Josu Urruticoechea logró eludir a la Justicia durante 17 años. Finalmente, en mayo de 2019 fue arrestado en los Andes franceses con la colaboración inestimable de la Guardia Civil. Un respiro para
sus víctimas que, sin embargo, ha durado poco. Porque ayer, el exnúmero uno de ETA abandonó la cárcel parisina de la Santé rumbo hacia un céntrico apartamento en el que residirá a partir de ahora bajo control judicial. Las casi dos décadas de lucha para darle caza, lamentan desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), se han hecho «añicos». «No podemos comprender cómo recibe un trato favorable mientras nuestros muertos continúan en sus tumbas, de donde nunca saldrán», denunció a través de un comunicado la asociación que preside Maite Araluce, que añadió que tampoco se entiende que haya que dar respuesta a «todos los que ahora reclaman una humanidad que ellos nunca tuvieron». Ternera había solicitado abandonar el centro penitenciario de la Santé debido a su estado de salud, súplica que fue escuchada y aceptada por el Tribunal de Apelación de París. Hace años el etarra anunció que padecía un cáncer, lo que según su defensa se suma a otras enfermedades de diversa gravedad. Los abogados apelaron a que en el centro penitenciario parisino se han detectado varios casos de coronavirus. La decisión de la Justicia francesa permitirá al sanguinario etarra, imputado entre otros crímenes por el atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987, pasar a un régimen de arresto domiciliario. Vivirá en el domicilio de una profesora de la Escuela Nacional Superior (ENS) residente en París. Allí continuará con sus estudios universitarios con la previsión de matricularse el próximo curso en tercero de Historia en la Sorbona. Asimismo, podrá salir hasta siete horas a la calle con total libertad -dos por la mañana y cinco por la tarde- con la única condición de no abandonar el país y de llevar consigo una pulsera telemática. De incumplir cualquiera de las normas que se les han impuesto, regresaría a la cárcel. «Que no se vuelva a fugar» Un «trato favorable», lamenta la AVT, que ha provocado que algunas víctimas llegaran incluso a necesitar asistencia por parte de su Departamento Psicosocial. En cualquier caso, una vez ratificada la decisión de los jueces, la asociación se resigna a pedir que «se cumplan todas las medidas necesarias para que Josu Ternera no se vuelva a fugar», como ya ocurrió en el pasado. «Las víctimas del terrorismo solo reclamamos justicia. Justicia a la que tiene derecho cualquier ciudadano», sentencia. Lo mismo reclama el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite). Desde la asociación de Consuelo Ordóñez destacaban ayer ante este periódico que nunca cuestionan «las decisiones judiciales, gusten o no». En cualquier caso, apuntaron que lo importante es que las autoridades francesas no permitan al terrorista escapar, y recordaron que está reclamado «por gravísimos delitos en España». Concretamente, la Audiencia Nacional envió dos reclamaciones de extradición y otras dos euroórdenes contra Ternera. Francia rechazó este julio una de ellas, referente a delitos de lesa humanidad, pero sí atendió la demanda por la participación del etarra en el atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza, en el que murieron 11 personas. Quedan pendientes otras dos causas por financiación de la banda terrorista a través de las «herriko tabernas» y por el asesinato del exdirectivo de Michelin Luis Miguel Hergueta. Marlaska pide la extradición A este respecto, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, exteriorizó ayer su deseo de que se resuelvan las órdenes de detención que pesan sobre el exlíder de ETA para que sea extraditado. En declaraciones a los medios durante una visita a un centro de atención a víctimas de trata, el mandatario socialista expresó su respeto por las resoluciones judiciales, y valoró la labor de las Fuerzas de Seguridad españolas y de la Gendarmería francesa en la captura de Ternera.
FUENTE DIARIO ABC: