El plan de desconfinamiento en Francia, a partir del 11 de mayo, fue largamente aprobado en la tarde del martes por una mayoría de diputados
franceses en la Asamblea Nacional. Aunque tenga un valor simbólico y consultivo, de los 571 votos, 368 legisladores votaron por video a favor, 100 en contra y 103 se abstuvieron. El coronavirus forzó la virtualidad: solo 75 diputados estaban en el recinto para respetar el distanciamiento social. La izquierda se opuso, el centrista MODEM votó a favor y una diputada psiquiatra oficialista, Martine Wonner, se sumó a los votos en contra.
El primer ministro Edouard Philippe utilizó un tono mesurado para decirle a los franceses que deberán “aprender a convivir con el virus”, con una vida progresiva hacia la normalidad. La nueva vida comenzará el 11 de mayo, pero puede ser postergada si hay indicativos inquietantes.
“Yo le digo a los franceses: si los indicadores no son los indicados, nosotros no desconfinaremos o lo haremos más estrictamente”, dijo el primer ministro. Poco después se anunciaron 367 muertos en las últimas 24 horas en Francia, una cifra menor a los 437 víctimas del día anterior, y 23.600 personas fallecidas desde el 1 de mayo. Hay más salidas que entradas en los hospitales, en una tendencia que alienta al gobierno.
Habrá clases, comercios abiertos, “tele- trabajo” permanente. Pero el desconfinamiento el próximo 11 de mayo no será posible sin una larga difusión de las máscaras, las grandes faltantes de esta crisis de la pandemia francesa. Las clases y las guarderías comenzarán progresivamente ese día desde el colegio maternal porque la educación “es justicia social”, pero solo con 15 y 10 chicos respectivamente por aula. Los liceístas comenzarán el 18 de mayo. El premier mencionó la economía pero su preocupación mayor fue la salud.
Los alumnos del maternal no usarán máscaras porque no es conveniente. Pero los directores tendrán máscaras pediátricas si presentan síntomas, antes de que sus padres lleguen a buscarlo. El trabajo desde la casa continuará mayoritariamente para evitar la utilización de transportes públicos.
Francia va a producir máscaras y llama a la movilización de todos para tenerlas antes del 11 de mayo, cuando la vida limitada en el país se va a reiniciar. Las empresas deberán proveer estos elementos de seguridad a sus asalariados. Una plataforma de internet distribuirá cada semana millones de máscaras al público vía el correo, además de las farmacias. Los alumnos recibirán máscaras para ir al colegio. Las máscaras serán obligatorias en los transportes , en los comercios, en los taxis y Uber, que no tienen protección de plexiglás.
“Ha llegado el momento donde nosotros debemos decir como nuestra vida va a recomenzar” dijo el primer ministro, tono severo, en una Asamblea con solo 75 diputados, a causa del distanciamiento social. ”Proteger, testear y aislar” será la política. Se harán 700.000 test serológicos por semana desde el 11 de mayo, día del comienzo del desconfinamiento.
Seis dominios fueron tratados por el premier: las escuelas, los comercios, las empresas, test y aislamiento de enfermos,máscaras y derecho a reunión. Un discurso que fue seguido en Francia por millones de confinados para conocer las condiciones de su “liberación”.
Los franceses consideran que el gobierno mintió sobre el rol de las máscaras porque no había suficientes. Ahora el primer ministro Edouard Philippe promete que “habrá máscaras suficientes para hacer frente a las necesidades a partir del 11 de mayo”, cuando se inicia el progresivo desconfinamiento. “Habrá que aumentar la producción nacional de máscaras quirúrgicas en tanto se pueda. No es fácil pero nosotros hemos conseguido doblar y aumentar pronto cinco veces la producción inicial. Mientras tanto, reservar el stock a los hospitalarios, es rechazar la distribución a los otros. Es una opción difícil.Una opción polémica. Una opción que yo estimo necesaria”, dijo el primer ministro, como respuesta a la más sensible de las criticas a la política del gobierno frente a la crisis.
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El país se dividirá en regiones rojas y verdes, según la progresión del virus. De el dependerá como avanza la vida cotidiana.El gobierno tendrá los 700.000 test como objetivos semanalmente. ”El objetivo final de esta política es de permitir aislar lo más rápido a los portadores del virus y frenar las cadenas de transmisión”, explicó.
“Los comercios pueden abrir el 11 de mayo”, dijo el primer ministro. El “tele -trabajo” debe mantenerse por todos lados donde es posible, especialmente en las próximas 3 semanas. ”Yo le pido con firmeza a las empresas. Debe continuar para limitar los recursos en los transportes públicos y para limitar globalmente los contactos. No hay un antes o un después del 11 de mayo”, dijo. Una decisión final sobre los bares, cafés y restaurantes se discutirá el 2 de junio. Los parisinos exilados del virus en las provincias y en la campiña deberán regresar a Paris en trenes, que serán muy limitados.
Los franceses podrán salir, caminar,con distancia social pero no podrán practicar deportes en gimnasios y ni alejarse más allá de 100 kilómetros, salvo motivos fundamentales. Los parques y jardines seguirán cerrados y las playas clausuradas hasta el 1 de junio.
El transporte es la clave para no generar más epidemia. Las restricciones serán mayores y habrá un 30 por ciento menos para evitar la contaminación.
Ni festivales ni futbol para esta temporada. Los lugares de culto estarán abiertos pero sin ceremonias hasta el 1 de junio y los funerales deberán ser autorizados para proteger a los vivos. Los cementerios estarán abiertos al público pero a los funerales podrán asistir hasta 20 personas. Las bibliotecas y pequeños museos serán reabiertos el 11 de mayo. Cines, teatros y museos grandes seguirán cerrados.
Las nuevas reglas de vida social “a la francesa” no serán fáciles pero el primer ministro apela “al civismo” de sus compatriotas para aplicarlas con rigor. Los ciudadanos podrán circulan sin el papel de autorización, en un retorno a la vida social con restricciones. Para evitar que las reuniones sean una fuente de propagación del virus serán limitada a 10 personas.
“Yo pido a las personas de más de 65 años, paciencia. Las visitas privadas, cuando ellas vuelvan, deben ser hechas con precaución, como las salidas”, alertó el primer ministro.
Una hora y media para explicar a los franceses, desde la Asamblea Nacional, como será la nueva vida, como modificar la “cadena del virus por una cadena de solidaridad” para que no vuelva el coronavirus.
Los sindicatos de los ferroviarios dijeron que al discurso “le faltó precisión, especialmente sobre la distancia social en los trenes”. Philippe Martínez, secretario general de la CGT, declaró que “la salud de los trabajadores no está garantizada” y se necesitan “precisiones sobre la protección”.
El diputado de Francia Insumisa, Adrien Quatennens aseguró que “Edouard Philippe ha hecho lo que ha podido. Sobre muchos aspectos, nosotros no estamos listos para desconfinar”, reconoció.
El Paris St Germain, el club de fútbol, no se resigna y está listo a jugar sus partidos de la Liga de Campeones fuera de Francia, en lugares a designar.
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