Mientras los vecinos de Córdoba aún no salen del estupor por el crimen de Loriana Tissera (14), la Policía todavía busca a los sospechosos acusados de matar a la adolescente para
robarle el celular.
El ataque ocurrió el lunes a la tarde y Loriana falleció esta madrugada luego de recibir un balazo en la cabeza por parte de motochorros que la asaltaron cuando jugaba con su hermano de 9 años en la puerta de la casa de su abuela, en el barrio Villa Azalaiz, en el norte de la capital cordobesa.
El caso conmovió al barrio, adonde los vecinos salieron a manifestarse a pedir seguridad. Mientras tanto, fuentes policiales afirmaron a Clarín que por el hecho buscan “intensamente a dos sospechosos”, que estarían “identificados” y que al menos uno de ellos sería menor de edad.
No obstante, el fiscal del distrito judicial 4 de Córdoba, Ernesto de Aragón, dijo esta tarde a Télam que el móvil del crimen fue el robo y que, a pesar del trabajo que viene realizando la Policía, los autores del crimen “aún no fueron identificados”.
Loriana jugaba al hockey en el Club Social y Deportivo. El lunes, a las 15.30, la chica estaba con su hermanito en la vereda de la casa de su abuela, ubicada en Gelly y Obes y San Fernando, en el barrio de Villa Azalais.
En ese momento aparecieron dos ladrones en moto que fueron directo a los chicos. Entonces Loriana, que advirtió la situación, atinó a correr hacia adentro.
Loriana Tissera
Pero uno de los asaltantes se bajó de la moto y ejecutó a la adolescente de un balazo en la cabeza. El disparo ingresó por la zona occipital del cráneo, es decir en la parte posterior de la cabeza, arriba de la nuca. Loriana estuvo internada hasta esta madrugada en gravísimo estado hasta que falleció.
Los ladrones le robaron el teléfono a la víctima y escaparon en la misma moto que llegaron.
“El hermanito vio todo lo que ocurrió y fue el que le dio todos los datos a la Policía de cómo andaban vestidos y de cómo era la moto”, dijo Julián, cuñado de Loriana, a Cadena 3.
“Le arrebataron la vida por un teléfono, arruinaron a una familia de por vida, amigos, conocidos, vecinos, y después de eso se llevan un teléfono, que aunque saliera diez millones de pesos, no lo valdría”, agregó el joven, que es novio de una hermana mayor de la víctima.
Según explicó este mediodía el fiscal De Aragón, “si bien hay personas que vieron distintos tramos de lo que sucedió”, la Justicia todavía está llevando adelante las diligencias necesarias para “reconstruir el momento específico” del crimen.
Familiares y amigos de Loriana participaron del velorio de la adolescente en la puerta de su casa, en Córdoba.
Además, comentó que se trata de una zona de la capital cordobesa que “tiene barrios colindantes que son complicados”, en los que los “asaltos en moto son bastante comunes”, de acuerdo a los relatos de los vecinos del lugar.
“A pesar de la flexibilización de la cuarentena, hay controles estrictos de la Policía, pero siempre hay gente que debería estar adentro de sus casas y sale a delinquir, que infringe y le busca la vuelta para estar en la calle haciendo daño”, opinó el fiscal.
En tanto, este mediodía un grupo de vecinos se acercó al domicilio de los padres de la víctima, ubicado a una cuadra del lugar del hecho, para manifestar su solidaridad y realizar un aplauso simbólico en pedido de justicia.
Allí, uno de los vecinos dijo a TN que Loriana “tenía unas ganas de vivir impresionantes” y que su familia es “gente laburadora y querida”.
Familiares y amigos de Loriana participaron del velorio de la adolescente en la puerta de su casa, en Córdoba.
“Verlos en esta situación nos duele a todos, lo que nosotros necesitamos no es echarle la culpa a la Policía, acá hace falta una decisión política, más presupuesto para los policías para que cuando salgan a la calle no estén dormidos porque tuvieron que hacer adicionales para poder subsistir”, agregó.
Por último, Guillermo Garay, miembro del Centro Vecinal de Villa Azalais, manifestó también que en la zona hay “falta de seguridad”, al sostener que en las últimas semanas vienen sucediendo continuos “robos y asaltos”.
“Nos piden que denunciemos los casos de inseguridad para que haya estadísticas” y elaborar un esquema de seguridad, sostuvo Garay y añadió que “los trámites para denunciar son muy burocráticos, con pérdidas de tiempo”, y que por eso “la gente prefiere no hacerlos”.
EMJ
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