En línea con la decisión que ya adoptaron otras provincias, el Gobierno deSanta Fe habilitó las reuniones “familiares y afectivas”. Los encuentros se iniciarán este fin de semana. Serán
sólo sábado y domingo, entre las 9 y las 19, en viviendas particulares y con un límite de diez personas. Nación había autorizado este miércoles a Santa Fe para que aplique esta flexibilización a partir de los registros favorables que exhibe en el control de contagios de coronavirus.
“No es una fiesta. No tiene ese rango. Uno confía que la población incorporó una cultura de cuidado muy importante. Vamos a reunirnos con los que más queremos, por lo que hay que ser mucho más cuidadosos todavía. Y en particular con las personas mayores”, explicó el gobernador Omar Perotti tras mantener la tarde del jueves un nuevo encuentro con un grupo de intendentes.
El mandatario aclaró que se amplió la definición de contactos con los que se podrán realizar reuniones. “Lo familiar generó muchas discusiones, los lazos de consanguinidad. Lo afectivo es mucho más amplio y cada uno incorpora en los afectos a quien siente”, precisó.
Las reuniones se podrán realizarán en un radio de cercanía de pocos kilómetros, por lo que no serán posible recorrer largas distancias y, mucho menos, cruzar a otras provincias. “Estamos dando los primeros pasos en la cercanía para moverse en un área que tenga el mismo estatus sanitario”, indicó Perotti.
La disposición apunta a que puedan realizarse movilizaciones dentro de las ciudades que componen, por ejemplo, los aglomerados como el Gran Santa Fe o el Gran Rosario. Lo mismo con localidades y pueblos del interior, pero siempre recorriendo no más de 20 o 30 kilómetros.
Quienes se desplacen para mantener un encuentro familiar o con afectos cercanos deberán ingresar en una aplicación del Gobierno provincial su nombre para justificar la salida del domicilio.
Se trata de un paso más en el avance de las flexibilizaciones dispuestas desde que se inició la cuarentena, el 20 de marzo pasado. Perotti aclaró que la intención es que la nueva disposición se sostenga en el tiempo, pero que para ello será necesario que el comportamiento social sea el adecuado y que la situación sanitaria siga bajo control.
Tras la reunión con intendentes se habilitó además la práctica de deportes individuales: tenis, golf, ciclismo, actividades náuticas, arquería, tiro, paleta, equitación y bochas, entre otros. Desde el lunes los municipios y comunas estarán además habilitados a recibir protocolos para comenzar a habilitar canchas de fútbol 5 y gimnasios.
Además, el gobernador anticipó que espera que el viernes la Jefatura de Gabinete de la Nación habilite la apertura de bares y restaurantes en superficies limitadas: entre el 30 y el 50 por ciento. Para ello será necesario que los comercios presenten protocolos para readecuar sus instalaciones para la atención durante la pandemia. Existe ya un horario tentativo para el funcionamiento de esa actividad: entre las 7 y las 23.
“Es fundamental que en estas actividades tengamos siempre un registro de los clientes. Es un dato clave para el seguimiento de cualquier instancia de contagio”, advirtió Perotti.
El jueves el gobernador ya había habilitado el trabajo de personal doméstico y la autorización para que bares, restaurantes y comercios implementen el servicio de “take away”, que permite pactar una compra de mercadería y el retiro posterior sin ingresar en el local.
Esa decisión generó la desilusión de los gastronómicos, que siguen pujando para lograr la habilitación para recibir clientes.
El miércoles se habían habilitado, además, tareas administrativas en instituciones, fundaciones, asociaciones civiles y universidades.
Desde el comienzo de la pandemia en Santa Fe se registraron 273 contagios. Se produjeron tres fallecimientos. Un paciente se encuentra internado en sala de cuidados intensivos, con asistencia respiratoria mecánica, y otros tres en sala general.
La situación que más inquietó a las autoridades de Salud en los últimos días se vive en el norte del territorio, en la localidad de Villa Ocampo, lindera con Chaco. Allí se sumaron once casos en seis días –y uno más en una localidad cercana–, lo que obligó a cerrar el pueblo y volver a la fase 1.
Un comerciante que habitualmente compra mercadería en Resistencia –la población se provee habitualmente de mercadería en esa ciudad vecina–, donde hay circulación comunitaria del virus, fue el primer caso en la pequeña localidad y provocó el contagio de once personas de su entorno.
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