“Son 1.500 personas que van a quedar en la calle. En este contexto de pandemia no tienen chances de conseguir el trabajo que podrían haber conseguido si esto no estuviera pasando”.
Lo cuenta Francisco Gelman Constantin, vocero del colectivo Jóvenes Científicxs Precarizadxs. Es una de las organizaciones que denuncia que el Conicet despedirá a 1.500 trabajadores del sistema científico público argentino a partir del 31 de julio y durante los próximos meses.
En un comunicado, esa organización junto a otras como Becaries de la Universidad Nacional de La Plata, Becaries de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia y la Asamblea de Becarixs Conicet, asegura: “Las autoridades del CONICET, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica confirmaron que más de 1.500 investigadores/as en formación del sistema científico público argentino quedarán en la calle en las próximas semanas, en plena pandemia y sin ninguna posibilidad de acceder a otro trabajo en el sector, a partir del próximo 31 de julio”.
“Son becas que, según el contrato, terminan ahora, fines de julio era la fecha estipulada. Pero ahora mismo una persona que se queda sin ese trabajo no tiene chances de aplicar a una beca posdoctoral, ni de presentarse a un concurso docente, ni de insertarse en el mercado laboral privado, ni aplicar a un puesto científico en otro país en este contexto de cierre de fronteras. Por lo que el destino del fin de esa beca es quedarse sin trabajo“, describe Gelman Constantin, y suma: “Lo que estamos visibilizando es, por un lado, lo precario del sistema de becas, que es una relación de dependencia encubierta, y el desamparo que van a padecer 1.500 científicos”.
“Junto con la continuidad de los puestos de trabajo amenazados (hasta después de la salida de la crisis socio-sanitaria), los y las becarios/as reclaman licencias por cuidado para todos/as los/as trabajadores/as del sector, una prórroga universal de la becas en curso para poder concluir las investigaciones interrumpidas por el ASPO, derechos laborales que corrijan la actual precariedad de sus puestos de trabajo”, sostiene el comunicado de las organizaciones de becarios.
“El CONICET ha hecho y hace un gran esfuerzo para sostener su programa de Becas. Este año el organismo otorgó 3.221 becas en total, un 15% más de lo que se había concursado originalmente (2.800 becas). Las altas de las becas se han ido garantizando aun en estos tiempos de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”, sostiene el comunicado del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación en respuesta a lo denunciado por los becarios.
Sobre la situación puntual del fin de las becas previsto para el 31 de julio, desde el Ministerio aseguran: “El 31 de marzo terminaban sus becas o prórrogas de becas (algunas de ellas, de más de un año) un cierto número de becarias/os, cercano a los 1.200. Por razones ligadas a la pandemia, el Directorio –con recursos presupuestarios extraordinarios – logró prorrogar la finalización de las becas o de sus prórrogas por un período de cuatro meses, hasta el 31 de julio”.
“La situación de ese conjunto de personas, cuya prórroga extraordinaria de beca vence el 31 de julio, es la siguiente: aproximadamente 800 ya habían decidido no continuar en el organismo luego de finalizada su beca (pues no se habían presentado al concurso siguiente); 328 becarias/os posdoctorales se habían presentado al concurso siguiente (Ingreso a la Carrera), pero en el mismo resultó que no fueron aceptadas; 115 becarias/os doctorales se presentaron al concurso siguiente (Beca Posdoctoral), y no resultaron seleccionadas/os por recomendación de las Comisiones Asesoras del organismo”, detalla el texto ministerial, y agrega: “Cabe destacar que en el día de la fecha el directorio del CONICET ha resuelto extender hasta el 31/12/2020 la cobertura médica a todos los que contaban con este beneficio durante la beca”.
Según cuenta Gelman Constantin, entre el mes pasado y este se convocó el ingreso de nuevos becarios sin que la pandemia o la cuarentena obligatoria suspendieran esa actividad. “Los cupos son similares a los del año pasado”, sostiene, pero matiza: “Lamentablemente la convocatoria fue en este contexto, que implica desigualdad para quien tiene a su cargo una mayor cantidad de tareas de cuidado o para los enfermos crónicos”. “El fin de las becas deja en una situación de gran vulnerabilidad a muchas personas que, además, desde su trabajo científico resultan fundamentales en este momento”, explica.
En repudio del fin de esas becas las organizaciones de científicos convocaron al festival virtual “Ni un científicx en la calle” que se llevará a cabo este viernes a las 18 a través del perfil de Facebook de Jóvenes Científicxs Precarizadxs. Además, el lunes harán un paro de actividades y una movilización al Polo Científico que depende del ministerio, en Palermo.
DD
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