Por aire, tierra firme y fango, unos 200 agentes federales continuaron buscando este martes algún rastro de Facundo Astudillo Castro (22) al norte del distrito de Villarino. El operativo fue dispuesto
por el fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, quien investiga la desaparición forzada del joven que partió de Pedro Luro el 29 de abril. Al día siguiente, habló con su mamá, quien ya no supo más nada de él.
Los rastrillajes se concentraron entre Teniente Origone y la barrera sanitaria ubicada en el kilómetro 714 de la ruta nacional 3. Se trata del tramo más cercano a Bahía Blanca, el destino final del viaje que llevaba el chico. Hacia allí había salido con una mochila y la idea de recuperar ropa que había dejado en la casa de su ex novia.
Del operativo participaron agentes de Prefectura, Gendarmería y especialmente de la Policía Federal, coordinados por el jefe bahiense de esta última fuerza. El propio fiscal Martínez sobrevoló en helicóptero la zona de unos 60 kilómetros, compuesta por campos, monte y sectores anegados, cercanos al estuario de Bahía Blanca.
Los rastrillajes comenzaron al amanecer sobre la ruta 3
El director de Caminos Rurales del partido de Villarino, baqueano del lugar, orientó a los oficiales en la búsqueda a través de varios establecimientos privados. No fueron convocados aún los canes del grupo especializado K9, de los bomberos de Punta Alta, que participaron de las búsquedas de Araceli Fulles (22) y Micaela Ortega (12), víctimas de femicidios.
Aunque no hubo información oficial, se descarta que los rastrillajes continuarán el miércoles, por orden de la fiscalía. Los agentes, que llegaron desde varias delegaciones de la provincia, permanecerán al menos 24 horas más en la zona.
“En principio, los rastrillajes apuntaban a descartar ese área, para concentrarse luego entre Teniente Origone y Mayor Buratovich”, dijo a Clarín una fuente ligada a la causa. Entre esas localidades ubican a Facundo el 30 de abril, los cuatro policías que declararon en la causa provincial y que debieron entregar sus teléfonos móviles a la justicia federal.
Jana Curruhinca y Mario Gabriel Sosa le labraron la infracción al joven por violar la cuarentena. Siomara Ayelén Flores asegura haberlo levantado en la ruta y dejado en el acceso a Teniente Origone, donde Alberto González, afirma que le requisó la mochila y vio cómo luego subía a una camioneta. Días después, dijo que se fue caminando.
Según González, acudió ante el llamado de un vecino que vio a un joven a la vera de la ruta 3, aproximadamente a las 15. Sin embargo, tres testigos aportados por la querella sostienen que alrededor de esa hora, dos agentes policiales subían a Facundo, a un patrullero, cerca de Mayor Buratovich, es decir, 25 kilómetros antes.
“Son tres testigos con prueba concordante y que pueden documentar que tenían permiso para circular desde Pedro Luro a Bahía Blanca”, expresó el abogado Luciano Peretto. Dijo que aseguran que el chico fue subido a un patrullero blanco y negro, distinto al que la Justicia federal secuestró el miércoles pasado en el allanamiento a la subestación de Buratovich.
Ese móvil, el 23.360, fue sometido a pericias el lunes y no arrojó ningún elemento para la causa. El viernes pasado, se había filtrado una foto de Facundo de espaldas, frente a ese patrullero y escoltado por el efectivo Sosa. Cristina Castro, su mamá, dijo que se enteró por los medios de esa imagen.
“Sabemos a qué camioneta lo suben a Facundo porque tenemos el VAIC (Vínculo por Análisis Informático de las Comunicaciones) del ministerio de Seguridad que la individualiza”, reveló Leandro Aparicio, también abogado de Castro. Junto a la mujer y Peretto concurrieron el martes por la mañana a la fiscalía para corroborar su hipótesis de lo que sucedió con el chico, pero no lo lograron.
Pretendían observar el libro de guardia de la seccional de Buratovich y el GPS del móvil policial en cuestión para avanzar con medidas. “Tendríamos ya la posibilidad de solicitar detenciones, pero resta que el señor fiscal se deje de andar en helicóptero y abra las pruebas que él pidió. Hasta que no lo haga, no vamos a saber lo que pasó”, se quejó Aparicio respecto de Martínez.
Facundo Astudillo Castro y su última foto, cuando lo detuvieron.
“La fiscalía cuenta con pruebas tecnológicas que están pendientes de entregar a la querella y que conforman un complejo de prueba muy importante para construir la hipótesis sobre el hecho”, describió Peretto. Los pedidos de detención pendientes alcanzarían a los dos policías que habrían levantado a Facundo y a dos que dijeron haberlo visto el 30 de abril.
“Para mí son todos desaparecedores, los que se lo llevaron y los que no dicen nada”, manifestó Cristina Castro antes de entrar a la fiscalía. Iba a solicitar que se convoque a Marcos Herrero, que cuenta con perros entrenados para la búsqueda de personas desaparecidas Uno de ellos halló a Micaela Ortega en 2016 en Bahía Blanca.
“Pido por favor que venga él con sus perros. Confío en que me lo va a encontrar. Estoy buscando el cuerpo de mi hijo. Me lo van a tener que devolver. Tengo la certeza de que me lo van a devolver”, apuntó Cristina.
EMJ
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