El progresismo demócrata no quería a Kamala Harris, pero ahora la apoyan para derrotar a Donald Trump

Joe Biden elevara a uno de sus aliados ideológicos a la candidatura de vicepresidencia de Estados Unidos, con el objetivo de enfrentar a Donald Trump en las elecciones de noviembre.

Las opciones alternaban entre la senadora Elizabeth Warren, de Massachusetts, o la diputada Karen Bass, de California. Kamala Harris, una senadora de California más moderada y afín al establishment, estaba cerca del final de la lista de preferencias.

Por lo tanto, cuando Biden anunció el martes que había elegido a Harris como compañera de fórmula, la decisión reafirmó lo que muchos progresistas habían temido durante mucho tiempo: en caso de llegar a ser presidente, Biden gobernaría de la misma forma que lo había hecho a lo largo de su carrera. Es decir, firmemente arraigado al establishment demócrata.

Pero en lugar de rebelarse, muchos progresistas y funcionarios electos sofocaron inmediatamente sus críticas. En su lugar, proclamaron su apoyo y aplaudieron la selección, reiterando que derrotar al presidente Trump era su prioridad electoral. Incluso los que eran propensos a denunciar a Biden y otros moderados intentaron en gran medida hacer la paz.

Trump tampoco tardó en reaccionar al anuncio de Biden y lanzó un duro ataque a sus rivales. “Con Harris como la ‘herencia política viviente’ de Joe Biden, él está sometiendo al país a la muchedumbre radical con promesas de aumentar impuestos, recortar los fondos de la policía, destruir empleos en de energía y abrir nuestras fronteras”, tuiteó el jefe de la Casa Blanca el mismo martes.

“Al final del día, esta no es una decisión democrática”, dijo Evan Weber, el director político del Movimiento Sunrise, el grupo de defensa del clima, que apoyó a Sanders en las primarias. “Esta siempre iba a ser una decisión personal que dependía del vicepresidente“.

Larry Cohen, el presidente del grupo Nuestra Revolución, que está alineado con Sanders, describió a Harris como “extremadamente competente”.

“No es Warren o Bass en términos de sus antecedentes, pero no creo que tenga sentido criticar la realidad”, dijo.

Las declaraciones públicas de entusiasmo por Harris dejan en claro cómo el ala progresista está viviendo este momento. En general, buscan equilibrar sus demandas de cambio con el entendimiento de que todos los demócratas, más allá de su ideología, deben permanecer unidos detrás de Biden para derrotar a Trump.

También están negociando otra realidad política: que Harris podría ser la cara del partido en el futuro, y enemistarse con ella ahora tendrá consecuencias políticas que no existían al principio de la semana.

A diferencia de Biden, que se convirtió en vicepresidente después de décadas de establecerse como un moderado de Washington con un talento para el manejo de los negocios, Harris sigue siendo alguien indefinido desde lo ideológico.

Al andar con pies de plomo, algunos progresistas esperan que les permita hacer incursiones en su círculo de influencia y crear aperturas que tal vez no existan con Biden.

“No sé si la izquierda está más entusiasmada con la fórmula de Harris-Biden de lo que lo estaría si fueran otros los integrantes”, dijo Weber. “Pero está claro que ella está a la izquierda de Biden, y ha estado más cerca de los movimientos a lo largo de su carrera”. 

Pero mientras que muchos grupos y funcionarios tendían a seguir la línea del partido, otros hablaban con más cautela de su apoyo. Cori Bush, una dirigente progresista que casi seguro irá al Congreso tras ganar una primaria demócrata este mes en St. Louis, dijo que se sentía “dividida” respecto a la elección de Harris.

“No voy a derribar a otra mujer de color“, dijo Bush. “Pero como progresista, tengo que mantener mis valores”.

Bush reconoció la magnitud del momento, especialmente para las mujeres negras de mayor edad, que se emocionaron ante la posibilidad de poder votar por una mujer negra en la fórmula. Pero también dijo que el ascenso de Harris a la prominencia dejaba de lado algunas comunidades históricamente marginadas.

“La aplaudo por la forma en que ha cambiado, pero la gente se sintió herida por como ella condujo su proceso de evolución”, dijo, refiriéndose a la supervisión que hizo Harris del sistema de justicia penal en California. “Y no podemos olvidar que esas personas son importantes. Estoy con ellos y quiero que sepan que los representaré lo mejor que pueda”.

En los meses que pasaron desde que Sanders abandonó la carrera, en esencia dejándole la nominación a Biden, y comenzó a correr el reloj para la selección de la vicepresidencia, los progresistas han tenido una serie de victorias en elecciones locales.

Candidatos respaldados por grupos como Sunrise (Amanecer) y Justice Democrats (Demócratas por la justicia) ganaron en Nueva York e Illinois, incluso en algunas carreras donde competían contra prominentes miembros de la Cámara de Representantes.

Cada miembro del llamado squad (escuadrón), un grupo de mujeres progresistas de color en la Cámara que a veces ha incomodado el liderazgo de la Cámara, se aseguró la reelección con cómodos márgenes. 

Este giro a la izquierda podría cambiar la dinámica en Washington, dijo Mondaire Jones, un abogado que ganó las primarias en el 17º Distrito Congresional de Nueva York y que probablemente ingrese al Capitolio en otoño. Jones describió la selección de Harris como algo histórico, pero sugirió que los liberales seguirían empujando su agenda.

“En los últimos años, la izquierda nunca ha huido de una lucha con los miembros del Partido Demócrata, y no veo ninguna razón por la que no vayamos a seguir insistiendo con nuestras ideas en un potencial gobierno de Biden y Harris”, dijo Jones.

“Biden y Harris trabajarán con el Congreso más progresista que hayamos visto“, dijo. “Y estoy listo para asegurarme de que cumplen sus promesas y seré parte del esfuerzo para empujarlos a estar más en línea con los valores progresistas”.

Por Sydney Ember y Astead W. Herndon

© 2020 The New York Times

Mirá también

Mirá también

Elecciones en Estados Unidos: Joe Biden y su candidata a vice Kamala Harris, juntos por primera vez

Mirá también

Mirá también

Kamala Harris: qué piensa, qué dice y qué hace la compañera de fórmula de Joe Biden