“La pandemia nos ha afectado a todos. Ha causado una ruptura a nivel económico de una magnitud nunca antes vista. Ahorrando no vamos a salir de esta crisis. Lo que sí
para nosotros está claro es que todo ese dinero debe ser invertido en las oportunidades del futuro y no para resolver los problemas del pasado“.
El que hablaba era Heiko Mass, jefe de la diplomacia alemana en un mensaje a pocos días de que Alemania asuma la presidencia del Consejo de la Unión Europea en lo que denominó una “Presidencia del Coronavirus”.
El planteo de Mass responde a una línea de pensamiento de los países desarrollados que propone concentrarse en la acción sobre lo que venderá y actuar para lograrlo.
Desde ya que el futuro es incierto por definición y para la Argentina hay situaciones de la economía mundial que le resultan adversas (los precios de los granos sufren) y otras favorables (bajo costo del crédito internacional, Uruguay toma crédito a 2,5% anual, por ejemplo) que no puede aprovechar.
La caída de 5,4% del PBI en el primer trimestre (computando sólo 10 días de cuarentena) deja en claro que la actividad ya venía declinando y encontró en la estrategia de aislamiento obligatorio un detonante para el derrumbe.
La estadística industrial de la fundación FIEL muestra que sólo el sector de químicos y plásticos registra subas (1,9%) en los cinco primeros meses con relación al mismo período del año anterior. Hasta la producción de alimentos y bebidas baja 0,5% en el período analizado.
La idea original del presidente Alberto Fernández de que la expansión del consumo interno actúe como motor de la actividad económica fue derrotada de un plumazo por la pandemia y la cuarentena.
El gobierno buscó la compensación firmando en estos meses 21 millones de cheques para que personas y hogares pudieran hacer frente a la caída de ingresos y la emisión e inyección de más de un billón de pesos en 90 días fue el vehículo en el intento de compensar el derrumbe. Pero fue insuficiente.
El conjunto de las familias respondió con temor a los mensajes cargados de incertidumbre sobre el futuro y,en la medida de los posible, guardó los pesos que pudo por precaución.
Además, con el supercepo cambiario que aplica el Banco Central con desaliento para las operaciones del dólar contado con liquidación, Miguel Angel Pesce logró un importante control de la divisa de corto plazo.
Pero el resultado del balance comercial de mayo significó un importante llamado de atención. El saldo positivo fue de US$1.893 millones, mayor a los US$1.399 millones, pero por los malos motivos.
En cada día de la cuarentena, cerraron 240 negocios solo en la Ciudad de Buenos Aires. (Foto Germán García Adrasti)
El mes pasado las exportaciones bajaron un 16% y el superávit comercial de aquella magnitud se logró por el desplome de 31% de las importaciones.
Una regla comercial de la Argentina es que para la que economía crezca un 1%, las importaciones deben crecer entre 3 y 4 puntos. Las cifras de mayo indican cuan lejos de una reactivación podría estar el país.
Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional para la economía de América Latina empeoraron drásticamente a raíz de la crisis del coronavirus. En abril dijo que la caída sería de 4,2%. Ahora publicó que alcanzaría a 9,4%.
Obviamente la Argentina no queda al margen de esa corriente y así como en abril el FMI estimaba que la actividad bajaría 5,7%, en la semana sostuvo que la caída sería de 9,9%.
Si bien el panorama recesivo tiñe al mundo y a la región, en la Argentina las malas señales para los inversores agrandan la incertidumbre sobre la posibilidad de encontrar una salida rápida del estancamiento.
La idea del Presidente expropiar la cerealera Vicentin junto a la falta de respuesta oficial para la decisión de la aerolínea Latam de abandonar el mercado de cabotaje constituyeron señales adversar para el mundo empresario.
A la incertidumbre sobre la superación de la pandemia y de la extensión de los planes de asistencia, con el consiguiente aumento de gasto público y caída de la recaudación, la economía sobrelleva el costo adicional de la incertidumbre sobre los lineamientos básicos que tiene en mente el gobierno para el sector privado. ¿Llegarán despúes de la larga negociación del canje de deuda externa?
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.