Coronavirus en Argentina: la Ciudad ya evalúa sumar más camas de terapia si colapsan los hospitales

la Ciudad estaban ocupadas por pacientes con coronavirus. “Estamos al tope de la pandemia”, tradujo los números, horas después, el director del hospital Santojanni​ en diálogo con Clarín. Federico Charabora, responsable de ese hospital de Mataderos, contó que el martes no pudo recibir a dos pacientes porque iban a necesitar respirador, y no tenían posibilidad de responder a esa demanda.

El sistema de salud está sintiendo en estos días todo el estrés de la pandemia. Y si bien aclaran que el esquema sanitario público no está colapsado, en el Gobierno de la Ciudad ya evaluar sumar más camas de terapia si ese colapso ocurre.

Fuentes del Ministerio de Salud porteño aseguraron a este diario que el 70% de ocupación de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) públicas “no alarma” pero sí son “números que ocupan”. Y explicaron que si bien esa cifra es “alta”, el crecimiento que viene teniendo es progresivo y “amesetado”: no hubo una disparada de un 10% en un día, que sería sí un indicador mucho más preocupante.

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La curva de la ocupación de las camas de terapia sigue, con delay, a la de los casos confirmados. Es que se estima que un paciente entra a la UTI aproximadamente 10 días después de ser diagnosticado. “Este crecimiento es esperado viendo la evolución de la curva. No tenemos ningún parámetro fuera de lo esperado”, dicen en la Ciudad.

No obstante, lo concreto es que en solo 10 días hubo un crecimiento de 11 puntos porcentuales en la ocupación de las UTI. Por eso, en el Gobierno están analizando ya la incorporación de más camas de terapia en caso de que esos porcentajes sigan acercándose peligrosamente al 100%.

¿Cuál es el número crítico? Desde la Ciudad no lo arriesgan, porque dicen que hay que ver la evolución de la curva y el impacto que van teniendo las decisiones políticas que se tomaron para domarla. Así, estiman que en los próximos días seguirá habiendo un crecimiento por un arrastre inercial, pero que luego debería empezarse a sentir el efecto del endurecimiento de la cuarentena​ que está por terminar.

Lo concreto es que las previsiones tienen que tomarse antes, porque una cama de terapia intensiva es un recurso caro y escaso. No sólo se necesita el equipamiento (la cama en sí, monitores, respirador) sino el espacio físico donde disponerlo y, algo no menor, el recurso humano para atender a ese paciente. Una cama y un respirador se pueden comprar, una sala común se puede adaptar a la urgencia, pero la formación de un terapista lleva años. En la Ciudad están analizando todas estas variables, pero tranquilizan con que hay “margen para sumar más camas”.

En el mientras tanto, también está siempre abierta la alternativa de la derivación a centros privados. Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, dijo este jueves que en los cinco centros que administra en el AMBA están con un porcentaje en terapia del 81%. ¿Cómo se podría generar más lugar ahí? En la Ciudad dicen que en sus UTI, 3 de cada 4 pacientes están utilizando respirador, mientras que en el sector privado ese porcentaje baja a 1 de cada 4. Por eso explican que se modificó el protocolo y los pacientes leves del sistema privado pueden cursar el aislamiento en sus casas para liberar las camas generales para esos casos de terapia menos graves. Un esquema similar es el que empezó a usar la provincia de Buenos Aires, con un “clearing” en el que se deriva a los hospitales modulares a los pacientes leves para aumentar la disponibilidad de las camas generales en los hospitales tradicionales.

AS