Martín Palermoy Juan Román Riquelme son dos de los máximos ídolos de Bocay si hay algo que el hincha les valora además de los títulos, los goles, la entrega y la
jerarquía que le dieron al club es que siempre pusieron por encima el amor por la camiseta sobre sus diferencias personales y dentro de la cancha armaron una sociedad que quedó en la historia del fútbol argentino pero Abel Alves sorprendió a todos al revelar detalles de la interna que influían en los partidos.
“Me tocó agarrar cuando Coco Basile se fue y las cosas no estaban bien en el plantel, eso era de público conocimiento. No estaban bien las cosas entre dos jugadores que le han dado un montón al club como Riquelme y Palermo. Aunque yo los conocía y a los dos los vi llegar al club, era muy jodido. En el momento que yo agarro eran jugadores consagrados e ídolos de Boca. Pero había que poner el lomo, cómo no iba a aceptar”, explicó el ex DT del Xeneize en diálogo con Boca Pasión Total que ya había tenido dos interinatos en años anteriores y fue ratificado en el puesto por Jorge Amor Ameal en 2010.
Con experiencia en inferiores y conocedor de muchos de los jugadores que luego triunfaron en el primer equipo, Alves explicó cómo afectaba en el grupo la división generada por las diferencias irreconciliables entre los ídolos: “Yo llegaba a los entrenamientos con muchas ganas pero cuando entraba al vestuario y veía esa división me quería morir. Yo les decía que Boca estaba por encima de todo pero aunque ellos lo aceptaban después en la cancha se veían esas cosas”, amplió el también ex futbolista de Boca y ganador de tres títulos.
“Yo estuve cinco años en la Tercera de Boca. En ese tiempo debutaron 47 jugadores en el primer equipo. Gago, Banega, Roncaglia, Forlín, Boselli, Gaitán, Mouche y muchos otros. Después los vuelvo a encontrar en Primera División pero no era lo mismo, ya estaban divididos y era difícil manejarlo. Aunque los había tenido en Tercera cuando se cambian al lado de Riquelme y de Palermo, el mismo jugador cambia. Cuando veía todo eso y el barco se hundía, no sabés la desesperación que tenía”.
Y no fue fácil ese Torneo Clausura para Boca, ya que terminó 16º con apenas 20 puntos y Alves dejó su cargo después de la fecha 13 tras una dura caída por 3-0 ante Colón en Santa Fe. De todas formas, el cariño y el amor por el club lo mantiene intacto: “Estoy agradecido a todo lo que me dio Boca, trabajé en divisiones inferiores, en Tercera, en Primera y fui coordinador. Lo único que me faltó fue ser presidente. Boca es mi vida, es mi casa”.