El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Chaco, el departamento rionegrino de General Roca y el aglomerado urbano de Neuquén iniciarán este miércoles una nueva fase del aislamiento
obligatorio con mayores restricciones al transporte público y estrictos controles en la circulación y en las actividades sociales, a partir de la multiplicación de casos de coronavirus detectada en los últimos días.
La gran mayoría de esos casos se registraron en la Ciudad de Buenos Aires, en 40 partidos bonaerenses (incluidos los 5 que conforman el AMBA junto a la Capital Federal), en la ciudad de Neuquén y sus alrededores y en el departamento rionegrino de General Roca.
La situación de Chaco, comprometida desde el inicio de la cuarentena en el área conocida como el Gran Chaco -y sin signos de que aminore la velocidad de contagios-, está entre las prioridades del gobierno de Alberto Fernández, quien hoy acordó con el gobernador Jorge Capitanich el envío de médicos y de personal de las fuerzas de seguridad para asistir a la provincia durante la emergencia.
Además, el Estado nacional le dará volumen al plan Detectar y sostendrá el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para los chaqueños, según lo conversado a través de una videoconferencia entre Capitanich y Fernández, quien le recomendó al gobernador que “pare drásticamente la circulación” en la provincia.
Todos los departamentos de Chaco ingresarán en el primer minuto de este miércoles a la misma etapa de intensificación de las restricciones que regirá también en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, el departamento rionegrino de General Roca y la ciudad de Neuquén y sus alrededores.
“Chaco necesita mejores mecanismos de atención de la salud y más médicos”, dijo Fernández, en respuesta al panorama trazado días atrás por Capitanich, quien -en diálogo con Télam Radio- afirmó que el personal de salud de la provincia está “agotado” por la intensidad del trabajo que se inició en marzo pasado y que acumula casi 2000 casos de Covid-19.
En este contexto, Chaco recibirá también 1 millón de dólares por parte del Gobierno nacional para reforzar el sistema sanitario en Resistencia, a través del Programa de Asistencia Financiera para la Emergencia Sanitaria, cuyos fondos provienen principalmente de préstamos de organismos internacionales.
En tanto, desde la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, admitió que hubo “un aumento muy preocupante de los casos” de coronavirus y de la demanda de camas y confirmó que actualmente hay casi 4.000 personas aisladas por haber estado en contacto estrecho con enfermos de Covid-19.
“Hace tres semanas teníamos 400 casos diarios, la semana pasada eran 650 en promedio y, en los últimos siete días, arriba de 850 y un par de días con picos de arriba de mil”, sostuvo Rodríguez Larreta en una conferencia de prensa.
En cuanto al AMBA, el gobernador bonaerense Axel Kicillof expresó hoy su confianza en lograr “aplanar o reducir la curva” de contagios y frenar el crecimiento exponencial en la región, como resultado de las nuevas restricciones que se imponen desde mañana.
“Ese es el objetivo de esta cuarentena mucho más fuerte y por un tiempo limitado”, precisó el mandatario tras mantener hoy un encuentro por videoconferencia con intendentes del AMBA para coordinar la nueva etapa.
La preocupación en el Gobierno bonaerense pasa no sólo por el crecimiento de los contagios, sino también por la “dispersión de la enfermedad en el primer cordón” del Gran Buenos Aires, hacia el segundo, aceptó Kicillof.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, adelantó también que otro de los objetivos de su gestión es avanzar en esta etapa en el desarrollo de “alternativas terapéuticas que cambiarían el perfil de la pandemia” y en mejorar la disponibilidad de camas de diferentes niveles de complejidad.
En otro orden y como ejemplo de algunas de las medidas dispuestas en las ciudades bonaerenses, el intendente de La Plata, Julio Garro, ya tiene en funcionamiento 120 puntos de control a peatones y automovilistas en todo el partido y adelantó que esa vigilancia será “más exhaustiva” para la próxima etapa.
“Es necesario que la circulación se reduzca considerablemente” en el AMBA, para así “torcer el destino y evitar un sistema de salud saturado” con más casos de coronavirus, reflexionó por su parte el intendente de Morón, Luchas Ghi.
En paralelo y con la expectativa de que esta etapa estricta de aislamiento mejore la situación sanitaria de los lugares más comprometidos, el Gobierno nacional continúa con el diseño de un plan para la post-pandemia.
Una de las patas de ese proyecto será combinar una ayuda económica universal con generación de propuestas de trabajo en los barrios populares y la urbanización -en un plazo de 10 años- de las 4.000 villas y asentamientos de todo el país, explicó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.