Estados Unidos suma un récord de 40.000 nuevos casos diarios de coronavirus y 11 estados frenan las reaperturas

reapertura. En dos de ellos, Florida y Texas, dieron incluso marcha atrás: obligaron a cerrar los bares que se habían abierto recientemente y suspender venta de alcohol porque se veían abarrotados de jóvenes sin barbijo.

“Enfrentamos graves problemas en algunas zonas”, dijo este viernes el asesor médico de la Casa Blanca, el infectólogo Anthony Fauci, que precisó que puede atribuirse a las reaperturas tempranas en varios estados y a que los ciudadanos no siguen apropiadamente las recomendaciones de distancia social.

Estados Unidos, con unos 2,3 millones de contagiados y más de 122.000 muertos por coronavirus, muestra un alza de contagios, con más fuerza en el sur y oeste del pais. Según el conteo de la Johns Hopkins University, al menos 32 de los 50 estados reportaron un incremento de casos en la semana pasada, comparada con la anterior.

Ante el avance de la pandemia, los gobernadores de Arizona, Arkansas, Idaho, Louisiana, Maine, Nevada, Delaware, New México y North Carolina anunciaron que no van a pasar por el momento a la siguiente fase de reapertura por el temor a que la situación se agrave.

Pero Florida y Texas se han convertido en los focos más fuertes del Covid19 y han dado marcha atrás en algunas medidas.

El estado del Sol supera los récords de casos día a día y este viernes se informó que en las últimas 24 horas 9.000 personas habían dado positivo, superando a las 8.000 y las 5.000 de los días previos. En la última semana, Florida reportó cerca de 30.000 casos, casi un cuarto desde el indicio de la pandemia.

La alarma más fuerte se encendió este viernes, cuando el 14,7% de los 71,433 tests realizados fueron positivos. El rebrote sucede en un contexto de playas, restaurantes y bares abiertos, donde en pleno verano miles de jóvenes se reúnen, muchos de ellos sin barbijo. El pico de casos se dio en Miami.

El gobernador de Florida, el republicano Ron de Santis, un aliado del presidente Donald Trump, dijo que no estaba sorprendido por los casos, dada la cantidad de testeos y también señaló a los jóvenes. Pero, además, afirmó que en los estados donde hace más calor podría haberse agravado el brote por el uso intensivo del aire acondicionado. Pero ante el avance decidió prohibir el consumo de alcohol en bares.

El alcalde de Miami Francis Suarez pasó de recomendar el uso de tapabocas a exigirlos en lugares públicos con multas de hasta 500 dólares si violan la regla. Además, dijo que “todas las opciones están sobre la mesa” cuando se le preguntó si consideraba implementar una nueva orden de quedarse en casa si los casos aumentaban.

En Texas, el gobernador republicano Greg Abbott, que se tomó su tiempo para implementar medidas de confinamiento en marzo, explicó esta semana que su estado enfrentaba una “verdadera explosión” de nuevos casos entre los jóvenes y advirtió a lugares que venden alcohol que podrían perder su licencia si no hacían respetar el distanciamiento social. Pero este viernes decidió cerrarlos y también redujo la capacidad de los restaurantes a un 50%.

El doctor Fauci, una figura muy popular y respetada en Estados Unidos, llamó a los jóvenes a ejercer la responsabilidad individual. “Estamos en esto todos juntos”, indicó. “Si ustedes se infectan, van a contagiar a alguien más y esa persona va a infectar a otra más”, alertó y recordó que hay personas inmunodeprimidas por un cáncer o por otras patologías que son muy vulnerables.

A contracorriente de lo que está sucediendo, el vicepresidente Mike Pence dijo en una conferencia de prensa este viernes que “todos los 50 estados y territorios a lo largo del país están reabriendo en forma segura y responsable”. El vice dijo que Estados Unidos había tenido “un progreso destacado en sacar el país adelante” y que “todos estábamos viendo las noticias alentadoras de que Estados Unidos se estaba abriendo otra vez”. Señaló que “de una manera u otra, el volumen de nuevos casos que se ven es un reflejo de nuestro gran éxito en expandir los tests a lo ancho del país”, aunque admitió que “todavía queda mucho por hacer”.

Mientras tanto, los expertos de la Casa Blanca estudian cambiar su estrategia y empezar a realizar las pruebas de detección de COVID-19 por grupos, y no individualmente, para acelerar la identificación de casos haciendo menos análisis.

Washington. Corresponsal