Rafael Bielsa presentó sus cartas de embajador ante Sebastián Piñera

con mascarilla siguiendo los protocolos para prevenir el contagio del nuevo coronavirus.

La ceremonia es el punto final de los pasos para el inicio de la misión de Bielsa. Hasta recientemente presidente de Corporación América, Bielsa volvió a la gestión pública como uno de los embajadores políticos de Alberto Fernández.

El funcionario llegó a Chile hace unas semanas, en un vuelo que trasladaba varados. Y su misión muestra que Fernández le quiere dar alto nivel de relación a la relación con el país trasandino después de numerosos desentendidos entre uno y otro gobierno. 

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Por un lado, porque en sus reuniones con el Grupo de Puebla, el presidente Alberto F. se acogió en persona a los deseos de que volviera el socialismo al poder en Chile, lo que provocó una protesta de la diplomacia trasandina.

Y después de que el canciller Felipe Solá reparara algunas heridas en charlas con el ahora ex canciller Teodoro Ribera Neumann -Piñera hizo un cambio de Gabinete recientemente- estallaron otros desentendidos, algunos por la pandemia del COVID 19.  

En al menos dos oportunidades las autoridades chilenas corrigieron al Presidente y a sus funcionarios por los datos que suministraban sobre cómo se lleva la lucha sanitaria en Argentina comparada con Chile, uno de los países más golpeados por el nuevo coronavirus. El actual embajador de Piñera en Buenos Aires, Nicolás Monckeberg, salió a desmentir las cifras argentinas sobre Chile. 

Pero hubo un diálogo telefónico entre Fernández y Piñera que enfrió tensiones. La conversación los acercó. Este miércoles el presidente chileno recibió sólo a Bielsa. El martes recibió en grupo a los nuevos embajadores de Australia, Grecia y Sudáfrica.

En Chile, aunque no en Buenos Aires, difundieron que una de las primeras conversaciones del nuevo canciller Andrés Allamand fue con Solá. Allamand, también de la coalición de centroderecha que gobierna Chile, asumió el cargo la semana pasada. Acordaron trabajos conjuntos. La crisis argentina -aunque ahora también la chilena- ha golpeado las relaciones comerciales entre ambos vecinos, y las respectivas inversiones de los primeros aquí. 

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Por otro lado, hay una situación confusa sobre lo que hace a los territorios antárticos que se superponen en los reclamos de Argentina y Chile, y también en el punto más austral de los límites entre ambos países.

En su momento la cancillería trasandina objetó los nuevos límites de la plataforma continental argentina que el Congreso acaba de convertir en ley.  Ahora es Chile el que acelerará el tratamiento de su propia delimitación. Ello podría generar algún grado de fricción aunque desde Buenos Aires afirman que sólo quieren sentarse a conversar sobre cuál es el problema.