Arde la interna cambiemita: Elisa Carrió fustigó a los que se “arrogaron” la marcha del 17A

target=”_blank” data-cke-saved-href=”https://www.clarin.com/tema/juntos-por-el-cambio.html” target=”_blank” href=”https://www.clarin.com/tema/juntos-por-el-cambio.html”> Juntos por el Cambio. Ante el avance de los referentes del ala intransigente luego de las protestas del lunes, la fundadora de la Coalición Cívica salió a cruzar a los que se “arrogaron” la representación de las marchas, sin dejar su posicionamiento duro: al rato anunció una denuncia penal a los senadores que rechazaron la cautelar de la jueza Alejandra Biotti por el tratamiento de los traslados de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.

Luego de las manifestaciones, Mauricio Macri -conectado desde Zurich- y los referentes con posturas más firmes contra el Gobierno avanzaron en la disputa sobre los moderados, lo que quedó reflejado en la reunión virtual de la mesa nacional, de la que no participaron Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, y María Eugenia Vidal se mantuvo en silencio. El jefe de Gobierno porteño había tomado distancia de las protestas y desestimado el liderazgo de Macri en la coalición.

“Los actos del pueblo son del pueblo y nadie debe arrogarse o sacar ventajas de la movilización”, tuiteó Carrió. Con palabras similares habían reaccionado en la sede de Uspallata, aunque Rodríguez Larreta y sus principales funcionarios evitaron meterse públicamente en la confrontación. “Sería loco que lo capitalizara Mauricio desde Europa, ¿no?”, ironizaba uno de ellos. “La marcha es de la gente, no de los dirigentes. Querer apropiarse de algo que no organizaste es contraproducente. El oportunismo político es algo que se percibe”, decía a este diario Alvaro González, uno de los contados que salió a hablar, cercano al jefe de Gobierno porteño.

“Fue para todos. Yo no tengo interna con ninguno, pero no se tiene que apropiar nadie”, dijo Carrió este miércoles a dirigentes de confianza. Diputados del bloque buscaron diluir que hubiera apuntado directamente a Macri o a Patricia Bullrich, la referente -con Luis Brandoni y Hernán Lombardi- con mayor visibilidad en la protesta en el Obelisco.

“Valora mucho esas marchas, para ella Cambiemos es producto de esas marchas. Si alguien saca ventaja, la gente puede sentirse usada y enojarse con razón”, insistieron, y la ubicaron “en el medio” de la puja entre duros y moderados.

Del otro lado también procuraron relativizar el cruce, aunque remitieron a un presunto “pacto” entre Carrió y Rodríguez Larreta. “Ella dice siempre lo mismo sobre las movilizaciones, eso no es una novedad, pero últimamente defiende mucho a Horacio”, interpretaron cerca de Macri.

Al jefe de Gobierno porteño le habían pasado factura por tomar distancia de la convocatoria con consignas múltiples contra el Gobierno, con la confluencia en el rechazo a la reforma judicial: “Horacio se sintió tocado. Si les decís a los porteños que no salgan, y salen masivamente… Y son nuestros votantes”. Incluso daban por saldada la puja entre intransigentes y conciliadores: “Mauricio habló de escuchar a la sociedad y representar a los que nos votaron y ninguno dijo algo en sentido contrario. Se termina la discusión entre duros y blandos”. Algunos referentes del radicalismo también se habían despegado de las movilizaciones, el principal Gerardo Morales.

Después de las protestas, Bullrich hizo declaraciones sobre la interna en el espacio opositor. “Como Juntos por el Cambio nos tenemos que poner a la cabeza, y a los que no quieran ponerse a la cabeza, los van a pasar por arriba. La gente va a dejar en el camino a aquellos tibios que no son capaces de entender la necesidad de la representación”, dijo a TN.

“Mauricio habla de libertad, pero en la Ciudad trabajamos con un concepto distinto. Es libertad con responsabilidad social. Si no es individualismo. En la salida de la pandemia hay que ir a una nueva construcción social. Y lo mismo en la política”, contrapuso un ladero de Rodríguez Larreta.

“En 2023 tiene que ser el Gobierno del 75%, por lo menos de diálogo con ese 75%. Y eso no lo construís sobre las cabezas de Macri y de Cristina”, avanzó el funcionario, con la aclaración sobre la necesidad de evitar un quiebre: “El valor más importante es la unidad, no quién es el jefe”. Rodríguez Larreta apuesta a que el liderazgo le quedará por decantación.

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