La Comisión Nacional de Valores (CNV) dispuso que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) en pesos deberán invertir al menos el 75 % de su patrimonio en instrumentos financieros exclusivamente en moneda
nacional, una medida que se complementa con la adoptada hace pocos días en la que se fijó un límite del 25% a la tenencia de divisas en FCI en pesos y en FCI en dólares pero que emitieron cuotapartes en moneda local.
Pero el mercado leyó sobre todo la medida como un preludio de lo que se viene: allanar el camino no sólo para la compra de bonos públicos por parte de estos productos sino también próximamente de los bancos.
A grandes rasgos, el plan oficial es bajar la exposición de los bancos a Leliq y hacer que inviertan esos recursos en títulos del Tesoro de modo de evitar recurrir al financiamiento monetario para cubrir el creciente bache fiscal.
Federico Furiase, Director de Eco Go, señala: “Por un lado ayudaría al roll over de los vencimientos en pesos mientras el Tesoro busca bajar la tasa real y financiar déficit con emisión monetaria. El problema de eso es que genera crowding out (efecto desplazamiento) al sector privado que hoy necesita financiamiento a tasas bajas mientras se extiende la cuarentena. Además, sería un riesgo para la cartera de los bancos y la estabilidad de los depósitos, que los bancos aumenten exposición al sector público en un contexto de riesgo de default y presión cambiaria.”
Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, apunta por su parte: “Es expansivo porque sacás pesos y los mandas a financiar déficit. No le veo el beneficio y sí veo muchos costos adicionales. Preferible que siga emitiendo. Me parece que es para armar una ficción de que se financian en pesos voluntariamente de forma más o menos significativa y forzar una curva local y empezás a comprometer de forma mucha más directa el patrimonio del sistema financiero y la liquidez que hay detrás de los depósitos. Eso va impactar en la percepción de riesgo de los depositantes. Así, como plan, no sirve. Si me decís que esto es la pata de un plan mucho más amplio y consistente, con presupuesto, régimen monetario-cambiario definido y sin caer en default, es otra cosa”.
Fernando Marull, economista de FMyA, es sintético: “La idea es mala. Primero porque es expansiva, desesteriliza, saca liquidez que está en los bancos para dársela al fisco y que gaste. Segundo, genera mayor exposición al sector público y sube el temor sobre la solvencia del sistema bancario”.
Un informe de Econviews también aclara los riesgos involucrados: “Con las Leliqs los pesos quedan ‘esterilizados’, mientras que con los bonos más temprano que tarde los pesos están ‘sueltos’ en la calle”.
Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, explica: “Se está hablando de cambiar financiamiento con emisión monetaria por financiamiento bancario del déficit fiscal. Habrá que ver qué tasa de rendimiento les ofrecen y si es una decisión de los bancos o si es compulsivo. Si esto hubiera pasado en 2017 para reducir el stock de Lebac a mí me hubiese parecido una buena medida. Hoy el stock de Leliq no es tan alto, no está la posibilidad de dolarizarse.”.
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.