Temporada para olvidar del Espanyol, que confirmó el quinto descenso a Segunda división de su historia a falta de tres jornadas para la conclusión de la Liga con unos números impropios de
un club y que le convierten en el peor equipo blanquiazul desde su fundación en 1900. En ninguno de sus cuatro anteriores descensos, el club catalán bajó como último. Un puesto que este curso ha ocupado en 20 de las 35 jornadas que se han disputado hasta el momento. Y sólo en una de ellas logró verse fuera de los puestos que significan la pérdida de categoría. Un año ha pasado desde que su victoria ante la Real Sociedad le clasificara para disputar la Europa League tras doce años sin viajar por el continente. Aquella euforia desbordada se ha convertido en desolación. Todos los estamentos de la entidad blanquiazul suspenden en un curso trágico para la historia del club, que baja de categoría tras 26 años consecutivos en Primera. Mala gestión del club Muchas miradas están puestas en Chen Yansheng. El propietario del club lo dirige desde China y, aunque ha reconocido parte de su responsabilidad, las personas escogidas para representarle en Barcelona tampoco han estado a la altura. «La mayor responsabilidad es mía. Hemos fracasado y es muy doloroso», admitió el empresario, que asume que deberá remodelar la plantilla. Alfredo Argensó, exportero del Espanyol, apunta directamente al mandatario: «El que lleva el club ha venido a tener un juguete porque de fútbol no entiende. Cuando compran clubes gente de fuera les meten en problemas, mira el Valencia. Es gente que viene a poner dinero pero que no entiende de fútbol ni de sentimientos». Otras miradas están puestas en Roger Guasch, director general corporativo que fue destituido en diciembre pro discrepancias con e área deportiva. A Guasch se le acusa de no querer invertir en fichajes a principio de temporada asegurando que no había dinero, algo que en durante el mercado invernal se comprobó que no era cierto tras los 40 millones que se gastaron. Pedro Nieto, exfutbolista del equipo perico en la década de los 90’, apunta directamente a la gestión del club. «Si analizamos el descenso teniendo solo en cuenta esta temporada el resultado sería engañoso. El Espanyol desde que se mudó al estadio nuevo ha perdido capacidad. Se ha ido disminuyendo la calidad del equipo y los objetivos, con el hecho aislado de que este pasado año nos clasificamos para la Europa League, pero en plan general es un problema de gestión, de no tener un proyecto de club», explica el actual analista de GOL TV y de Movistar. «A Yansheng hay que darle las gracias pero ha habido gente que ha venido más a servirse del club que a servir al club, en todos los aspectos. Y eso ha repercutido en la gestión financiera pero con el dinero en la caja. Cuando han visto las orejas al lobo han querido reaccionar a una pésima gestión. Ha sido una planificación totalmente errónea», añade. Planificación deportiva Óscar Perarnau, responsable de la parcela deportiva, y Rufete, director de fútbol profesional, también asumen la losa de una nefasta planificación deportiva en la que no se supo paliar las salidas de Borja Iglesias y Mario Hermoso, las dos estrellas de la pasada temporada y sobre las que se sostuvo la trayectoria deportiva. El Espanyol invirtió 8 millones en Calero y logró la cesión de Bernardo para paliar la marcha de Hermoso. Otros 10,5 millones en Matías Vargas y las costosas cesiones de Calleri y Ferreyra pretendían suplir los goles de Borja Iglesias. Los resultados demostraron que se equivocaron. Diego López recibía más goles de los habituales y el equipo adolecía de una alarmante falta de pegada. Raúl de Tomás se lamenta tras fallar una ocasión – EFE Inversión millonaria A esos 18,5 millones invertidos en verano hay que sumarle otros 40 durante el mercado invernal. Leandro Cabrera (9) aportó solidez atrás, Embarba (10) velocidad y desborde en ataque y De Tomás (20,5) los goles. Pero una inoportuna lesión del delantero en este tramo final vulgarizó de nuevo al equipo. Buenos refuerzos que llegaron tarde. «Hay que apostar por jugadores que sientan los colores y no por aquellos que están más pendientes del postureo y de mirarse los tatuajes», dispara Argensó, que actualmente es entrenador de porteros del Roda y el Onda, filiales del Villarreal. «Cuando un equipo entra en una mala racha es muy difícil salir de ella, cuando juegas en la parte de abajo se te encogen las piernas y la planificación ha sido errónea», añade. La Europa League Una de las causas del mal año podría achacarse a la disputa de la Europa League, que obligó al equipo a jugar las previas y a competir en julio sin poder realizar una pretemporada en condiciones. Aunque Pedro Nieto discrepa: «Una competición nunca sobra. Pero se quiso dar minutos a muchos jugadores para que se sintieran cómodos y eso salió mal. En lugar de unir a los jugadores los desunió. La Europa League ha sido lo mejor que le ha pasado al Espanyol. Hizo una gran fase de grupos pero no supo aferrarse a eso y en los partidos clave no disfrutó y salió atenazado», explica el analista. No está de acuerdo Argensó, que considera que «el Espanyol no está acostumbrado a jugar tantas competiciones y no tiene plantilla para ello. Además, empezaron muy pronto a jugar». Cuatro entrenadores La escasa paciencia y los malos resultados han sido un cóctel de difícil digestión en Cornellá, por donde han pasado hasta cuatro entrenadores, todos ellos de estilo muy diferente. La apuesta por David Gallego duró ocho partidos de Liga, en los que solo se sumaron cinco puntos. Le sustituyó Pablo Machín, que no mejoró sus resultados (5 puntos en 9 encuentros ligueros). Empezó 2020 Abelardo y fue incomprensiblemente cesado a pesar de presentar números de permanencia (14 puntos en 13 partidos). Desde su destitución asume el cargo interinamente Rufete. «Es uno de los principales problemas. Ya viene de cuando se echó a Sergio González, que estaba haciendo un buen trabajo, y a partir de ahí se empezó a resquebrajar el equipo. Los cambios de entrenadores para mí son a peor. El mundo del fútbol tiene muy poca paciencia y habría que pararse a ver qué es lo que tenemos y a qué podemos optar», critica Argensó. Fragilidad en casa Solo dos partidos ganados en Cornellá (11 puntos de 34 posibles) evidencian las carencias de un equipo que se ha desangrado en su feudo. «Es incomprensible porque el campo del Espanyol siempre ha sido difícil y este año el equipo ha estado desconocido. No lo entiendo. Ni siquiera los fichajes lo han cambiado», apunta Argensó. La cantera Se ha priorizado fichar antes que mirar hacia la cantera. «Hay que volver a las raíces, a lo que era José Manuel Casanovas, Paco Flores, Camacho… El Espanyol tendría que tirar de gente que sintiera más los colores, de gente que le importara el club de verdad y dejarse de gente de fuera. Debería apostar por la cantera porque es la que ha echado el equipo adelante siempre», asegura Argensó desde su escuela de porteros. «Espero que el Espanyol haga una buena planificación y que vuelva a las raíces. Tendría que tener gente que sintiera mucho mas los colores y con un poco de suerte estar solo un año en Segunda», concluye.
Fuente La Razon:
https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-peor-espanyol-historia-202007120131_noticia.html