“Perdona, porque estamos acá con los chicos luchando con toda esta mugre”, balbuceó el bombero cordobés ante el celular, con la cara llena de hollín y la voz rota por la
angustia y el llanto.
El mensaje de voz fue para su hija María Elisa, de 16 años, que no sabía nada de su papá justo el día en que se conmemoraba otro año más de la muerte de su madre.
El caso del bombero que llora conmociona a Córdoba en el marco de la lucha contra los incendios que azotan a las sierras desde hace unas dos semanas.
Otros tiempos. Eusebio, su mujer y su hija. Captura
Eusebio Moreno es uno de esos bomberos voluntarios que lucha contra el fuego. Pertenece al cuartel de Villa Soto, ubicado en el departamento de Cruz del Eje, y lleva arriba de la autobomba los mismos 16 años que tiene su hija María Elisa.
Eusebio enviudó hace 12 años, cuando su hijita tenía apenas 4. El martes, el día del aniversario de la muerte de la mujer, estaba combatiendo el fuego en el Paraje La Primavera.
Hasta allí llegó un compañero con provisiones, pero también con un par de audios de WhatsApp que María Elisa le mandaba a su papá, porque hacía días que no lo veía y en la zona donde están combatiendo el fuego no tiene señal.
Eusebio Moreno, en el Paraje La Primavera. Foto: Facebook y Captura
“Nos sentamos a comer debajo de un árbol y le hago escuchar los audios. Se emociona, pero queda ahí. Entonces le dije que le responda y que después se lo enviaba cuando agarrara señal”, contó Ariel Rodríguez, el bombero mensajero a El Doce.
No bien empezó a grabar el audio para su hija, Eusebio se quebró y apenas pudo hilvanar una oración: “Perdona, porque estamos acá con los chicos luchando con toda esta mugre”.
La escena fue filmada por otro compañero. “Nos emocionamos todos, nos abrazábamos y llorábamos“, recordó Rodríguez.
“No entendía nada cuando recibí el mensaje, y le pedí a mis tíos que me llevaran a verlo porque no sabía si le había pasado algo. Así que, ahí nomás nos fuimos y lo pude ver cinco minutos y abrazarlo, y estar con él”, contó María Elisa a Noticiero Doce.
María Elisa no sabía nada de su papá desde el sábado 26 de septiembre, cuando hablaron brevemente por teléfono y él le dijo que volvía a la zona de incendios.
“Me siento orgullosa por él y por todos sus compañeros porque la están peleando y dando su vida por los demás”, dijo la chica, y admitió: “Me tocó el mejor papá del mundo”.
AFG
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