Hace 20 años, Mala Rodríguez (41 años) o María, para quienes pueden conversar con ella y dejar de lado al personaje musical, lanzó Lujo ibérico, un álbum que combinaba el hip hop
con el flamenco, para el cual su público español no estaba preparado. Si bien fue exitoso y llegó a convertirse en disco de oro, se trataba de una mujer haciendo música urbana en un país que poco sabía del tema. Sin embargo, con estos géneros en su apogeo le llegó el turno de reivindicarse.
“Han habido muchas chicas que han estado haciendo esto hace años. Danay (Suárez) en Cuba por ejemplo. Hay muchas raperas que conozco que han estado haciendo esta música, cada una desde su color y sabor. Soy una mujer del sur de España que ha vivido ciertas cosas y eso es lo que comparto”, cuenta Mala Rodríguez en una videollamada con Clarín.
Hoy el trap logra posicionarse entre los géneros más escuchados. Referentes argentinos como Duki, Paulo Londra y Wos lograron exportar su música a toda América Latina y también a España. En la escena local de ese país, Rosalía se convirtió en un huracán que está lejos de ir perdiendo fuerza y combina lo urbano con tintes flamencos, su gran característica y lo que la llevó a destacarse entre la multitud. Pero antes de estos artistas, hubo otros que no la tuvieron tan fácil. Había un público poco receptivo a estos ritmos.
“Me siento pionera, pero junto a otras mujeres. No éramos muy escuchadas realmente. Yo creo que éramos como pequeñas joyas, porque no éramos muchas. Ahora si hay muchas y se les da bola”, dice Mala quien siente haberle allanado el camino a varias artistas. “Cuando hay un acantilado tú no te tiras. Pero si se tira alguien y no ha muerto dices: ‘bueno, me puedo tirar’. Creo que pasó eso”.
Mala Rodríguez se convirtió en un ícono del rap español.
Su debut profesional lo hizo en 1999 con las canciones Toma la traca y A jierro. Sin embargo, no fue hasta hace 3 años que logró posicionar alguna tema en el número uno de las listas de reproducción.
“En 2018 tuve una suerte maravillosa. Mis canciones fueron números 1 en un montón de países. Nunca me había pasado y yo decía: ‘¿qué esto está pasando?’ no me lo podía creer. Decía: ‘Wow esto ha empezado a ocurrir. Increíble, que bien, qué maravilla que esté teniendo tantos millones de streaming y que haya un montón de gente que le este dando amor a la música que estamos haciendo”.
En ese momento su carrera comenzó a ser más visible. Después de estar cinco años sin lanzar material, colaboró con Juan Magán en Usted, estrenó sus singles Gitanas, Contigo y Mujer Bruja, junto a Lola Indigo. Y los éxitos siguieron al año siguiente cuando estrenó una versión urbana de Agnus Dei, el tema principal de Vis a vis, la ficción carcelaria de Fox disponible en Netflix que sigue siendo un suceso internacional. En el último capítulo, también logró aparecer como novia de Saray, el personaje interpretado por Alba Flores.
Mala vivió toda la evolución del género. Desde que hacía shows y “nadie” la iba a ver a convertirse en un símbolo del rap español. La popularidad que tomaron sus canciones se la adjudica a dos razones: la evolución de la audiencia y el cambio de rol de la mujer.
“Creo que el público cambió mucho y exige, quiere sentirse representado no solo en la música. La gente tiene la mente muy abierta, no le gustan los prejuicios y conecto con eso. Pienso que se han dado diferentes escenarios para que por fin ahora sea fácil ser mujer, cantar en español y hacer música urbana. Lo mejor es que la mujer ya no se calla. Antes éramos pocas las que no nos callábamos ahora ya no se calla casi nadie”.
Para la cantante, el género femenino en la industria musical era un impedimento, sobre todo para aquellas que querían hacer un estilo que hace varios años atrás no era comercial. “Si vas con tus propias normas es más complicado. Siempre le van a dar la prioridad a otros proyectos que encajan dentro de lo que se le tiene que dar eco”.
Gracias a las plataformas digitales, la difusión masiva que alcanzan y la fama que se ganaron las rimas, parecería que cualquiera puede lanzar un tema y “pegarla”. De hecho cada vez son más los jóvenes del área del freestyle que alcanzan popularidad. “Pero también tienen mucho en contra, porque hay muchísima oferta. Hay mucha gente tratando de lanzar su carrera. Ahora puedes decir: ‘lanzo una canción y ya quedo ahí pegado’, pues si, pero no eres el único. Creo que cada momento tiene sus pros y su contras”.
Durante su carrera, y gracias a los impedimentos que tuvo llevó su lucha y del reconocimiento de las mujeres a sus letras, se convirtió en una referente del empoderamiento femenino, a pesar de que el género haya sido repudiado varias veces por el lugar en el que se pone a la mujer.
“Es un tema bastante intenso el de la cosificación y la música. Me pregunto si la música genera revueltas o si las revueltas inspiraban a la música. Me pregunto dónde es que empieza todo este círculo. Creo que hay personas como yo que nos hemos creado con la cosificación en la televisión, en todos los medios. Se me ha hecho creer un montón de códigos. Que ahora la mujer esté desaprendiendo y reescribiendo eso es muy complicado, entonces entiendo que hoy día exista un trabajo para llegar a sanarnos de todo eso”.
Buena Madera. María Rodríguez, mucho más conocida como La Mala. Foto David Fernández
La española apoya a Tomasa del Real, la chilena que “está acogiendo los aspectos del reggaetón más turbios y del perreo y vive su sexualidad de esa manera, pero también me gusta las que optan por otro tipo de lenguaje. Las mujeres estamos reescribiendo nuestro presente, pero nos han hecho polvo, no es fácil para nada”.
Mala Rodríguez está de acuerdo con que sus colegas se muestren sexies, de hecho esa también es parte de su impronta. No tiene inconvenientes, siempre y cuando sea una mujer la que canta sobre su sexualidad y decida exponerse. El límite se cruza cuando cantantes hombres ponen a mujeres a bailar semi desnudas como trofeo.
“Que el hombre use a la mujer para vender su mierda de música ya lo llevamos viendo toda la vida. Y no solos los raperos hay muchos de cumbia y rockeros. Para venderte una rueda ponen una pedazo de mujer, eso es cosificación. Lo que ellos hagan ya me da igual. Me importa lo que hagamos nosotras, como absorbemos eso y como lo reescribimos”.
Si bien es la primera y única mujer en ganar el Grammy latino a Mejor disco urbano por Bruja y Mejor canción urbana, su potencial musical no logró explotar como debía hacerlo. Posiblemente por lanzarse con un género que años atrás no podía ser considerado como comercial. A pesar de pasar años preguntándose qué es lo que le faltaba a sus canciones para terminar de consagrarse, agradece haber tenido un recorrido lleno de desafíos.
“A día de hoy creo que nadie me debe nada y tengo el camino que yo he hecho es el que he tenido que tener. Cuando era más joven decía: ‘pero qué es lo que pasa, si esto está guapísimo, estás canciones están buenísimas’. No terminaba de triunfar. Pero con el tiempo creo que cada uno tiene un camino. Que es una bendición que te toque con algunas complicaciones, y la verdad es muy bonito todo lo que yo he vivido. Yo lo que tengo es justo lo que merezco y solo puedo dar gracias”.
Dame Bien
Con la colaboración de Big Freedia
Después de estar siete años sin lanzar un álbum de estudio, regresa a una escena totalmente renovada que está dispuesta a recibirla. El disco homónimo, Mala, está cargado de colaboraciones: Lola Indigo, Cecilio G, Guaynaa, Big Freedia y Stylo G.
“Mi álbum simboliza mucho amor, porque creo que por mucho tiempo he luchado un montón y creo que en este disco estoy disfrutándome y abrazándome. Así es como yo me siento, por eso quise llamarlo así, porque creo que nunca me he dedicado ese momento. Del artista que hay detrás de esto, del artista que tanto me ha dado, la palabra mala que ha tantos sitios me ha llevado y es tal y como me siento ahora como mujer, como persona. Me siento más fuerte, más consciente, me siento mejor que nunca”, cierra la cantante.
WD
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.