No es lo más frecuente, pero a veces ocurre. Una serie debuta con una pequeña historia, no es un fenómeno de audiencia, pero desde su propio arranque, los críticos y la
prensa la consideran una joya con destino de obra maestra. A todo eso estaba destinada la formidable serie Mad Men mucho antes de su debut el 19 de julio de 2007, cuando su creador, Matthew Weiner, golpeaba las puertas de las grandes productoras con sus guiones de esa trama basada en publicistas neoyorquinos de la década del 60.
En esa búsqueda, el talentoso guionista se cruzó con David Chase, quien conmovía al mundo con su serie Los Sopranos, y este lo contrató para escribir en la serie de mafiosos de HBO y le dio el espaldarazo que Matthew Weiner estaba necesitando en su carrera. Lo demás, es historia conocida.
Durante 7 temporadas y 92 capítulos, con actores que eran poco conocidos, y abarcando 8 años hasta mayo de 2015, Mad Men conmovió a televidentes de todo el mundo y se convirtió en una serie icónica considerada entre las más grande obras televisivas de todos los tiempos. Y sigue vigente, claro. Cómo todo clásico que se precie de tal. Mad Men está entre nosotros, con todas las temporadas de la serie online y con subtítulos.
Jon Hamm interpreta a Don Draper y se vuelve ícono de la TV.
Cómo ver Mad Men
Desde este 3 de julio de 2020, como un gran pase en medio de la pandemia del Coronavirus, todas las temporadas del mítico publicista de ficción Don Draper están disponibles en Amazon Prime Video, luego de haber estado muchos años en Netflix, el otro gran actor del streaming mundial.
Muy fuerte en Estados Unidos y otros grandes países del mundo, Amazon Prime Video viene creciendo mucho entre abonados de Latinoamérica con sus ofertas de producciones de series propias como Hunters (con Al Pacino), la genial Fleabag, Modern Love o El Presidente (la historia del escándalo de la FIFA); y grandes clásicos como la propia Mad Men, El Mentalista, Dr. House y muchos tanques de la productora Disney entre otros.
Y además de su calidad, Amazon Prime Video tiene en Argentina una oferta muy tentadora de 219 pesos mensuales para sus abonados, precio excelente de acuerdo a las ofertas del mercado.
Don Druper y Megan Calvet, en los ultimos años de los 60.
Mad Men, ganadora entre otros de 5 premios Globo de Oro y 16 premios Emmy, ocurre en la década de los años 60 y muestra la creatividad y el mundo interno de una agencia de publicidad ficticia llamada Sterling Cooper Advertising ubicada en la glamorosa calle Madison de Nueva York, en una era donde la publicidad crece de manera meteórica a la par del desarrollo de la televisión.
Cómo el creador de la serie, Matthew Weiner, terminó escribiendo y produciendo las últimas dos temporadas de esa otra maravilla llamada Los Sopranos por HBO junto al creador David Chase, hubiese sido natural que este proyecto de publicistas terminara en la gran cadena de series norteamericanas. Pero HBO, en tiempos de grandes mafiosos, policiales y narcotraficantes en la pantalla chica, no apoyó el proyecto. Como tampoco lo hizo la prestigiosa productora Showtime.
Este hecho produjo otro fenómeno en la TV estadounidense. Mad Men fue lanzada por AMC, por entonces una cadena de TV chica dedicada a ciclos de terror y maratones de películas clásicas, cuyos dueños tenían intenciones de meterse en el negocio de las series de prestigio. Y fue Mad Men, nada menos, quien lanzó a esta cadena a seguir el camino de las producción de series propias.
Las geniales Cristina Hendricks y Elisabeth Moss en Mad Men.
Ficha técnica
MAD MEN. 2007-2015. Estados Unidos. Drama. Años 60. Mundo publicitario. Creador y guionista: Matthew Weiner. Protagonistas: Jon Hamm, Elisabeth Moss, Vincent Kartheiser, Cistina Hendricks, John Slattery, January Jones, Jared Harris, Aaron Staton, Jessica Paré, Bryan Batt, Rich Sommer, Robert Morse, Mark Moses, Joel Murray, Peyton List, Melinda Page Hamilton, Christopher Stanley, Kiernan Shipka. Producción: Lionsgate Television, Silvercup Studios, AMC. Emisión: AMC. Temporadas: 7. Capítulos: 92.
Sinopsis
Grandes actuaciones, vestuario y puesta de época.
Si Mad Men nace, como ocurrió, entre otros dos colosos de las series mundiales como Los Soprano (termina el mismo año del lanzamiento de Mad Men) y de Breaking Bad (arranca un año después y termina dos años antes que al serie de los publicistas), allí, en esa época de actuales mafiosos y asesinos con culpa y narcotraficantes modernos y sofisticados que hacían cualquier cosa para sobrevivir a los carteles de la droga, ¿cómo es que esa serie de oficinistas y creativos de la publicidad, que habían vivido 40 años antes, sin muertes ni asesinatos, llegó tan lejos en el público de todo el mundo?
Detrás de ese micro mundo de Mad Men, con las luchas de los creativos tratando de convencer con sus publicidades a las grandes marcas de cereales, autos, cigarrillos, hamburguesas, ropas y electrodomésticos, los personajes van desnudando sus miedos interiores, sus vacíos, sus deseos de poder, sus frustraciones.
Don Druper y Roger Sterling, seduciendo siempre.
Y desde esos actores vestidos con ropa maravillosa y transgresora como en la época del hipismo y de la minifalda y del nacimiento de la libertad sexual, Matthew Weiner termina contando, como pocos, la década de los años 60 que generó tantos cambios en la humanidad.
Acoso laboral, machismo, homofobia, adulterio, alcoholismo, tabaquismo, egoísmo, postergación femenina y lucha desigual de la mujer por encontrar un lugar en el trabajo y en la sociedad, son parte de los grandes temas que aborda Mad Men desde sus personajes siempre elegantes y sutil o torpemente atormentados.
Un personaje de Mad Men se convirtió en ícono. Un joven y apuesto publicista, Donald Draper, considerado un creativo con una genialidad sin igual para la época. Arrogante, presuntuoso, enigmático, dueño de una mirada siempre lateral sobre el mundo, Don Draper (genial Jon Hamm en una actuación que lo consagró con 2 premios Globo de Oro y un Emmy) tiene un pasado oscuro y terrores que lo acompañan durante toda la serie.
Don Druper. Un personaje para la historia de la TV.
Pero a pesar de ser un machista de la época, adicto al sexo y al adulterio, hace crecer al lado suyo al personaje inolvidable de Peggy Olson (inolvidable papel de la hoy estrella Elisabeth Moss), una dedicada secretaria de oficina a quien Don Draper le ve un talento oculto y la convierte en una creativa publicista de gran prestigio en el mercado. Y será, de algún modo, su heredera, algo que en la serie supera el propio papel de Moss y se convierte en el advenimiento de la mujer a los lugares más creativos del trabajo, en una lucha que, se sabe, durará años.
Son tiempos de la Guerra Fría, del furor de los Beatles, de la guerra de Vietnam, de la muerte de Marilyn, del sueño de Luther King, del asesinato de John Kennedy, del hippismo, de la psicodelia, del LSD y la marihuana, del amor libre, del crecimiento irrefrenable del feminismo. Y todo eso se ve desde las maravillosas oficinas de estos publicistas (que cambian tres veces de nombre y lugar a lo largo de los 92 capítulos de Mad Men) que se casan, se enamoran de sus compañeros de trabajo, se engañan, sufren, ocultan, se traicionan, todo rodeado de buenos sueldos, prestigios, éxitos y fracasos siempre bajo el insoportable estrés de una época y de un trabajo en la ciudad más poderosa y competitiva del mundo: Nueva York.
El creador Weiner (izq.), junto a Jones, Slattery, Hamm, Moss y Hendricks.
A Don Draper y Peggy Olson lo acompañan un elenco increíble de actores semi conocidos o desconocidos hasta el nacimiento de Mad Men, que sobresalen con actuaciones memorables, un vestuario y caracterización de época que cualquier televidente no podrá olvidar nunca y los guiones y diálogos inoxidables de Matthew Weiner que, además de pintar esa década, hablan de los grandes vacíos de la humanidad, claro.
Y entre esos personajes, imposible olvidar a Roger Sterling (formidable John Slattery como un socio fundador de la compañía); Peter Campbell (muy buen Vincent kartheiser como un joven relacionista público sin escrúpulos); la gran Joan Holloway (creación de la actriz Christina Hendricks como la jefa de las secretarias, otra mujer indispensable de Mad Men y de una época); Betty Draper (la hermosísima January Jones que compone a la mujer de Don Draper con el que tiene tres hijos); Megan Calvet (Jessica Paré, en un papel como la segunda mujer de Draper que es clave para pintar los últimos años de la década del 60); Kenneth Cosgrove (ejecutivo de cuentas y escritor aficionado brillante en las manos de Aaron Staton); y Lane Pryce (director financiero y socio de la compañía en las últimas temporadas, interpretado por el siempre genial británico Jared Harris).
Elegancia y vestuario. Todo es distinguido en Mad Men.
Cómo toda obra maestra, Mad Men sigue vigente, esperándonos en el streaming de Amazon Prime Video y, se comprueba, es siempre un placer recorrerla, sea la primera vez que se la vea o en reiterados regresos del televidente. Es una joya. Pero que se mira con goce pero siempre con atenuantes, con escepticismo, con ciertas sospechas hacia las verdades reveladas del mundo, sean de la época que fuere. Y es que el inefable Don Draper nos seguirá advirtiendo desde algunos de los capítulos que “lo que llamas amor fue inventado por tipos como yo para vender medias”.
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Clarín
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