Muerte en Berazategui: dos hermanos detenidos y una versión que no cierra

Las cámaras de seguridad no toman la secuencia completa, pero las imágenes impactan: Lautaro González (23) se agacha para agarrar el celular, que se le había caído al piso. Entonces los

hermanos Walter (41) y René (36) Acevedo lo increpan. El mayor dispara dos veces y un tiro da en el cuello del joven. Ya en el suelo, lo patea. Todo termina con González muerto.

Lo que ocurriría después todavía está envuelto en interrogantes. Según la esposa del mayor de los Acevedo, el presunto asaltante, del barrio 12 de Octubre y conocido como “Cachorro”, quiso robarles la camioneta afuera de la casa de Walter Acevedo, en calle 118 entre 15 y 16, de Berazategui, el domingo a las nueve de la mañana, por lo que le sacaron el arma y lo mataron.

Sin embargo, para el fiscal Carlos Riera (UFI 5 descentralizada de Berazategui) todo está por verse. Por lo pronto, la pistola 380 fue encontrada por la Policía en el vehículo utilitario con el que ambos escaparon tras el hecho. Una vaina servida hallada en el lugar coincide con ese calibre.

La familia de González negó que fuera un ladrón. “Lautaro no peleaba ni robaba, laburaba, no era adicto. Cuando lo mataron volvía de una juntada con unas chicas, porque se había enamorado de una piba. Acompañó a una amiga y se volvía a caminando a su casa. Alquilaba y vivía solo en una casa en 132 entre 9 y 10”, le dijo a Clarín su mamá, Marcela Reynoso (46).

La mujer redobló la apuesta. “Le quisieron robar a él, están mintiendo“, sostuvo. “Cachorro” recibió un disparo en el cuello y murió en el lugar. Tenía una hija de 4 años y era el mayor de cuatro hermanos. Reynoso los crió sola. Según dice, el más chico, de 9 años, “se daba la cabeza contra el piso cuando se enteró que lo mataron”.

Uno de los Acevedo fue detenido en el lugar. El otro se entregó el domingo a la noche. Riera los indagará este martes en la causa que está a cargo del juez de Instrucción N° 7 de Quilmes, Gustavo Alejandro Mora. Están acusados como “coautores” de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Las fuentes consultadas por Clarín confirmaron que González había estado involucrado en causas “menores”. La madre sostiene que el joven no estaba armado y admite que “a los 12 o 13 años se mandó alguna macana, pero cosas de chicos”.

El cuerpo de Lautaro “Cachorro” González (23).

En enero pasado, Lautaro había recibido una paliza en un boliche. Le quebraron la mandíbula y en marzo se operó. “Estaba haciendo changas porque la prótesis le daba alergia y tenía que cambiarse los implantes, su cuerpo lo rechazaba”, asegura Reynoso.

“Hay gente que no quiere hablar porque tiene miedo. Son gente peligrosa”, advierte la mujer sobre los hermanos.

“Él medía 1,60 y pico, los otros eran dos osos”, agrega mientras la consuelan en la plaza 12 de Octubre, barrio donde vivía el joven. “Pintaba, lijaba, cortaba el pasto”, comenta sobre “Cachorro”.

En la mañana de este lunes, familiares de los detenidos pidieron disculpas en las redes sociales a los allegados a González y se mostraron preocupados por las versiones de que les querían quemar las casas en represalia por el crimen. “Todo fue en legítima defensa”, indicaron en el posteo.

El posteo de una familiar de los dos hermanos detenidos por el crimen en Berazategui.

Al respecto, una hija de Walter Acevedo le dijo a este diario: “Están haciendo quedar al delincuente como si fuese una criatura indefensa“. Y contó que tras el hecho les rompieron el negocio de un pariente “que no tiene nada que ver” y tiraron una molotov y nafta en otra casa de la familia. Sin embargo, no radicaron ninguna denuncia en la Justicia.

“Es todo mentira. A mi amigo lo quisieron bolsillear y no se dejó. Lo corrieron y lo mataron a sangre fría. ¿En defensa? Eran más de tres chabones grandes contra un pibe de menor estatura, así que esto fue asesinato”, contrapuso Demian, un amigo de Lautaro.

En las redes sociales, González había posteado en enero una foto con una venda en la cabeza, tras una golpiza en un boliche. “Así me dejaron ayer la gente de San Luis, una vergüenza los dos policías, la gente de ahí, todos. Me arruinaron, tengo dos fracturas de mandíbula y puntos en la cabeza, moretones en todo el cuerpo. Me robaron el celular y ahora no puedo comer, hablar, nada”.

Lautaro “Cachorro” González (23), el joven que recibió un disparo mortal en Berazategui.

EMJ

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