Para Cippes, el PJ contribuyó al déficit estructural de la Caja
Gabriel Mikulas tiene 39 años y un curriculum como basquetbolista espectacular, que incluye Selección nacional, un gran paso por Atenas, vuelta olímpica con Peñarol de Mar del Plata, MVP temporada 2006/2007 y 705 partidos en la Liga Nacional de Básquetbol, entre otros ítems. El ala pivot cordobés estaba jugando en Barrio Parque la Liga Argentina, pero la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) junto a la Asociación de Clubes del Básquet (AdC) comunicaron semanas atrás que, debido a la pandemia, la temporada de este certamen y el Torneo Federal finalizaban y no habrá ascensos ni descensos. Fue un golpe duro para las esperanzas de Mikulas de seguir jugando profesionalmente al deporte que lo acompañó de niño y le hizo conocer el mundo.
“Tenía esperanzas de que se reanude la competencia y después se terminó cancelando la Liga Argentina y se acabó la temporada para Barrio Parque y para mí. Y, quizás, se terminó mi carrera. No sé si podré jugar una temporada más. El parate ahora es de marzo hasta el arranque, si es que arranca la próxima temporada en agosto o septiembre, será muy largo. Me va a costar ponerme bien físicamente, con 39 años cuesta más. Es complicado que juegue otro año más”, le confesó el basquetbolista a PERFIL Córdoba mientras pasa el confinamiento en la casa de campo de sus padres en Villa Parque Síquiman junto a su familia.
En la voz se le nota que no es un tema agradable para él, confirmar que no jugará más. Por eso, por momentos, usa el potencial. Deja una puerta abierta. Es que suena hasta fuerte para alguien que de pibe se pasaba todo el día en el club Matienzo tirando al aro y soñando vestir la camiseta de Atenas imitando a Marcelo Milanesio. Entonces, dice: “Es triste, quizás por ahí no es cien por ciento que me haya retirado, pero igual es muy alta la posibilidad de no poder haber jugado ese último partido sabiendo que iba a ser mi último partido. A todo deportista le gusta retirarse adentro de la cancha, sea ganando o perdiendo. Quizás ese no sea mi caso, entonces no es lo que me gustaría, pero este es un caso de fuerza mayor y no puedo hacer nada. Tampoco me puedo poder mal, muchos deportistas se retiran por culpa de una lesión, que creo que sería peor”.
– Te noto con la llamita encendida aún, como que dejas la puerta abierta.
– Es que las ganas de jugar y mi amor por el básquet no lo perdí. Cada vez cuesta más, sí, y ya son más las molestias físicas, pero disfruto ir a los partidos, los viajes, los entrenamientos. Sería muy lindo volver a vivirlo, pero dependerá mucho de cómo siga la pandemia y la situación del deporte argentino. He seguido entrenando en mi casa para mantenerme, pero no es lo mismo.
– ¿Estás conforme con la carrera que hiciste?
– No me puedo quejar para nada. Tomé decisiones buenas y malas en cuanto a cambios de equipo. Soy agradecido a lo que me dio el básquet, por los momentos vividos, con la Selección de Córdoba, la Selección argentina, la cantidad de países que conocí, experiencias, gente que me dio el básquet, y es hermoso. Gané cosas, perdí también, pero valoro lo demás, las experiencias, las amistades, ir a Estados Unidos a estudiar y jugar gracias al básquet. No tuve lesiones graves, no me puedo quejar, porque lo disfruté.
- Equipos donde jugó:
- * Matienzo
- * Independiente de Pico
- * East Carolina University (Estados Unidos)
- * Atenas
- * Peñarol de Mar del Plata
- * Quimsa
- * Boca
- * La Unión de Formosa
- * Libertad de Sunchales
- * Sionista de Paraná
- * Salta Basket
- * Barrio Parque
- “Jugar en la Selección fue un sueño, ver la bandera, cantar el himno, un recuerdo imborrable”.
Mi ídolo Marcelo
En las últimas dos temporadas Gabriel Mikulas vistió la casaca de Barrio Parque y fue pieza fundamental. “Fue muy positivo haber estado estos últimos dos años de mi carrera en este club, que es una familia, un club de barrio de gente que empuja y vive por el club; con un grupo de jugadores que está desde hace varias temporadas. Me sentí muy cómodo desde que llegué. Y jugué, quizás, mis últimos partidos en Córdoba rodeado de familia y amigos”.
– Cuando te iniciaste habrás tenido un ídolo, ¿después de tu carrera de más de 20 años como profesional, sigue siendo el mismo?
– Sigue siendo el mismo, Marcelo Milanesio. Crecí en la ciudad de Córdoba y de chiquito iba a ver a Atenas con mi viejo. Y Marcelo fue siempre el símbolo, la imagen de Atenas. ¿Quién no soñó con jugar en Atenas y con Marcelo? Él fue el jugador que admiré de chico, y también de grande, por sus logros deportivos y porque lo conozco, es una gran persona. Es el máximo referente que Córdoba ha tenido.