Creyeron que había muerto en un accidente con su moto, pero era un crimen

la víctima despertó las primeras sospechas y apenas unas horas después se confirmó que había sido víctima de un homicidio.

La investigación se disparó el sábado a las 20 cuando dos hermanos que viven en el paraje “Puerto Langue” -a casi 40 kilómetros de la zona urbana de El Soberbio- alertaron a la Policía sobre el hallazgo ya sin vida de un conocido. Una patrulla llegó al lugar media hora después y halló tendido, ya sin signos vitales, a Patricio Catriel Rodriguez, de 19 años. El cadáver estaba junto a una moto Honda de 125 centímetros cúbicos.

Los primeros indicios hallados en el lugar hicieron suponer que se trataba de un despiste. En ese lugar se realizó la extracción de humor vítreo para establecer si el motociclista había consumido alcohol y todo se encaminaba a un procedimiento rápido, casi rutinario.

En medio de la noche, el médico policial torció el rumbo del caso cuando detectó un pequeño orificio en la zona lumbar. Además, constató que Rodríguez había sufrido excoriaciones en varias partes del cuerpo y un traumatismo de cráneo, lesiones compatibles con una caída.

Ante la sospecha de un posible homicidio, los policías de El Soberbio reconstruyeron las últimas horas de vida de Rodríguez. Así establecieron que en horas del mediodía había partido de cacería junto a tres vecinos al Parque Do Turbo, una reserva brasileña que está en la zona de los Saltos del Moconá. El grupo había emprendido el retorno al anochecer tras cruzar el río en una precaria embarcación.

El joven motociclista había llevado un rifle de aire comprimido modificado para disparar cartuchos calibre 22, un cuchillo, un destornillador y una mochila, elementos que fueron secuestrados por los agentes.

Los investigadores establecieron en base a testimonios que Rodríguez había estado en compañía de los hermanos Juliano y Matías Langer, de 21 y 19 años, más el padre de éstos, Eduardo Langer, de 45. El relato de los tres no resultó convincente, motivo por el cual la Policía solicitó una orden de allanamiento.

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En la vivienda de la familia -a 250 metros de donde fue hallado el cadáver del cazador- se halló oculto en un monte un rifle calibre 22 con un cartucho y un arma similar pero de aire comprimido. La madre de los jóvenes, en tanto, entregó a los policías un cartucho calibre 22 percutado y una vaina servida que había hallado junto al cuerpo de Rodríguez.

Los tres hombres quedaron detenidos a disposición del juez de Instrucción de San Vicente, Gerardo Casco, quien abrió una causa por el delito de homicidio. Además, dispuso que el cuerpo fuera llevado a la Morgue Judicial de Posadas, para realizar una autopsia.

EMJ