El futuro de la negociación por la reestructuración de la deuda externa estará atada a la contraoferta que los principales grupos de bonistas hagan en los próximos
días al Gobierno argentino y a la posibilidad de “acercar las puntas” que se desprenda de esta, según coincidieron distintos economistas.
Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández enfatizó ayer que el país tiene el objetivo de “asumir compromisos que podamos cumplir” pero de ser necesario se continuará “diálogando de buena fe con los acreedores con el objetivo de alcanzar un acuerdo sostenible”.
“El Gobierno ha tenido razón en no aceptar la primera propuesta de los bonistas que, más que una solución, era patear el problema para adelante. Hay que ver ahora si los bonistas acercan un poco las puntas y hacen una crontrapropuesta algo más razonable”, aseguró Emanuel Álvares Agís, ex viceministro de Economía y director de la Consultora PxQ, en declaraciones radiales.
Al respecto, puntualizó que si bien “el Gobierno está ofreciendo 40 dólares por cada 100 que debía”, los acreedores “habían ofrecido 75 de cada 100 y los 25 que quedaban acumulaban intereses hasta formar una pelota de nieve imposible de pagar”.
“Prefiero un acuerdo imperfecto a un default. Pero el acuerdo que los bonistas habían puesto sobre la mesa es insostenible. En ese caso prefiero un defaulf”, aseguró Agís.
Por su parte, el economista Daniel Marx apuntó que si bien “los bonistas no son un cuerpo uniforme” lo más probable es que la contraoferta que hagan a la propuesta argentina “sean más conversaciones que poner algo en los diarios”.
En cualquier caso, sostuvo que “la próxima oferta que lance argentina debería ser una que cuente con el acuerdo previo de los grandes fondos, que son quienes tienen mayor porcentaje de la deuda”.
“Después que se llegue a ese primer entendimiento es que hay que difundirlo y ver cómo son los detalles de esto”, sostuvo Marx en diálogo con Radio 10.
Consultado acerca de las características que los acreedores esperan cambiar sobre la oferta original, Marx puntualizó que “algunos buscarán mejores condiciones económicas o por lo menos pagos de alguna significación en un horizonte más cercano”.
“Estas cosas al final se arreglan, la cuestión es qué nos lleva desde acá al final y cuánto tiempo va a pasar. Va a haber altibajos hasta el final de la ruta”, aseguró el ex director del Banco Central de la República Argentina.
Por su parte, el ex secretario de Finanzas del gobierno de la Alianza, Guillermo Mondino, admitió estar “muy preocupado” por el desenvolvimiento de la negociaciones por la deuda ya que “es muy importante evitar el default”, no tanto por “las consecuencias inmediatas sino por los costos que adicionales que pagaremos por la pandemia”.
“La falta de transparencia hace que los acreedores se quieran cubrir, entonces vamos a pagar un precio más alto producto de la mala estrategia de negociación que hemos llevado adelante”, aseguró Mondino en diálogo con Radio Rivadavia.
Por otra parte, reconoció que “es difícil decir cuánto falta para llegar a un acuerdo” pero sostuvo que “no sería muy complicado” alcanzar uno “si Argentina pasa de ofertar US$ 32 a ofertar US$ 45” por cada 100 dólares de deuda que se está renegociando.