Los 100 años de una comisaría porteña: de Liniers a la ex estación Versailles

Paz. Y el 30 de septiembre de 1920 llegaría la inauguración, en Albariño 41/91, entre las avenidas Rivadavia y Coronel Ramón Falcón.

Eran tiempos en los que no llegaban ómnibus hasta Liniers y las breaks a caballo eran el único transporte público, con tres asientos por lateral.

Ahora se celebran 100 años de la comisaría, hoy llamada 10B de la Policía de la Ciudad, encargada de la seguridad en cinco barrios: Versalles, Monte Castro, Villa Real y parte de Vélez Sarsfield y Floresta.

Aquella dependencia fue, en 1930, albergue de cientos de personas, en su mayoría trabajadores, que no pudieron llegar a sus casas, cuando el arroyo Maldonado se desbordó, llegando a alturas inéditas. Allí debieron pasar la noche a cobijo de la seccional y el cuartel.

Ya con la creación de la Policía Federal Argentina (PFA), la comisaría 44 se mantuvo en ese lugar hasta que en febrero de 1977 se mudó a la actual ubicación en Porcel de Peralta 726, junto al Destacamento 44 de bomberos, hoy Estación IX, en Versalles.

“El 1° de febrero se instaló el Cuartel de Bomberos y unos días después, el 11, comenzó a funcionar la comisaría”, cuenta Edgar Fontes (67), ya retirado y convertido sin proponérselo en un historiador del lugar.

“La comisaría y el destacamento se construyeron en terrenos por donde pasaba un ramal del Ferrocarril del Oeste (hoy Sarmiento), levantado en 1952”, agrega Fontes, durante años al volante de la Unidad Leyland, la autobomba inglesa fabricada en 1934, insignia del Cuartel Central de Bomberos.

Tras la creación de la Policía de la Ciudad, en 2017, la seccional 44 se convirtió en la 10B. Se fijó su denominación a partir de la ley de Comunas.

Como testimonio de aquellos tiempos de fulgor ferroviario, dentro del predio en Porcel de Peralta todavía se erigen el nomenclador de la desaparecida estación Versailles (clausurada en 1952 bajo la presidencia de Juan Domingo Perón) y unos árboles que permanecen en pie.

Fontes, retirado con el grado de oficial primero del Grupo de Apoyo de Oficiales Superiores (GAOS), llegó en 1979 al edificio del destacamento 44, hoy Cuartel IX, que comparte el predio con la comisaría 10B (ex 44).

Desde su casa en San Justo, rememora los tiempos duros de siniestros con final triste y también las alegrías de los salvamentos.

“Siempre hubo mucho respeto y colaboración entre los policías de la comisaría y los bomberos”, sostiene sobre su largo tránsito por el barrio, del que, aunque él no lo diga, se fue convirtiendo en un mensajero de la tradición oral.

Además de su servicio, Fontes se desempeñó en la Unidad Leyland y fue chofer de esa reliquia que durante años estuvo en el Cuartel IX, donde recobró vida. Se trata de una autobomba inglesa marca Leyland fabricada en 1934, la única de las cinco que quedan en pie.

“Ese camión, interno 254, en 1973 fue radiado del servicio, pero con el aporte del señor Jorge Goitía, quien la veía pasar de pequeño, en 1988 se la recuperó en el Cuartel IX, donde tuvo asiento hasta el traspaso a la Ciudad”, señaló.

Fontes fue el chofer oficial en los desfiles entre 1990 y 2016. Hoy la Leyland suele exponerse en el Departamento Central de Bomberos o está guardada en los Talleres de Artilleros y Juramento, en Belgrano.

“Tenía un caudal de arroje de agua de 168 mil litros por hora, no superada hasta la fecha por ninguna otra autobomba”, asegura el bombero.

Por su parte, el oficial mayor Carlos David Salerno (44) es uno de los agentes más antiguos de la comisaría vecinal 10B, con 11 años de labor en esa dependencia.

“En 2013 tuve que asistir a un parto en una casa de la calle Ibarrola, en Liniers. Nunca me había pasado. Fuimos con otro compañero y finalmente recibí a la bebé, una nena, antes de que llegara la ambulancia. En el momento uno trata de ayudar, y después se hace mil preguntas”, rememora Salerno, policía desde el 2000.

Uno de los reconocimientos por su servicio fue por un hecho ocurrido el 7 de enero de 2019, cuando asistió como jefe de servicio externo ante un asalto a una joyería de Villa Devoto por parte de cinco delincuentes con toma de tres rehenes.

Hoy la seccional está a cargo del comisario Julio Díaz, desde 2017, quien se aferra al consejo de su entonces jefe, Gerardo Rofrano: “Recorrer el barrio y conocer a sus vecinos”.

Este lunes se realizó un acto en la comisaría al que asistieron los jefes de la Policía de la Ciudad y de la PFA, los comisarios generales Gabriel Berard y Juan Carlos Hernández, respectivamente, entre otros.

EMJ