A distintas velocidades, algunos sectores económicos empiezan a evidenciar cierta mejora. Aunque leve, la actividad de los bancos, de los servicios públicos, y en menor medida del comercio, muestran incipientes signos de recuperación.
Con el levantamiento de la cuarentena y el regreso a la actividad en algunas ramas de la economía, la tracción viene dada más por el lado de la recomposición de stocks (es decir, desde la oferta) que desde la demanda: el consumo sigue planchado, aunque con matices.
El Ministerio de Desarrollo Productivo identificó que hubo fuertes aumentos en las ventas de productos de limpieza, materiales para la construcción doméstica, artefactos eléctricos, muebles, colchones y textiles para el hogar en junio.
A esto, desde la consultora Invecq añadieron que “las ventas online han sido de gran ayuda para canalizar esta nueva demanda de consumo doméstico incentivada por el mayor tiempo de permanencia en los hogares. También se ha identificado un fuerte crecimiento en la comercialización mayorista de agroquímicos, maquinarias agrícolas y productos veterinarios”.
Para Soledad Pérez Duhalde, directora de Operaciones de la consultora Abeceb, “desde el lado de la oferta hay rasgos de recuperación”, aunque advirtió que “hay que ver cuánto es recomposición de stock y cuánto tracción de demanda”.
El problema que ve, más allá de lo sectorial, es que la recuperación puede encontrar un límite dado por la caída en el empleo y del poder de compra de los salarios. “Hay que ser cautos. La demanda es el principal componente del PBI; hay que mirar la economía completa”, señaló y mencionó estar atentos a qué ocurrirá con el desempleo y las paritarias.
En Invecq identificaron que existe una fuerte heterogeneidad sectorial, un fenómeno frecuente en períodos de recesión y más en el actual, dada la profundidad de la caída.
Engloban los sectores en dos grupos. Por un lado, bancos, servicios básicos (agua, gas y electricidad) y comercio: tanto en la variación frente a junio del año pasado muestran una leve mejora pero también en el indicador acumulado del primer semestre son los que caen menos.
Y en el otro extremo, hotelería y gastronomía, otros servicios (deportivos, artísticos, personales) y construcción, que acumulan contracciones en el semestre iguales o superiores al 40% “y en el último mes no han mostrado señales de comenzar a levantar; quizás sí pueda observarse esto en la construcción en los meses de julio y agosto, pero para los otros dos sectores no hay hasta el momento indicios de una recuperación potente”.
De hecho, Pérez Duhalde encontró algunos indicios de mejora en la construcción en los datos privados que se conocen de julio y agosto. El índice construya (releva ventas de materiales) mejoró este mes frente al anterior, también cemento, demanda de energía eléctrica y consumo de acero.
Y añadió otro que muestra signos de recuperación incipiente. “La industria automotriz mejoró en agosto un 35% frente a julio. Se van incorporando turnos, horas en las líneas”, sostuvo.
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