Bajo presión del Comité de Inteligencia y de un Parlamento cada día más hostil a su metodología, el primer ministro británico Boris Johnson está preparado a “dar más
poder a los servicios de seguridad para frenar la interferencia extranjera” en el Reino Unido.
Se basa en un documento de 49 páginas del Comité de Inteligencia, que denuncia que los servicios de inteligencia británicos sacaron “los ojos de la pelota” en la interferencia rusa en el reino. En el trabajo se sostiene que el gobierno “directamente evitó” una investigación sobre las alegaciones de que agentes del presidente ruso Vladimir Putin se involucraron en la campaña del Brexit y sus resultados.
Downing Street, la residencia oficial del premier, sostuvo que “no hay evidencia de una exitosa interferencia rusa en el referéndum de la UE”. Pero desde octubre se sentó sobre el informe y no autorizó a publicarlo hasta ayer, cuando lo hizo el Comité sin consultarlo.
Estudio. Boris Johnson marcha al Parlamento (Xinhua)
Ahora planea “una legislación de contraespionaje” para volver a Gran Bretaña“más dura para los adversarios para operar en ella”. Esa nueva legislación va a incluir un registro formal de agentes extranjeros, bajo el modelo que existe en Gran Bretaña y Australia frente a los espías u oficiales trabajando para otros países en su territorio. Los que no cumplan con esa obligación serán deportados o detenidos.
La decisión de Johnson se debe a que los servicios de inteligencia creen que la legislación de contraterrorismo británica no está adaptada a los nuevos tiempos.
Sir Andrew Parker, ex jefe del servicio secreto doméstico MI5, dijo ante los diputados que los espías rusos podían operar con impunidad en Gran Bretaña porque la legislación no estaba adaptada. Bajo la actual ley, los espías extranjeros no podrían ser detenidos si no son encontrados “in fraganti”. La legislación de inteligencia británica se remonta a la Primera Guerra Mundial.
El Comité de Inteligencia sostuvo que “proteger nuestro discurso democrático y procesos de interferencia hostil debe ser una prioridad ministerial” y sugiere que el MI5 debe liderar esa responsabilidad.
La policía Metropolitana exigió trabajar con el MI5 en el tema Rusia. El gobierno de Johnson lo había considerado innecesario hasta ahora.
Sir Keir Starmer, el líder de la oposición laborista, propuso que la licencia de Rusia Today, la cadena rusa controlada por el estado, sea prohibida después de constatar su rol de distribuir información de inteligencia manipulada por el Kremlin, según el Comité de Inteligencia Parlamentario. En su interpelación parlamentaria del miércoles al premier, Sir Keir lo desafió a cerrarla.
Parlamento. Una sesión de la asamblea británica (Reuters).
Al menos un diputado conservador y una docena de nacionalistas escoceses aparecieron en esa cadena en los últimos meses.
Rusia fue multada con 200.000 libras esterlinas en Gran Bretaña, en julio pasado, por severas violaciones al código de radiodifusión en relación a su cobertura sobre el envenenamiento en Salisbury a un doble agente ruso británico. Rusia Today apeló pero la multa fue confirmada por el alto tribunal británico.
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