El avance de la pandemia de coronavirus en la Capital Federal, que es uno de los
Se trata de la residencia geriátrica Carpe Diem, en Paraguay al 2800, y eson estos momentos estan siendo trasladados los ancianos afectados a distintos nosocomios. El titular del Pami, Alberto Crescenti, encabeza en estos momentos ese operativo de traslado de los ancianos, algunos de ellos a clínicas privadas, en el caso de quienes tienen obras sociales privadas, y otros a hospitales por la cobertura del Pami.
“Acá se cumplieron todos los protocolos, se trata de todos casos asintomáticos, habíamos hecho estudios que primero dieron negativos, y los nuevos estudios encontraron esta situación, y cuando descubrimos que había casos positivos dimos el aviso, como corresponde”, alcanzó a señalar el doctor Blas Rimmaudo, uno de los responsables del geriátrico. Sin embargo, cuando el médico estaba tratando de explicar ante la prensa en ese lugar la actuación del geriátrico, ese contacto fue interrumpido por Crescenti, que dijo “basta” e hizo que Rimmaudo volviera a ingresar a la residencia geriátrica.
Hace unos días el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires había anunciado que 80 inspectores saldrían a la calle a revisar la situación sanitaria en las instituciones dedicadas al cuidado y alojamiento de las personas mayores. El plan era fiscalizar los 478 geriátricos que tiene la Ciudad, con capacidad para 25 mil plazas.
En rigor, de ellos, 267 ya se habían controlado este año, con lo cual la idea del Gobierno porteño fue comenzar con aquellos que aún no habían sido visitados. “Desde hoy calculamos que nos va a llevar tres o cuatro días fiscalizar todos”, apuntan en la sede gubernamental de la calle Uspallata. Cuatro países donde los geriátricos se convirtieron en “bombas de tiempo” del coronavirus En concreto, en las auditorías que viene realizando la Ciudad las principales irregularidades tienen que ver con la falta de personal (tanto médico como general), la falta de actualización de los libros y la falta de servicio alternativo de energía.
Para el control de los geriátricos en el Gobierno porteño existe un organismo dedicado a ello denominada “Unidad Ejecutora de Registro y Regulación de Establecimientos Geriátricos”. Allí hay un cuerpo de fiscalizadores que son los que, por rutina o motivadas en una denuncia, visitan las residencias. En las inspecciones de rutina se suman funcionarios de Desarrollo Humano, de quien depende el área de Tercera Edad, y de la Agencia Gubernamental de Control. Sin embargo, con la llegada de la pandemia se suspendieron a partir del 16 de marzo las inspecciones de este tipo, “a efecto de reducir la cantidad de personas que ingresaban a los establecimientos geriátricos, con el fin de preservar a los residentes”, explicaron fuentes oficiales.
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