El brutal asesinato en Santa Cruz del ex secretario privado de Cristina Kirchner, Fabián Gutiérrez, volvió a escalar a una fuerte confrontación entre el Gobierno y los referentes del ala dura
de Juntos por el Cambio.
Tras haber dejado a sus espadas las réplicas iniciales, este domingo fue el propio presidente Alberto Fernández quien salió a calificar de “canallesco” el documento que difundió la oposición tras el hallazgo el sábado del cuerpo de Gutiérrez, enterrado entre escombros y tierra en los fondos de una casa en El Calafate.
“Firmar un documento como el que firmaron, sembrando dudas sobre las razones de la muerte de Fabián Gutiérrez es canallesco, en un momento que la sociedad esta sensibilizada por la pandemia”, afirmó el Presidente en alusión al texto de la UCR, el Pro y la Coalición Cívica.
“El aprovechamiento de la muerte para tratar de reinstalar un tema penoso, que necesita ser juzgado seriamente, con racionalidad jurídica, con jueces probos que se ocupen del tema, es de una miserabilidad absoluta”, siguió su arremetida en diálogo con FM Milenium, saliendo al cruce del señalamiento opositor de que el ex secretario de Cristina era un arrepentido en la megacausa de los cuadernos de las coimas, y por tanto, su crimen revestía “la mayor gravedad institucional”.
Para Fernández, “es incomprensible que alguien trate de vincular al Gobierno en algo como el asesinato de una persona y la vinculación que esa persona tuvo con la causa judicial, que es un hecho que objetivamente ocurrió así, pero según dicen las investigaciones -no tengo por qué dudar- tuvo otros móviles”, insistió.
“Llamo a la reflexión a todos, fue un hecho luctuoso. ¿Qué vinculo tiene esto con aquella causa?”, se preguntó respecto al escándalo de los cuadernos de los sobornos. Y agregó: “Si uno mira fríamente la verdad… No sé quién se beneficia con la muerte de Fabián Gutiérrez, lo que declaró es válido, no es porque se murió que esa declaración se cae”.
En la Casa Rosada, y en “todo el espacio” del Frente de Todos había “indignación total” con las expresiones de la oposición, indicaron fuentes gubernamentales consultadas por Clarín.
“La convicción es que cruzaron una línea. Cómo te sentás a dialogar o a acordar una ley en el Congreso con gente que te dice que sos un asesino?”, reflejaban el malestar. Y apuntaban a las diferencias de tono que, ya se sabía anoche, surcaban a Juntos por el Cambio: “Lo raro es que ese espacio se deje conducir por su sector más radicalizado”.
Mientras desde Santa Cruz se empezaban a conocer los primeros detalles macabros de la autopsia, con signos de que antes de ser asesinado Gutiérrez habría sufrido torturas, además de los golpes y puntazos en el cuello constatados inicialmente, los referentes de la oposición insistían con sus cuestionamientos a la velocidad que, interpretaban, el oficialismo quería dar por esclarecido el caso en la línea del hecho policial; y en la necesidad de que la Justicia federal se ocupe de la investigación, advirtiendo el rol que tocaría a la fiscal santacruceña, sobrina de Cristina Kirchner e hija de la gobernadora, Natalia Mercado, en la causa.
En este sentido, el jefe de la UCR nacional y diputado mendocino, Alfredo Cornejo, insistió que se trató de un “crimen del poder kirchnerista” y Patricia Bullrich, la jefa del Pro y ex ministra de Seguridad, salió directo al cruce de Fernández: “Usted fue uno de los primeros en vincular a nuestro gobierno con la desaparición de (Santiago) Maldonado [en 2017]. No tuvo el menor empacho en decir que había sido un crimen de Estado. Si digo que su actitud fue canallesca me quedo corta”.
El sábado, la Casa Rosada canalizó la réplica oficial a través del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Se sumó también el ministro del Interior, Eduardo de Pedro: “La oposición apeló otra vez a la mentira y al oportunismo, especularon con la muerte de Gutiérrez mientras su familia pedía respeto”.
Y la senadora cristicamporista mendocina Anabel Fernández Sagasti echó fuego ayer a su interna con el ex gobernador Cornejo, al asegurar que hay una “desesperada búsqueda de reorganizar el macrismo” y que el jefe radical -pese a que se sabe, ha criticado reiteradamente a Macri- es su “nuevo vocero y exégeta”.
Si bien ligado según las primeras hipótesis a un hecho de extorsión y hasta pasional, lo cierto es que la conmoción por el crimen de Gutiérrez corrió el eje en las últimas horas de la causa por espionaje en la gestión macrista, que venía regando gustosamente el kirchnerismo, incluso en medio de versiones inquietantes, de detenciones de periodistas.
Para volver a poner en el foco a partir de la muerte trágica del ex secretario, en la aldea calafatense donde se levantan las casas de lujo -como la de Gutiérrez- y los grandes hoteles del kirchnerismo y sus ex funcionarios, y en general sobre las causas por corrupción de esos años. La vicepresidenta se mantuvo fuera del debate y guarda silencio hasta ahora sobre lo sucedido con su ex secretario durante largos siete años.
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