La desesperada búsqueda de un tratamiento efectivo para combatir el coronavirus, hizo que se promocionen productos que representan un
En esa línea, el especialista manifestó que el dióxido de cloro “no está autorizado para uso medicinal“, pero que sí se utiliza y está aprobado como desinfectante. Según explicó, esta sustancia “ocasiona un daño sobre las estructuras donde toma contacto”, debido a su “alto poder oxidante”, que “nada tiene que ver con la oxigenación“, remarcó.
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Al ser consultado, por el riesgo de muerte que implica ingerir este producto, Saracco respondió que “depende de la dosis”. Y agregó que en la mayoría de los casos produce “efectos tóxicos”, sobre todo como consecuencia del “uso crónico y mantenido en el tiempo“. Además, advirtió que muchos pacientes “en busca del motivo prometedor” por el que ingirieron el dióxido de cloro, “demoran la consulta médica y llegan con el cuadro muy avanzado”, explicó lo cual, representa un riesgo para la salud. “Es peligroso, y que demos información va a ayudar a prevenir muchos más casos de intoxicación, de los que hoy están saliendo a la luz”, cerró.
