Las novedades de Corte y confección, que este lunes 1° de junio estrena horario

​por El Trece. El programa, que va por su tercera temporada, cambia de horario y desde este lunes 1° de junio saldrá al aire de lunes a viernes a las 14.30.

Pero ésa no es la única novedad. El programa se extenderá media hora, habrá un nuevo jurado y varios cambios en la dinámica diaria. Con ocho participantes en juego para convertirse en ganador o ganadora, el ciclo se destaca por su diversidad e inclusión, con aspirantes de cuatro países distintos.

El jurado que hasta hoy formaban Verónica de la Canal, Matilda Blanco y Fabián Paz, tendrá un nuevo integrante: Santiago Artemis. El joven diseñador ocupará el lugar de Elsa Serrano (última en sumarse) que no está en su función desde que rige la cuarentena por formar parte del grupo de riesgo. Pero volverá en cuanto se levante la medida. Por su parte, Paz volverá a ser Jefe de Taller, asesorando a los participantes.

El BAR, formado por Gerardo Casas (ganador de la primera temporada), Fernando Cuellar y Fabricio Aumenta, finalistas de la segunda, se mantiene tal cual. Y vuelve el trabajo en vivo de los aspirantes al título de mejor diseñador o diseñadora, con las mesas de costura y las máquinas de coser en el estudio.

“Una de las novedades será que las modelos que muestran los trabajos de cada diseñador, por cuestiones de protocolo de higiene, se maquillan y se peinan solas, van a enseñar el automaquillaje. Y vamos a mostrar ese backstage y aprovecharlo para que las chicas den consejos”, cuenta Gabriel Fernández, productor de La Flia, la productora de Marcelo Tinelli, a cargo del ciclo.

Quienes quedan en carrera tienen perfiles muy distintos y eso le suma un plus al programa que logra un promedio de entre 5 y 6 puntos de rating. “Es un Project Runway argentinizado, que tiene el condimento de que va en vivo, con todo lo que eso implica”, dice Fernández. “Por suerte la tenemos a Andrea como conductora que es especialista en estos formatos y lo lleva genial”.

Entre los participantes está José Perea, un español de 23 años que se comunicó desde su Córdoba natal, en Andalucía, con la producción de ciclo e hizo el casting de manera virtual. Con su chispa andaluza y los volados como leit motiv, es el más joven del grupo.

También está Mariana A, una chica trans que, además de diseñadora es actriz y tuvo una participación en la tira Tumberos. El sentido del humor es su marca registrada y forma dupla con su modelo, María Pía (cada diseñador y diseñadora muestra sus trabajos con la misma modelo, siempre), otra chica trans.

Gonzalo Calcagno de 34 años, un diseñador de Capital Federal, especialista en moldería que se destaca por su modernidad, es otro de los participantes. De Venezuela, está Luis Alejandro Palacios, diseñador gráfico que vive desde hace un año en la Argentina, y trabajaba en una fábrica de pastas. Una de sus características es el reciclado de materiales.

También está Matías Báez, un rosarino de 28 años, fanático de la moda que, hasta ahora, viene recibiendo los mejores puntajes. Pero eso puede cambiar en cualquier momento. 

Otro rosarino es Javier Tschudy, de 41 años que tenía una agencia de viajes, ahora cerrada por la pandemia. y que ama la moda y el arte. 

Otra de las que viene recibiendo buenos puntajes es Lena Podakina, diseñadora textil nacida en Moldavia (ex república de la ex URSS), que vive en la Argentina desde hace 25 años y tiene dos hijas.  

Completa el grupo Marcelo Zanek, de 24 años, de Capital Federal, que es diseñador y modelista, y que había sido eliminado varias semanas atrás, pero volvió gracias a un repechaje.

Con la cuarentena y el distanciamiento social, se complicó el tema de conseguir telas para hacer los desafíos. “Por suerte tenemos acopio y remanentes de otras temporadas y a veces pensamos las consignas de acuerdo a esos géneros”, aclara el productor. “Pero ahora empezamos a hacer pedidos on-line a tiendas que nos mandan catálogos”.

Todos los participantes reciben a diario las telas y los materiales necesarios, previamente desinfectados, para armar sus diseños de acuerdo a la consigna del día. “Tienen muy pocas horas para hacer sus diseños y a veces cosen durante toda la noche. Muchas veces sorprenden por lo que realizan con tan poco tiempo, son grosos de verdad”, dice Fernández.

Y agrega: “Estamos muy contentos porque mucha gente nos escribe para agradecernos por rescatar y revalorizar el oficio de la costura“.