Cuidar la salud mental es imprescindible ante una situación de crisis como la del coronavirus, por eso el papel de los psicólogos se convierte en fundamental para ofrecer ayuda
y dar herramientas para gestionar emocionalmente una crisis sin precedentes a nivel mundial, con el miedo y la incertidumbre como ingredientes principales.
Licenciada en psicología, de 25 años, Sol Buscio estaba conflictuada porque quería dar una mano desde su labor pero no sabía cómo. Hasta que tuvo una epifanía y esa necesidad interior mutó por algo concreto: ofrecer sus servicios para contener y apoyar a quien lo necesitara cuando la angustia y la ansiedad se hicieran carne viva.
Como sucede con casi todo, el ofrecimiento sería online y de manera gratuita. Lo difundió en sus redes sociales “de vacas flacas”, grafica ella, pero sucedió lo impensado. “Empezó a surgir una demanda inusitada… Veinte, cuarenta, ochenta, más de cien consultas diarias de gente urgida, voraz de recibir un abrazo, una mirada, un oído… Y fui advirtiendo que yo sola no podría, por lo que decidí abrir el juego y convocar a colegas“.
Actualmente Buscio, que es de Castelar, cuenta con una red de más de 60 psicólogos voluntarios “primero los conocidos, y luego otros desconocidos (muchos que lo hacen desde países como México, Colombia, Uruguay y Canadá), que estamos ofreciendo contención a quienes más auxilio les urge ante la crisis sanitaria que estamos viviendo. Calculamos que recibimos hoy en día unas 200 consultas diarias”.
Sol Buscio tuvo la idea a partir de una necesidad interior: “Hice la convocatoria por Instagram y empezó a surgir una demanda impensada… Veinte, cuarenta, ochenta, más de cien consultas diarias”.
”Acompañamiento y escucha es lo que brindamos”, enfatiza Buscio, que aclara que no es lo mismo que “ofrecer un tratamiento”. La psicóloga siente que es de utilidad esta iniciativa “porque nos damos cuenta de la enorme cantidad de personas que están atravesando cuadros de angustia, ansiedad y depresión ligadas al miedo por lo que genera la incertidumbre actual por el Covid-19”.
Objetivamente se apunta “a brindar herramientas y un espacio para que se expresen y descarguen, ya que hay mucha gente sola que está trabada y no sabe cómo responder ante situación que no registra antecedentes”. La consulta puede realizarse por llamada o videollamada, de una duración de 30 minutos, y cada profesional de los que estamos a cargo se ocupa del seguimiento de cada “paciente”.
Buscio, explica, es la que recibe el primer contacto de la consulta a su Instagram y deriva al profesional especialista según la ocasión. “Lo que también advertimos es que hay muchos necesitados que venían realizando un tratamiento que fueron interrumpidos por sus respectivos profesionales que desistieron de trabajar de manera remota, por lo que además contamos en el plantel con algunos psiquiatras“, agrega Sol, que habla con pasión sobre esta actividad que empezó a desarrollar el 20 de marzo.
Sol Buscio: “No entiendo por qué no se considera al psiconanálisis como una actividad esencial, pero debería ser así, no tengo ninguna duda”.
Organizadora, metódica, Buscio hace sabe que tiene una planilla con todos los datos de los 62 especialistas, “con sus características y especialidades”. Ella les da la bienvenida a los interesados en su dirección de Instagram (@psico.solb) y recava datos personales básicos, como si fuera una suerte de admisión. “En ese primer encuentro virtual, yo les explico cómo es la modalidad y les subrayo que no es un tratamiento”, remarca.
Una vez avanzado ese primer paso “los derivo con el profesional más adecuado, ya que nos encontramos con otras temáticas, cada vez más son -señala sorprendida- también, muy delicados, que tienen que ver con abusos sexuales, violencia de género y otros temas familiares, a los que por suerte podemos contener y asesorar para una primera etapa con gente idónea. Pero se les recomienda para los casos más delicados que intenten iniciar o reanudar un tratamiento“.
Buscio, quien ya realizó más de 100 contactos con distintos “pacientes” desde que se inició la cuarentena, trata de equilibrar las tareas y no recargo a nadie de trabajo: cada uno de los psicólogos tiene un promedio de 5 consultas diarias. “Tenemos interconsultas permanentes, sugerimos y damos nuestros puntos de vista para saber cómo actuar ante determinados casos en particular. Y cada quince días tenemos un espacio encuentros virtuales de supervisión y tomamos talleres online para seguir formándonos”,
El impulso para realizar esta tarea de manera gratuita es la respuesta de la gente a la que asistimos. Aquí algunas respuestas a nuestro servicio.
Al Instagram de la psicólogo Sol Buscio llega todo tipo de muestras de agradecimiento por la iniciativa que tomó de crear una red de contención psicológica.
¿Cuál es la motivación para hacer tamaño trabajo? “El empuje, las muestras de agradecimiento que recibimos de la gente, la sonrisa, la mirada que va siendo más amena y también darnos cuenta cuánto estamos ayudando. Saber que podemos ser útiles en esta profesión que tiene a la salud mental de por medio es de una alegría indescriptible, Esa feedback alcanza para querer cada día recibir una nueva consulta y tratar de destrabar una nueva problemática”.
“De lunes a lunes, no hay fin de semana sin sesiones”, responde Sol, que no duda en circunscribir la mayoría de las requisitorias en dos puntos insalvables: “la angustia y la ansiedad que generan el miedo y la incertidumbre en torno al trabajo. ‘¿Qué pasará? ¿Podré conservarlo, me despedirán? ¿Me bajarán el sueldo?’. Aparecen un montón de interrogantes que no hacen más que desgastar a la persona física y psíquicamente”.
Para el Gobierno Nacional, el psicoanálisis no está dentro de las actividades esenciales a pesar de que la pandemia ha causado estragos en el bienestar emocional y mental de las personas en todo el mundo. “Cada vez más gente enfrenta un futuro cada vez más incierto, y casi todos han sido afectados por la pérdida”, expresa Buscio, que no duda en calificar este período como “excepcional, desconocido y amenazante, es una montaña rusa de emociones“.
Para la especialista “es clave que el psicoanálisis vaya trabajando ya, sin perder más tiempo, en las personas primero para sobrellevar estos días, pero fundamentalmente para amortiguar el después. ¿Qué ocurrirá cuando la epidemia la cuarentena pasen? Me estoy refiriendo al estrés postraumático. Por eso no entiendo por qué no se considera al psicoanálisis como una actividad esencial, pero debería ser así, no tengo ninguna duda”.
Y cuando pase la cuarentena, ¿qué pasará con esta red de psicólogos? “Armamos un grupo fantástico de trabajo y la verdad es que es algo que nos lo preguntamos. ¿Qué haremos después? ¿Qué pasará con esto que armamos? Hoy contestaría que este dispositivo se formó sólo para este período de aislamiento social. Después, el destino se encargará”.
GS
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