El salvaje asesinato de un chofer de la Línea 218, ocurrido esta noche del jueves 1 de octubre en Virrey del Pino, partido de La Matanza, recalentó el cuadro de violencia e inseguridad que se vive en vastas zonas de la provincia de Buenos Aires, y como derivación de este crimen, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) dispuso un paro que alcanza a 40 líneas de colectivos de la zona oeste del Gran Buenos Aires.
El trabajador asesinado fue identificado como Pablo Flores, quien realizaba el habitual recorrido nocturno a cargo del interno 75 de la Línea 218 en el kilómetro 38 de la Ruta 3, a la altura del Barrio San Javier.
Eran poco más de las 22 cuando según relató una de las pasajeras del colectivo, un hombre bajó desde un automóvil en la parada que hizo el transporte, y le disparó directamente a la cabeza. Algunos de los pasajeros hablaron de dos disparos, pero lo cierto es que Flores murió instantes más tarde, mientras el agresor se saba a la fuga en el vehiculo del que había bajado.
Según se indicó, como consecuencia del hecho, el colectivo siguió unos metros más hasta impactar con un árbol, pero los pasajeros no resultaron heridos. La policía trata de encontrar hipótesis sobre el brutal suceso, y se descartaría el móvil de robo en primera instancia, ya que el atacante le habría disparado directamente a Flores sin mediar palabra.
Tras el crimen, la UTA dispuso un determinó un paro de actividades desde esta medianoche en toda la zona oeste del Gran Buenos Aires, en “repudio absoluto por el asesinato” de Flores y reclamando el compromiso de las autoridades y acciones concretas, “ante el horror de la violencia que parece incontenible”.
“Abrazamos a la familia de nuestro compañero y a todos los trabajadores que cada día sufren el horror de la violencia que ya parece incontenible, teniendo en cuenta la cantidad de episodios cotidianos de inseguridad y la crueldad irracional de los delincuentes”, indicó la UTA en un comunicado que lleva la firma del secretario General del gremio, Roberto Fernández.
Finalmente se indicó “reclamamos de las autoridades el compromiso inmediato y absoluto para brindar la seguridad que necesitan los trabajadores y las condiciones necesarias e imprescindibles para seguir cumpliendo una tarea esencial para la sociedad en medio de esta angustiosa pandemia”.
El crimen de Pablo Flores se suma a otros episodios de violencia recientes, al punto que justamente los choferes de la línea 57 estaban cumpliendo un paro luego que uno de los conductores sufriera un intento de robo y le cortaran un dedo.
HB
