de Economía, Martín Guzmán, para aplicar una quita en los bonos emitidos bajo legislación extranjera y postergar sus vencimientos.
“Lo que vamos a firmar es algo que podamos cumplir como gobierno y como país”, reiteró días atrás el Jefe de Estado, luego de reconocer que las negociaciones para resolver la crisis de la deuda se vieron afectadas por la debacle mundial que provocó la pandemia del coronavirus.
La Argentina completó en la víspera la presentación ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) para emitir bonos por hasta 50.500 millones de dólares. Se trató de un paso de formal y necesario para avanzar hacia una instancia de definiciones de la en la negociación que, según aseguró el presidente Fernández, se inició incluso antes de su llegada a la Casa Rosada.
La estrategia presentada este jueves es la que se utilizará con los bonistas privados que poseen títulos emitidos en 2005 y los concretados a partir de 2016, que serán los susceptibles de canje.
Tal como lo calcularon en el Gobierno, ese universo de acreedores posee deuda por un total de 68.800 millones de dólares.
Uno de los puntos que determinarán el margen de maniobra con el que el Gobierno encarará este tramo final de la negociación tiene que ver con las diferencias entre los contratos respecto a la cláusula de aceptación colectiva.
Es que, mientras los bonos emitidos en el 2005 necesitan de una aceptación del 85% de los tenedores para poder activar y completar un canje de todas las series afectadas, en los títulos emitidos desde el 2016 el umbral es del 66,6%. Esos porcentajes son los que marcan el nivel de éxito que tendrá que alcanzar el equipo encabezado por Guzmán para evitar otro default.
La negociación de la deuda fue la prioridad con la que Alberto Fernández asumió el 10 de diciembre pasado porque, a partir de la crisis cambiaria que se desató en 2018, la Argentina quedó al borde de la cesación de pagos.
Ante esa situación, el anterior gobierno encabezado por Mauricio Macri recurrió a un megacrédito del Fondo Monetario Internacional de hasta 56.300 millones de dólares, de los cuales se recibieron alrededor de 44.000 millones porque Fernández decidió rechazar los desembolsos restantes al denunciar que esos recursos se utilizaron sin control y se destinaron a “financiar la fuga de capitales”.
La situación con el FMI demanda un capítulo propio en las gestiones que inició Fernández por la incapacidad de la Argentina de cumplir con sus compromisos.
Por supuesto, que toda esa situación y la incertidumbre política que generó el proceso electoral del año pasado se materializó en avances históricos del Riesgo País, que en los últimos días volvió a posicionarse sobre los 4.000 puntos básicos.
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.