El presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), Miguel Cané, consideró que el margen de crecimiento del cultivo en el país “es enorme” y que la
actual situación mundial por la pandemia de coronavirus puede “representar una oportunidad” para el cereal argentino.
Cané, en un reportaje con la agencia Télam, remarcó no obstante la necesidad de contar con un “plan agroindustrial” como una herramienta para “hacer frente a la crisis argentina”.
También se pronunció a favor de una reducción de las retenciones hasta su eliminación final y aseguró que el país posee el stock necesario para abastecer a Brasil.
A continuación, los principales tramos del reportaje con Télam:
Télam: ¿Qué se puede esperar de esta campaña de trigo?
Miguel Cané: Es bastante bueno lo que se puede esperar. Por lo que estiman los organismos públicos y privados, se espera una siembra de casi 7 millones de hectáreas con un cosecha de 20 millones de toneladas en condiciones normales. Si se da, constituiría un récord de producción.
T:- ¿Cual es la razón por la cual se prevé una expansión en el área a sembrar?
MC:- El efecto pandemia produjo una baja general en los precios de los commodities agrícolas. Ahí el trigo salió un poco mejor parado que el resto. Al maíz, por ejemplo, le pegó mucho, porque en Estados Unidos el 30% de la producción se industrializa como etanol y a los combustibles le pegó muy fuerte este contexto. En el trigo, sumado a que no hay producciones espectaculares en el mundo y que hay una reacción de algunos países restringiendo exportaciones y algunos países apurando compras para asegurarse el abastecimiento, hizo que los precios no cayeran como en otros productos y la perspectiva sea mejor en Argentina.
T: ¿Son alentadores los números concernientes a la relación insumo-producto?
MC: También son positivos, porque en que respecta a los fertilizantes, que tienen que ver con los precios de los combustibles, están más baratos que otros años y también algunos agroquímicos están un poquito más baratos y el gasoil también. Eso genera una relación insumo-producto provechoso.
T: Se habló que a causa de la situación cambiaria, los insumos se compran a un valor más ligado al tipo de cambio contado con liquidación (CCL) que a la cotización del dólar Banco Nación ¿Vieron esto en esta campaña?
MC: -Honestamente, no lo vi. Hay algo que es muy reciente que, aparentemente, unas restricciones del Banco Central harían que algunos importadores no puedan importar al valor del dólar oficial. Si eso ocurre, sí se encarecerían los insumos. Pero estoy hablando de manera preliminar. Hay que ver realmente cómo son las cosas y, si es así, qué impacto puede llegar a tener.
T:- Se puede ver que hay un crecimiento constante del área sembrada a medida que se van dando las campañas ¿Qué margen de crecimiento tiene por adelante el trigo en Argentina? Y de haberlo, ¿cómo se fomentaría?
MC: – El margen de crecimiento del trigo argentino es enorme, porque es un cultivo que no está restringido a áreas geográficas, porque se hace tanto en el norte, el centro y el sur del país. El problema que hay es que todo lo que sea áreas marginales, que a veces son por ambiente y otra por lejanía a las zonas de consumo o de puertos, producen poco trigo y aportan mucho menos de lo que lo podrían llegar a aportar porque no les da el número. Las acciones, desde el punto de vista oficial, deben ser para incentivar la producción y una de ellas tiene que ser la baja de retenciones hasta su eliminación total.
También incentivar la siembra en las partes más pobres del país, que tiene que ver con hacer un país más federal e inclusivo, y además, que vaya de la mano con la agroindustria para tener rentabilidad y generar mayores exportaciones de harina y pastas secas. Me parece que ese sería el golazo de la producción de trigo en Argentina.
T: Esta situación de pandemia y su efecto en los mercados ¿puede generar una oportunidad para el trigo argentino?
MC:- Si, puede representar una oportunidad. De hecho, la intensión de siembra del trigo en ascenso sobre la del año pasado así lo indica. De todas maneras, sería muy interesante poder tener un proyecto agroindustrial, un plan agroexportador de la mano de la agroindustria. Eso seria muy interesante como una herramienta en esta crisis argentina, que tiene que ver con el Covid-19 pero también que se viene arrastrando de hace muchos años. Por eso sería interesante tener una visión estratégica de mediano y largo plazo en ese sentido.
T: ¿Preocupa que Brasil elimine el arancel diferencial del 10% para las importaciones del trigo extra Mercosur, siendo nosotros su principal proveedor?
MC: -No preocupa. El problema que por ahí aducen los molinos brasileños es que por el bajo stock argentino ellos ponen en duda que Argentina tenga un saldo exportable para abastecerlos en la coyuntura.
El stock para abastecer a Brasil está. Los exportadores tienen 2 o 3 millones de toneladas compradas que todavía no se han exportado. Creo que Brasil lo sabe, pero los brasileños también tienen una estrategia comercial que implica que muchos años comerciales intentan ponerle este argumento a su gobierno para que liberen la cuota extramercosur sin arancel o que se elimine o lo bajen al arancel. Ellos tienen una cuota extra Mercosur de 750.000 toneladas que todavía no la cumplieron. Me parece que es corrernos un poco con la vaina, como ocurre bastante a menudo. Son estrategias comerciales. Es un tanteo que hacen todos los años, cuyo objetivo es bajar el precio del trigo argentino.