Rotación de turnos, mascarillas y barbijos, combis a cargo de la empresa, distanciamiento social y control de temperatura a cada empleado al ingresar y al salir. Estas son las principales
medidas establecidas en los protocolos de las industrias para retomar parcialmente la actividad en el debut de la “nueva cuarentena”. El rigor de los controles varía según la zona, pero la preocupación principal está puesto en el traslado del personal hacia los lugares de trabajo. Pablo Di Lella, gerente comercial de Motomel, grafica que “habitualmente, la mitad de la gente llegaba con transporte público. Ahora la empresa dispuso una flotilla de combis para reiniciar la operación“. Motomel es la marca de motos insignia del grupo La Emilia, cuyo nombre remite a la localidad bonaerense donde está radicada su planta de 70.000 metros cuadrados. La Emilia está cerquita de San Nicolás y es fronteriza con Santa Fe, las tres poblaciones de las cuales proceden la mayoría de sus 250 operarios.
En esta “nueva temporada” de la cuarentena, Motomel enciende los motores a partir de hoy, con menor dotación. “El 30% del personal son considerados dentro de los grupos de riesgo“, añade Di Lella. La compañía ya acordó con el municipio el nuevo esquema de tareas y “estamos a la espera de la aprobación de la gobernación para reiniciar la producción”, añadió el ejecutivo. Al personal se le recomendó evitar el transporte público, aunque la mitad se transporta en motos, bicicletas y autos. Abril cerró con 4.335 patentamientos y fue el peor mes de su historia. Sin embargo, desde inicios de año los despachos venían barranca abajo. Estadísticas de la división Motos de la ACARA (concesionarios) ya mostraban los perjuicios de la falta de crédito y la pérdida de poder adquisitivo: enero cerró con una caída de 37%, febrero (-35,6%) y marzo (-38,8%). Con la vigencia de la cuarentena, abril registró una rotunda contracción de 85,5%.
El mercado de las motos está concentrado en 3 grupos nacionales (Motomel, Corven y Gilera) y dos multis japonesas (Honda y Yamaha). Desde abril de 2018 y as sucesivas crisis y devaluaciones produjo una mayor concentración en el mercado. De los 25 fabricantes quedan hoy apenas 14. Zanella, una de las marcas emblemáticas del sector, cerró y hoy se la disputan judicialmente Motomel y Corven.
En Tierra del Fuego radica el corazón de la industria electrónica. Tras las fuertes presiones de fabricantes y cadenas comerciales especializadas, el gobierno provincial habilitó la semana pasada la producción, bajo un esquema gradual. El miércoles pasado, reiniciaron la operación las terminales radicadas en la localidad de Río Grande (Mirgor, Brightstar, BGH, Radio Victoria y Digital Fueguina, entre otras) y desde este miércoles se suma Ushuaia, la capital de la isla y sede de Newsan, el grupo conducido por el empresario Rubén Cherñajovsky. “Comenzamos con 2 turnos rotativos de 6 horas, mañana y tarde y con sólo una línea de producción por producto”, dijo a Clarín Martín Beyries, ejecutivo de BGH. Esta compañía produce televisores, acondicionadores de aure y microondas y en cada una de esas líneas “los operarios trabajan a 2 metros de distancia, con mascarillas y a la entrada se los escanea con cámaras térmicas para controlar la temperatura”, añadió.
La planta de BGH tiene 42.000 metros cuadrados y se dispuso una marcación en todos los pisos para delimitar las distancias. A la entrada, salida y en los micros y colectivos para el traslado de personal, se impuso la regla del distanciamiento obligatorio. Incluso, las líneas de producción son recorridas en forma periódica por personal médico para supervisar la temperatura de los operarios. Otra modificación importante es la suspensión del comedor, “salvo para el desayuno”, aclara Beyries. Del mismo modo y como prevención, se separaron las mesas entre sí y se colocaron acrílicos para evitar eventuales contagios. Estos protocolos fueron consensuados previamente entre fabricantes, los gremios (UOM y Smata) y funcionarios del gobierno fueguino. A partir de esta semana, como se dijo, se suma Newsan, con medidas de seguridad muy similares. Ushuaia fue una de las primeras ciudades afectadas por el coronavirus y aplicaron la cuarentena obligatoria el 15 de marzo, días antes que a nivel nacional. La parálisis de la actividad produjo algunos faltantes de electrónicos, sobre todo de las categorías más demandadas: celulares y televisores. Analistas y las empresas del sector proyectan normalizar la situación en dos meses, siempre y cuando no se produzca un nuevo rebrote de contagios que obligue a congelar la actividad. En BGH calculan que hoy trabajan al 20% de su capacidad, pero que previamente lo venían haciendo al 50% por la recesión y la caída de ventas.
McDonald´s bajó las persianas el 20 de marzo, el mismo día del inicio de la primera cuarentena. En todo el país, la cadena líder del fast food -que desarrolla en la región Arcos Dorados- dejó de atender al público pero a los pocos días reactivó parcialmente la actividad bajo la modalidad de delivery. En realidad, son dos tipos de delivery: “Uno propio, que toma pedidos a través de Whatsapp y que un empleado del local lo lleva al domicilio del cliente. En este caso, los pedidos tienen un radio máximo de 4 cuadras de distancia del local. Y el otro, a través de las plataformas de entrega, como Pedidos Ya, Rappi, Glovo y Uber Eats”, dijo un ejecutivo de la compañía.
McDonald’s tiene en el país 230 locales y el esquema de flexibilización de la cuarentena depende en gran medida de las autorizaciones de los gobiernos provinciales y los municipios. La empresa aguarda precisiones para la zona de AMBA, que concentra gran parte de sus puntos de venta. Durante la cuarentena, cada local funcionaba con 10 empleados, en promedio. Esto es cerca del 10% de lo habitual. En esta nueva fase se aguardaban precisiones para sumar otros servicios, como el take away y el retiro del pedido en el local con auto (AutoMc), algo que podría ocurrir este jueves. “Eso nos permitiría incorporar más gente para atender a los autos y aumentar las ventas, siempre con todas las medidas preventivas”. Con respecto a esto, el ejecutivo explica que hoy los empleados llegan a sus lugares de trabajo por sus propios medios y con su ropa. “No se les permite llevar el uniforme. Por seguridad, se cambian dentro del local“, añadió. En Capital y en algunos municipios, todavía no se tienen precisiones acerca de la flexibilización parcial. Mientras tanto y como la empresa rebajó 70% las horas no trabajadas, la compañía decidió rotar a sus trabajadores para limitar los perjuicios.
Distancia y protección, son las dos reglas básicas para que las empresas puedan volver a funcionar.
Unilever acordó con General Motors. Una con la demanda en alza y con la necesidad de aumentar el ritmo de su producción. La otra, con las ventas paralizadas y su planta desactivada. Por esas necesidades complementarias, Unilever alcanzó un acuerdo con General Motors – cuya terminal está instalada en la localidad santafesina de Alvear – para incorporar “de forma temporal parte de su nómina de operarios a la planta de Villa Gobernador Gálvez, donde producen jabones duros para sus marcas Lux, Rexona y Dove.
Unilever emplea en la Argentina 3.500 personas, que se distribuyen entre sus plantas y oficinas de Mendoza, Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe), Gualeguaychú (Entre Ríos) y en los distritos de Tortuguitas, Pilar y Munro de la Provincia de Buenos Aires. Por ser un fabricante de productos básicos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza), la compañía quedó exceptuada de la cuarentena. Sin embargo, redujo la cantidad de personal por seguridad. “En Villa Gobernador Gálvez trabajan 180 personas y el acuerdo con GM contempla la posibilidad de tomar unos 15 operarios para sustituir a los empleados considerados como grupo de riesgo“, explicó Melina Cao, directora de RRHH en Unilever. La compañía de origen angloholandés también explora acuerdos similares para el resto de sus plantas. “Estamos evaluando con otras industrias y compañías para ver si podemos replicar el proceso en el resto de las plantas (Pilar, Tortuguitas, Mendoza y Gualeguaychú). Por ahora no hay nada confirmado, pero estamos en conversaciones”, añadió la ejecutiva. Unilever produce y comercializa para sus marcas Ala, Skip, Drive, Vívere, Comfort, Hellmann’s, Knorr, Maizena y Lipton.
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