Lo buscaban por un crimen en Pinar de Rocha y cayó por un tiroteo en Cañuelas

que estaba pasando. Cuando llegó el patrullero, todavía seguían los gritos. Entre un grupo de cuatro, uno disparaba al aire: era Thiago Emanuel Quintana (20), prófugo por un crimen en el boliche Pinar de Rocha, en Morón, el pasado 9 de febrero.

Todo empezó como una pelea, confiaron fuentes del caso, y fue creciendo hasta que alguien tiró. Con la Policía en el lugar, todos corrieron en distintas direcciones. Quintana se metió en una casilla, donde descartó el arma. Hasta ahí lo siguieron y lograron capturarlo. Además, detuvieron a Cristian Orquera, de 27 años.

Cuando dieron aviso a la UFI N° 2 de Cañuelas y registraron las identidades de Quintana y Orquera, los policías descubrieron el pedido de captura.

Desde el 15 de febrero, seis días después del crimen, los investigadores habían identificado a Quintana como el autor de los ocho disparos contra el frente del boliche Pinar de Rocha. Uno de esos mató a Leonardo “Pollo” Martínez (33) e hirió a un empleado de seguridad en un brazo.

Ni en su domicilio de Lanús, ni en los lugares que frecuentaba, lograron encontrar a Quintana. Estaba “guardado” en esta zona de Cañuelas y este lunes el fiscal Mario Ferrario le tomará declaración indagatoria por el homicidio. Lo mismo hará su par de la UFI N° 2 de Cañuelas.

Es que dentro de la casilla donde los capturaron hallaron, además del arma, cinco kilos de marihuana en una valija, fraccionada para su distribución. Eso, sumado a la pelea, les valdrá otra causa judicial por tenencia ilegal de arma, tenencia de drogas y tentativa de homicidio. 

El crimen en Pinar de Rocha

En la disco más famosa de la zona oeste del GBA, el domingo 9 de febrero realizaban un after que empezaba alrededor de las siete de la mañana, continuaba después del mediodía y se extendía hasta la noche.

Las mesas VIP contratadas con anticipación, la música electrónica y la oferta de largas horas de fiesta son algunos de los componentes que hacen de estos eventos de los más concurridos de la zona.

Leonardo “Pollo” Martínez era relacionista público del boliche de Villa Sarmiento, en Morón, desde hacía años. También pertenecía a la barra de Boca. Ese domingo el seguridad no reconoció a Quintana y lo dejó pasar. Adentro, Martínez lo vio y lo hizo sacar.

Quintana salió tranquilamente. Así se lo ve en las imágenes de las cámaras de seguridad. Caminó hasta su Volkswagen Bora negro, conversó con alguien por la ventanilla y avanzó lentamente hasta la puerta del boliche. Desde arriba del auto sacó el arma y disparó contra todos los que estaban en la puerta de Pinar de Rocha.

A Martínez un tiro le dio en el cuello y murió poco después de llegar al Hospital Interzonal General de Agudos “Luis Güemes”, de Haedo.

Según pudieron reconstruir los investigadores, Martínez salía con una ex pareja de Quintana y fue ese el inicio del conflicto que terminó con el homicidio. 

EMJ