Sobran los casos de futbolistas que en su juventud pintaban para ser cracks y con el tiempo su carrera no fue la que se imaginaba pero al talento siempre lo tiene
que acompañar el sacrificio y todos necesitan un guiño de la suerte para triunfar y mucho más para hacerlo en el Barcelona, uno de los mejores clubes del mundo.
Bojan Krkić lo logró, debutó en el conjunto catalán antes de cumplir 17 años y se mantuvo en el primer equipo durante cuatro temporadas, metió más de 40 goles con esa camiseta y con mayor o menor participación fue parte de la época dorada de la mano de Pep Guardiola, con tres ligas y dos Champions League entre sus logros, y todo eso le pasó antes de los 21 años.
Pero en un club donde Lionel Messi es inamovible y en todos estos años pasaron delanteros como Thierry Henry, Samuel Eto’o, Neymar, Luis Suárez, Zlatan Ibrahimovic y Antoine Griezmann, no es fácil permanecer y así como muchos sueñan con llegar al Barcelona, él empezó por lo más difícil y luego su carrera fue en declive. Primero pasó por la Roma, después el Milan, Ajax, Stoke City, Maguncia, y Alavés hasta llegar al Montreal Impact de la MLS.
Con la etiqueta de ser la promesa que no pudo ser en su espalda, el delantero de 29 años les responde a los que lo llaman “fracasado”: “Jugué con Messi. Hablo inglés, italiano, castellano y catalán. Le doy más valor a los cuatro idiomas que al hecho de haber podido ganar cinco títulos más”.
“¿Soy la promesa que no pudo ser? ¿Cuánta gente sueña con tener una carrera así? Yo creo que sí triunfé. No sé cuántos pueden decir que han marcado 40 goles en el primer equipo, que han jugado cuatro temporadas. Tuve partidos buenos, otros no tanto. Yo siempre he dicho que estoy muy contento de los cuatro años que viví en el Barça. Soy de pensar en grande y de querer jugar en equipos grandes”, reflexionó en una entrevista con El País.
