«No hay que ocultar lo que uno ha sido». Son palabras que ha pronunciado esta tarde Josefa Andrés, la portavoz del PSOE en la comisión de Política Territorial y Función Pública, donde
se ha validado el nombramiento de José Luis Rodríguez Álvarez como presidente del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno después de que el cargo estuviera vacante casi tres años y que el Gobierno lo propusiera como candidato. Y Andrés ha dedicado estas palabras a ensalzar la, a su juicio, «valentía» de Rodríguez Álvarez al enorgullecerse de su pasado como alto cargo en los Ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero, justamente el motivo que ha puesto en duda su idoneidad para un cargo al que se le presupone independencia y en el que tendrá que defender los intereses de los ciudadanos frente a la misma Administración que le ha propuesto en materia de acceso a la información. Y así se lo han recordado PP y Vox, los grupos más críticos con este nombramiento, que se ha saldado en votación con 21 apoyos, 14 votos en contra y 2 abstenciones. «¿Cómo garantiza que usted no va a seguir con la política actual del Gobierno en la que, con una pandemia, y lejos de practicar la mayor transparencia, se dejó en “stand by” el Portal?», se preguntó Vicente Betoret, el portavoz del PP en la Comisión, después de que el candidato se presentara ante los diputados y expusiera de forma muy sintética su trayectoria. «Muy agradecido» «De mis 33 años de trayectoria profesional he asumido responsabilidades públicas durante siete y me siento muy honrado. Y estoy muy agradecido a quienes entonces depositaron su confianza en mí, en especial a Francisco Caamaño [exministro de Justicia]», se defendió Rodríguez Álvarez, quien añadió que no comprende «que se considere que haber tenido en el pasado responsabilidades gubernamentales incapacite de por vida para el desempeño de cualquier función pública con independencia de criterio». El portavoz del PP en la Comisión le especificó que las dudas, más que sobre su figura, recaen sobre las intenciones del Gobierno al proponer su nombramiento. «Entenderá que hay que tener mucha fe para entender que usted no actuará como un nuevo comisario político del Gobierno. Su nombramiento sigue el patrón de CNMC, RTVE o la Fiscalía», remarcó Betoret, quien pronosticó que Moncloa «no va a dejar trabajar en libertad» al nuevo presidente del Consejo: «Lo han seleccionado por su currículum político y no profesional». «Seguiré actuando con total independencia», subrayó Rodríguez Álvarez evocando su etapa al frente de la Agencia Española de Protección de Datos. Curiosamente, y como le recordó Mikel Legarda, diputado del PNV, afronta un giro de 180 grados en su trayectoria. Ahora, en lugar de proteger información, tendrá que facilitarla. Queda por ver si las promesas que ha enunciado hoy en sede parlamentaria se terminarán cumpliendo o si el nuevo presidente del Consejo de Transparencia acaba fagocitado, como se teme la oposición, por la política de opacidad que hasta ahora ha mantenido el Gobierno de Pedro Sánchez, el mismo que le ha dado una nueva oportunidad para ocupar un alto cargo en la Administración. Más medios y más personal En su presentación ante la Cámara, José Luis Rodríguez Álvarez ha esbozado las líneas generales del proyecto que quiere poner en práctica una vez coja el mando de la institución. Adelantó su intención de dotar de más personal al Consejo y también que en los Presupuestos se vea reflejada una mayor dotación económica. Sin embargo, se ha mostrado consciente de que será complicado en época de crisis. «Tendremos que hacer más con menos», pronosticó el nuevo presidente del Consejo, que también ha admitido las limitaciones actuales de la ley de Transparencia, aunque sin desdeñarla: «Presenta algunas carencias, es una norma mejorable, pero en términos generales merece una valoración positiva».
FUENTE DIARIO ABC: